Por: José Luis Márquez Figueroa
Es para mí un gran honor, dirigir estas palabras a nombre de todas las agrupaciones y personas que hoy reciben merecidamente este galardón. LO MEJOR DE COLIMA.
Llegar a un premio por parte de quien reconoce las labores realizadas en favor de la sociedad que necesita de apoyo filantrópico, de trabajar con maestría y honestidad en una profesión u oficio para lograr sobresalir de entre el anonimato y de abrir puertas para el amor, es el objetivo meritorio de cada ser humano.
Cierto es, que ya somos parte de felicitaciones sinceras y murmuraciones vanas de otras personas, nadie nos puede quitar la paz o hacer sufrir al menos que uno lo permita, lo que sí, debemos de estar pendientes, es de seguir alimentando nuestra alma y no nuestro ego. De avanzar hacia los objetivos y metas con mayor responsabilidad porque nos verán como un modelo a seguir.
Recordemos que somos seres humanos, no máquinas, con nuestras virtudes y con defectos, sigamos desterrando la ignorancia y los vicios, extendiendo la mano para ayudar al caído y no para hundir o golpear porque todo tiene sus consecuencias.
Seguiremos aprendiendo de la Historia, nuestro terruño ya casi cumple 500 años de ser tierra de conquista, podemos revertir esa palabra para demostrar el progreso, nuestra cultura y civilización y no seguir siendo presa fácil de saqueos o miserias humanas, abrevando de las ciencias, de los valores y virtudes, de la educación genuina, siendo los arquitectos de nuestro propio destino, como lo dijera el Nayarita Amado Nervo. Sembrar esa semilla en tierra fértil de la niñez y en las juventudes y que ésta no resulte estéril o con alto grado de nocividad transgénica.
Se observa una sociedad consumista, llena de tecnologías que hacen más rápidas nuestras actividades, provocando en los jóvenes querer adquirir bienes y servicios sin el mayor esfuerzo, dejando de lado los valores, sin importarles la contaminación y la degradación de la naturaleza.
Misma que nos da señales de agotamiento en varias zonas del planeta. Creo señoras y señores organizadores, que para allá tienen que apuntar los reconocimientos y galardones próximos.
A casi tres años de contingencia sanitaria se pueden evaluar por un lado los daños que ocasionó: fallecimiento de familiares y amigos, basura que ocasionan las jeringas de las vacunas, vestimentas y cubrebocas, y por otro las enseñanzas tecnológicas, oportunidades de mejora y saneamiento, las cuales nos han proyectado hacia nuevas oportunidades que creíamos muy lejanas, porque vimos que todas las acciones nobles y científicas triunfaron a favor de la humanidad.
ESTIMADA CONCURRENCIA.
Que las inteligencias de las mujeres y los hombres grandes, suban al cielo para convertirse en estrellas, y así iluminen el camino que inspire a las nuevas generaciones. Debemos seguir respetando a las autoridades legalmente establecidas mismas que deben de escuchar las críticas constructivas que el pueblo les sugiere para lograr la transformación en beneficio común.
SEAN FELICES.
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