Profesor Evaristo Velasco Álvarez
A unos días de la Semana mayor y al arranque de la estación primaveral en la cual esperamos que las lluvias vuelvan a proveernos del vital líquido, y ya agobiados por la intensidad de los rayos caloríficos del astro rey, y que en Aguascalientes comience la verbena internacional de la Feria Internacional de San Marcos, en la cual encontraremos infinidad de atractivos para todas las edades, desde los juegos mecánicos simples, hasta los más complicados; y desde los espectáculos callejeros, las callejoneadas, los tamborazos en torno al icónico Jardín de San Marcos, hasta las obras de teatro y las presentaciones de artistas de todos los tipos en el Teatro Aguascalientes, en el Teatro Morelos, en la Casa de la Cultura, y en las Megavelaria del Teatro del Pueblo, hasta la Megavelaria de la isla San Marcos.
El pueblo todo entra en una algarabía sencilla y familiar, conjuntada con la llegada de miles (o millones) de visitantes, quienes vienen a disfrutar de esta fiesta que los aguascalentenses tenemos en casa. Asistir al palenque a disfrutar de las audiciones de los artistas favoritos, así como de la electrizante diversión de las peleas de gallos.
Y la Plaza Monumental tendrá llenos completos para ver lo arriesgado y temerario de los toreros que se enfrentan a los astados, fuertes y dispuestos a jugarse la vida en un lance toreril. Y tratando de disipar el calor con una refrescante cerveza o con un refresco (según el gusto y la edad), gritando ¡OLE! y vibrando de emoción en cada pase.
En el Casino de la feria podremos tanto jugar unos pesos a las patas de un caballo en un albur, como jugar algo de dinero en la ruleta, en el Black Jack o en la lotería. Y como dijo Napoleón en su canción “VIVE”: “Nada te llevarás cuando te marches… Pero el gusto y la emoción de la adrenalina, estará con nosotros.
Todos los domingos de abril, asistir temprano al Jardín de San Marcos para participar en las tradicionales mañanitas frescas, en las que los nuevos valores tratarán de abrirse paso con sus actuaciones, deleitando a los paseantes, y disfrutando del bello ambiente del jardín y la frescura de sus centenarios árboles.
Como lo dejara plasmado Juan S. Garrido en su grandiosa obra “LA PELEA DE GALLOS”, segundo himno de Aguascalientes: ¡Ay fiesta bonita! Que hasta el alma grita, con todas sus fuerzas ¡VIVA AGUASCALIENTES! Que su feria es un primor.
velasco_alvarez@yahoo.com
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