Desde los tiempos del porfiriato, en los cuales vivió Nicola Zúñiga y Miranda, quien, en las elecciones de 1896, 1900, 1904 y 1910 participo en las elecciones presidenciales declarándose así mismo ganador no se había visto un personaje que buscara con tanto anhelo el poder, llegar a la presidencia de la Republica como es el caso de Andrés Manuel López Obrador, quien también se declaro a si mismo presidente legítimo de México. Tras las elecciones de 2018 gracias al voto de una organizada minoría constante de menos del 30% del padrón electoral y ante un abstencionismo mayoritario, fue electo Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, empezando desde entonces una campaña de destrucción de las Instituciones creadas durante décadas, empezando una campaña de venganza utilizando a instituciones como la Unidad de Inteligencia Financiera como mecanismo para aterrorizar a sus rivales políticos, a los que ve como enemigos.
Pero eso no es todo, como siempre en épocas electorales el pueblo mexicano se dividía por sus filias políticas, pero terminando este periodo con el resultado que fuera, electo el presidente se dedicaba a la reconciliación y unión de los mexicanos, entendiendo que somos una nación única, sin embargo, en esta ocasión no ha pasado igual, el actual presidente no solo no ha reconciliado con los diversos sectores sino que se ha encargado de exacerbar el rencor entre los mexicanos creando una terrible división de clase que solo beneficia a sus propios intereses. A través de la manipulación ha hecho creer a los mas vulnerables que los que a través del esfuerzo y trabajo duro, constante, y a veces por generaciones, son culpables de su situación, capitalizando de esta manera el resentimiento de las clases vulnerables, quienes creen que el culpable de su situación son los que, a través de inversión, esfuerzos y arriesgando su capital han creado las fuentes de empleo, que además generan los impuestos de los que se mantienen los gastos públicos.
Hay quienes se quejan de la privatización de empresas que se llevó en periodos anteriores, pero los que nos hemos dado a la tarea de estudiar al Estado y sus funciones, sabemos que la función del Estado no es ser empresario, que además esta probado que el Estado no lo sabe ser, muestra de ello es lasa condiciones en que se encuentran las paraestatales Pemex y CFE, siendo que la primera tras la reforma impulsada por el Presidente Peña comenzaba a sentir una recuperación, aunque leve pero recuperación y a partir del inicio de este nuevo gobierno y su contrarreforma ha resentido perdidas de miles de millones de pesos, lo que la ha colocado en posición de riesgo para los inversionistas, y se ha tenido que renegociar la deuda pagando intereses más altos.
Es preocupante la soberbia del ejecutivo, al tomar decisiones al parecer sin tomar en cuenta a los asesores que debe de tener, por que si bien es cierto no puede conocer de todas las materias, y mas tomando en cuenta que tardo catorce años en terminar su carrera profesional, si debe de contar con un cuerpo de especialistas que lo asesoren en diversos temas, para poder tomar decisiones adecuadas y no seguir afectando a la economía y estabilidad social del país, como ha sucedido con la caída descomunal del Producto Interno Bruto y la perdida de millones de empleos y el cierre de miles de microempresas.
En su afán de destruir todo vestigio de regímenes anteriores, de los cuales por cierto formo parte, tanto que hasta el himno del partido en el que inició su carrera política compuso, ha dejado indefensos a grupos vulnerables como son niños y mujeres con cáncer, y mujeres en situación de peligro, a los que considera grupos de choque, “beneficiando” a grupos parasitarios como jóvenes que no estudian ni trabajan, pero si votan, este beneficio de otorgar esas becas mas que beneficio es un daño que se le crea a la juventud, toda vez que les quita ese deseo de superarse y a través del trabajo tener la movilidad social que es la aspiración de todo ser humano, mejorar su nivel de vida, en cambio se santifica la pobreza, del pueblo, mas no la del austero personaje que habita en un Palacio.
En cuestiones de seguridad existe un incremento de homicidios dolosos, y el hampa organizada se ha enseñoreado en el país, con la complacencia del mandatario a quien se le ha visto liberar a peligrosos capos y rendir pleitesía a la familia de quien fuera el capo mas buscado del mundo, y sin contar con las miles también de desapariciones forzadas, todo esto ante un cómplice silencio de la prensa que en caso de tocar esos y cualquier tema por el presidente son tratados de conservadores, panfletos y enemigos de su régimen tratamiento que da a todos los que no piensan como el sin importarle que su mandato es gobernara a favor de todos los mexicanos y no solo de su grupo cercano.
Es de inquietar como se sigue culpando a gobernantes anteriores algunos de hace mas de treinta años, y al actual gobernante no se le exige que cumpla con su deber y mandato Constitucional aplaudiéndole la destrucción de instituciones e inversiones, disponiendo a su antojo de partidas discrecionales y adjudicando contratos directamente, cosa que siempre critico, al gobierno no se le aplaude se le vigila y se le exige, sin embargo, con un sentimiento de (falsa) reivindicación se aplaude todo acto destructivo del ejecutivo perdiendo sus seguidores su sentido crítico, fanatismo que los ha llevado incluso a renegar de sus orígenes, y dejando de observar la realidad con la cantaleta de que así le dejaron al país, cosa que ya se sabia y se espera que el actual gobernante mejore, por lo que se le debe reclamar que deje de culpar a los demás, ya todos sabemos lo que hicieron, ahora se le pide que deje de poner excusas y cumpla con su labor dejando de crear separación entre los mexicanos, no nos digan lo que hicieron los anteriores el pueblo quiere resultados no excusas, el presidente debe entender que gobierna para todos y no solo para su grupúsculo, NO SOMOS CHAIROS NI FIFÍS SOMOS MEXICANOS.
CRÉDITOS FOTOGRAFÍA A QUIEN CORRESPONDA.
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