Profesor Evaristo Velasco Álvarez
Ya estamos en las postrimerías del invierno y la temperatura comienza a elevarse; los árboles comienzan a llenarse de brotes nuevos y algunos ya nos muestran que se llenarán de frutos y de flores, anunciando la llegada de la deseada primavera. Y todos somos invadidos por anhelos y deseos que nos harán crecer y nos darán alegrías; pero sabemos que también nos darán sinsabores, y espero que los primeros sean mayores que los segundos, para que nuestro espíritu y nuestro comportamiento no se vea aminorado.
Y también ya hemos iniciado el conteo de los 40 días de la cuaresma, con la ceremonia del MIÉRCOLES DE CENIZA, que terminará en la primera semana de abril, cuando tengamos el primer plenilunio posterior al inicio de la primavera, o sea en la llamada semana mayor o semana santa. Y envuelto en estas circunstancias, y con esta prospectiva enfrente, no nos podemos quedar callados, y sacaremos nuestros mejores sentimientos y los haremos lucir con nuestras amistades, con nuestros familiares, con nuestros compañeros de aventura en este viaje que es la vida.
Ya los fríos y el terror invernal, además de que nos dio la oportunidad del recogimiento físico y espiritual, nos fortaleció el carácter, dejándonos dispuestos a enfrentar los desafíos del diario vivir, con la convicción de que, como hijos del mismo Dios, saldremos adelante. Desde mi espacio, en donde las ideas se van sucediendo amablemente, los invito a abrirnos valientemente a los retos que nos presente el vivir, convencidos de que todo nos irá de maravilla, de que nuestros sueños se irán cumpliendo, poniendo nosotros lo mejor de nuestros esfuerzos.
Unámonos en armonía hermanable y hagamos que las amenazas que nos presenta el COVID, sea sólo eso, amenazas, porque nosotros estamos unidos para lograr ¡Que Viva México!
Velasco_alvarez@yahoo.com
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