Dios guíe tus pasos, hombre de fe inquebrantable,
Luchador incansable, y sembrador de esperanza
A ti el pueblo te aclama, y sigue tus ideales
Y de favor te pide que sigas adelante.
Quien pudiera ser como tú, que enfrentas el peligro
Y nada te detiene, porque en lo más profundo
Del ser que te sostiene, llevas el amor de tu Patria, y el sello
De un escudo que emana de tus venas, y en él el águila altanera
logrando con la fuerza que le imprimes, el anhelo del cambio,
Quién pudiera ser como tú, hombre de elevados principios
Y honestidad perenne, solo aquellos que luchan a tu lado, y
Comprenden la firmeza de tus actos, y la congruencia verdadera
Recorres cada día, los caminos polvosos de tus pueblos.
Y dejas con orgullo, las huellas que se esconden temerosas
Para no ser borradas por el viento, porque nace de aquí,
El poema más dulce de esperanza, de un gran hombre
Que dirige los destinos de su Patria amada.
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