El proceso educativo es algo complejo que va más allá de transmitir conocimientos académicos. En ello se ve implicado el entorno escolar, donde los desafíos no son solamente el aprendizaje, sino que también con el desarrollo de competencias emocionales, sociales y personales. Es desde este contexto que el psicólogo educacional cumple un papel fundamental, desempeñando múltiples roles en la escuela, siendo el más importante el de apoyar en el desarrollo de una óptima convivencia escolar.
Podemos ubicar el surgimiento de la psicología educacional en el siglo XIX, donde además de intentar comprender la conducta humana se pudo reconocer las necesidades especiales en el proceso de aprendizaje de los jóvenes, lo que trajo consigo el reconocimiento de que algunos necesitaban apoyos complementarios en su proceso de aprendizaje debido a discapacidades cognitivas, físicas o emocionales.
Es de esta manera que en las primeras décadas del siglo XX, se comenzó la contratación de psicólogos en las escuelas para así poder trabajar directamente con los estudiantes mediante la evaluación de sus capacidades de aprendizaje, proporcionar orientación vocacional y brindar apoyo emocional.
Dentro de los roles del psicólogo educacional en gestión de planes de convivencia escolar podemos encontrar algunas funciones que estos pueden desempeñar, tales como, 1) la evaluación psicológica, con el fin de identificar las necesidades y habilidades individuales de los estudiantes, como también detectar las necesidades educativas especiales, las dificultades en el aprendizaje y también aspectos emocionales y conductuales. 2) Brindar apoyo emocional y psicológico mediante sesiones individuales o grupales, con el fin de ayudarles a manejar el estrés, la ansiedad, la depresión entre otros problemas que refieren un obstáculo en el aprendizaje y bienestar de los estudiantes. 3) Intervenir en situaciones de crisis dentro del entorno escolar, ya sea por acoso, conflictos entre estudiantes o problemas familiares que afecten el rendimiento y la convivencia. 4) Asesorar y orientar a docentes y padres en estrategias para el desarrollo socioemocional y académico de los estudiantes, mediante el abordaje de los comportamientos disruptivos o problemas de conducta en la sala de clases. 5) Apoyo en el diseño e implementación de programas de prevención del acoso escolar y protocolos de intervención, donde se aborden los casos de bullying y ayudar a promover una cultura escolar basada en el respeto, la empatía y la inclusión. Y finalmente promover un clima escolar positivo y seguro, en el cual se fomente la participación activa de todos los miembros de la comunidad educativa, mediante la construcción de relaciones saludables y en una resolución pacífica de conflictos.
De esta manera el rol del psicólogo educacional dentro de la gestión de convivencia escolar se convierte en un pilar fundamental para el desarrollo de aptitudes y actitudes óptimas, tanto de los estudiantes como de los docentes y funcionarios que conforman la comunidad escolar. Gracias al desarrollo de habilidades sociales y emocionales los estudiantes aprenden a comunicarse de manera efectiva, resuelven conflictos de manera pacífica, también desarrollan empatía y aprenden la capacidad de trabajo colaborativo y en equipo. Desde la evaluación y el apoyo emocional hasta la prevención de conflictos el psicólogo educacional crea un entorno inclusivo, seguro y propicio para el aprendizaje y desarrollo integral de los estudiantes.
Autor: Christopher Daniel Aliaga Olavarría.
Estudiante de Psicologia / Universidad de Aysén. Chile.