PABLO BARATINI DESDE VALPARAÍSO CHILE
Andaba buscando a su hembra en la oscuridad, se parecía mucho a la difunta, ya que tenía patas largas, además de ser peludo y feo.
Extrañaba a su hembra, y no se explicaba adónde se había ido, o el porqué se escondía, ya que según él, la trataba muy bien, le daba comida, era buen compañero, y era buen padre, por lo cual no entendía la actitud de ella.
Su experiencia como cazador lo llevó a ausentarse varios días, le pidió permiso a su hembra, la cual estuvo contenta, que se fuera a traer los alimentos para la prole y para ella misma; cuando regresó, depués de una larga temporada de ausencia, no encontró a su pareja, solamente a su prole, los alimentó y se puso a buscarla, llegando inclusive a pensar que había ido al chisme con las vecinas o a algún mandado.
Para su sorpresa, después de una amplia búsqueda por el vecindario, y no encontrarla regresó a su hogar, pensando que su hembra había retornado, pero se encontró conmigo y se asustó, tan es así, que quedó paralizado, sin saber qué hacer, correr o esconderse.
En un acto de humanidad, decidí ayudarle a reencontrarse con su hembra. Fui y busqué el insecticida y le rocié de una buena dosis, para que se muriera. Me declaro culpable ¡Sí, lo maté!, pero en el fondo pensé que ya no sufriría más, ya que lo reuní con su pareja. Buen viaje en compañía de tu hembra, araña peluda.
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