Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda
El racismo se fundamenta en la pureza de una sangre y la superioridad de una sobre las demás, sin embargo, la genética prueba que, desde su origen, la humanidad se ha mestizado una y otra vez; todo indica que hubo una hibridación entre neandertales y sapiens dos especies diferentes del género Homo (hombre o humano), al que se le calcula una antigüedad de 2.5 millones de años y ahora nos interesan: el Homo nanderthalensis, al parecer extinto hace unos 30 mil años y la del Homo sapiens (Carlos Lineo, 1758), ancestro directo de la especie humana actual, el Homo sapiens sapiens, que ha heredado genes de ambas especies y que en la situación de pandemia que vivimos ha sido objeto de estudios.
Sin obviar que toda investigación es temporal, pues cada nuevo descubrimiento afecta de un modo u otro el conocimiento y la teoría desarrollada; dicho lo anterior, se entiende que lo expresado hoy, mañana puede ser ampliado o modificado; sin embargo, en lo que concierne al mestizaje ancestral, surge un tema de interés actual: la relación entre la genética e infecciones virales.
La incógnita de cómo apareció la humanidad sobre la faz de la tierra y cómo ha evolucionado, se trata de resolver mediante el rastreo del ADN en los grupos migratorios prehistóricos más antiguos, así se ha establecido la relación de parentesco entre las especies homínidas de neandertal y sapiens, necesaria ante la alternativa de la extinción o la adaptación a las circunstancias. La cuna del Homo sapiens está en África, hace unos 315.000 años y desde allí se desplazó, en movimientos migratorios por todo el planeta, migraciones que definen a la especie humana como multi-regional, distinta a otras especies que se establecen en regiones específicas, porque el humano se adapta prácticamente a todos los hábitats. Los restos de antepasados remotos y los fósiles encontrados han demostrado que los neandertales y los sapiens compartieron territorio y se relacionaron durante un lento proceso que fue afectando el genoma y se dio una activación de los genes que se trasmitieron; al comparar el genoma neandertal y de humanos actuales, es evidente que ocurrió una hibridación entre ambas especies.
Entre otras observaciones, se encontró que genes neandertales protegieron a los sapiens frente a ciertos virus, lo cual ha generado el interés por saber qué ventajas y desventajas heredamos, digamos, cuál fue el armamento genético para combatir virus durante el intercambio de patógenos y defensas que se dio cuando el Homo sapiens salió de África y se encontró con el Homo nanderthalensis que se habían adaptado a zonas geográficas euroasiáticas, muy distintas a las que había enfrentado en África el Homo sapiens. El sistema inmune neandertal había evolucionado para defenderse contra ciertas bacterias y virus patógenos y también su genética había desarrollado adaptaciones a climas muy fríos; luego, el mestizaje entre ambas especies propició que el Homo sapiens adquiriera defensas genéticas de los neandertales, como es el caso de la función termogénica del tejido adiposo, un tipo de gasa corporal que genera calor al exponerse al frío, que aumenta el gasto energético, así como la eliminación de la glucosa.
Los estudios han identificado 153 genes presentes en ambas especies, durante la comparación de 4.500 genes de humanos modernos vinculados a las interacciones víricas con genes neandertales; sin olvidar que los virus cambian muchísimo.
En relación con el virus Sars-CoV-2, los resultados de varios estudios revelan que unos genes podrían incrementar la probabilidad de padecer formas graves de COVID-19. Las investigaciones relacionaron un grupo de genes del cromosoma 3 con un mayor riesgo de hospitalización e insuficiencia respiratoria; analizaron genomas de neandertales y de otros homínidos antiguos que aportaron variantes genéticas presentes en los humanos modernos y encontraron que un conjunto de genes (haplotipo), heredados de los neandertales, cuando se cruzaron hace unos 60.000 años con los sapiens, como los que regulan el tejido adiposo, pueden influir para que el humano actual sea más propenso a necesitar ventilación artificial, al enfermar por el coronavirus Sars-CoV-2; también al estudiar la genética de individuos de ascendencia bangladeshí en el Reino Unido, observaron que tienen aproximadamente dos veces más riesgo de morir a causa de covid-19 que la población general.
En Europa, una de cada seis personas es portadora de la variante de riesgo y casi la mitad en Asia del sur, mientras que en África y Asia oriental es casi inexistente. La prevalencia del haplotipo de riesgo entre las distintas poblaciones ha motivado la necesidad de investigar “lo antes posible”, la influencia genética, sin olvidar otros factores como la edad, el sexo y trastornos preexistentes como la obesidad, la diabetes y la insuficiencia cardíaca.
Retornando al mestizaje, la fecha en la que se produjo entre humanos la hibridación (término usuado por tratarse de especies distintas) data posiblemente de hace unos 100 mil años y tuvo lugar en el Oriente Próximo y Europa, de ahí se supone que grupos ya mestizados se diseminaron por el mundo en oleadas migratorias, unas llegaron a América.
Fuentes: CSIC-Universitat Pompeu Fabra. Instituto de biología evolutiva de Barcelona. Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva. Instituto Karolinska. Universidad de Stanford. EEUU. Green Richard E., Krause Briggs. et. al. "A draft sequence of th Neandertal genome". Science. No. 328, mayo de 3020:710–22.
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