COLABORACIÓN ESPECIAL DE NUESTRO AMIGO
MAESTRO MÚSICO ENRIQUE HERRERA CARRILLO
DIRECTOR DEL GRUPO DE MÚSICA LATINOAMERICANA KUKULKÁN
A lo largo de mi infancia, fue muy grato crecer con la música del icónico compositor de canciones infantiles (como la mayoría de nosotros los de la generación de los 50s a los 90s.), aun después de retirado, en diversas ocasiones me tocó bailar en festivales escolares sus canciones. Por obvias razones, no voy a hacer una nueva biografía de tan grande personaje, ya que existen muchas y muy precisas; quiero platicarles sobre algo en lo que no había caído en cuenta, hasta que un amigo mío,” músico, poeta y loco”, que al igual que yo, decidimos dedicar nuestra vida a este ingrato privilegio de transmitir emociones a través de uno de los mas difíciles, competido y nunca bien ponderado oficio de la música.
Cierta ocasión mi amigo “Sergio Basurto”, me invito a su casa a departir y compartir (como era habitual entre músicos) su colección de música de jazz en sus distintas variedades (tradicional, latino, clásico etc.). Entre algunos tragos y amenidades se nos fue la tarde, hasta que llegamos a la colección de Claude Boulling y su maravillosa interpretación barroca del jazz. Fue en el acalorado análisis de esta colección cuando mi amigo saco a colación otra colección de música que comparó con el más sofisticado estilo de música en ese momento. Se trataba de la música de FRANCISCO GABILONDO SOLER 'CRICRÍ' ….
Como imagino la forma en que les sorprende, así fue como me sorprendió a mi también su comparación, ya que, como todos nosotros, la música de “cricri” era música para niños, música divertida, graciosa, pero sobre todo infantil. Ese fue mi comentario incrédulo y despectivo de dicha comparación de mi amigo con el jazz. Sin embargo, su argumento fue más allá de entender mi postura, ya que era la que siempre recibía de la mayoría. Por ello se dio a la tarea de ilustrarme en el haber, diciéndome; independientemente de su voz por demás tipluda y las historias que cuenta, que, dicho sea de paso, son psicosocialmente dignas de un análisis profundo (pero esa será otra historia) la música, arreglos y la diversidad de ritmos, orquestación y buen gusto, son extraordinarios. Comenzamos con un tema clásico y de los más conocidos, un “fox trot” al más puro estilo de los años 40s y 50s. Comencé a escuchar detenidamente, el arreglo extraordinario de dicho tema. “EL NEGRITO BAILARÍN”.
Pasamos a continuación a escuchar un “son montuno”, inmejorablemente interpretado, comenzando con un coro de voces femeninas a ritmo de son y en su parte intermedia adornada por un danzonete ribeteado por una flauta. “LA NEGRITA CUCURUMBE”. A continuación, escuchamos un danzón finamente interpretado que les recomiendo analizar, el “negrito sandia”, con sus tiempos y cortes estrictamente presentados. No podía faltar el análisis de la “MUÑECA FEA”, en un arreglo de vals que tiene como final un cambio a chotis, que también es utilizado en “DI PORQUE”, “EL CHORRITO” y “EL REY DE CHOCOLATE” con maravillosos arreglos.
Algunas marchas como lo son “LA PATITA”, “CAMINITO DE LA ESCUELA” y “LA MARCHA DE LAS LETRAS”.
Un maravilloso tango, el “CHE ARAÑA” y que decir del arreglo de folk al “RATON VAQUERO”. Hay otros temas menos conocidos, pero no menos finos y podemos hablar de unos zuing´s “EL TELEFONO”, así como “EL ROPAVEJERO” influenciados por la música estadounidense de aquella época.
Está por demás decirles amigos, que desde entonces pase de ver a “CRI-CRI” como lo veíamos muchos; como un músico simple, divertido y razonablemente peculiar, a verlo en su justa dimensión; un músico extraordinario, con una visión muy amplia de la gama rítmica y armónica de la música de su época y un genio de la composición, que, al ser incomprendido, rodeado de envidia y menoscabo, contribuyo al acervo cultural de nuestro país de manera contundente y rotunda. sin embargo, la falta de valor en su real dimensión a su trabajo en vida, contribuyo como en muchos genios, a su frustración y amargura en sus últimos días.
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