Cada 26 de mayo, Ecuador conmemora el Día del Periodista del Litoral, una fecha que rememora el nacimiento del periodismo en esta región, a partir de la publicación del primer número del periódico El Patriota de Guayaquil en 1821. Este acontecimiento histórico no solo marcó el inicio de la prensa en el litoral ecuatoriano, sino que simbolizó un compromiso con los ideales de libertad y democracia que acompañaron la gesta libertaria del 9 de octubre de 1820.
El decreto ejecutivo N°970, firmado por el presidente Carlos Julio Arosemena Monroy en 1963, oficializó esta conmemoración, reconociendo la labor fundamental de los periodistas en la construcción de una sociedad libre y democrática. El Patriota de Guayaquil, órgano de la Junta de Gobierno surgida tras la independencia, fue un instrumento esencial para difundir decretos, noticias de la campaña bélica y promover la ilustración ciudadana en un contexto de lucha contra el colonialismo español.
Los principales redactores de este medio, entre ellos José Joaquín de Olmedo y Luis Fernando Vivero, encarnaron el periodismo como una herramienta de resistencia y formación cívica. La imprenta, traída desde el Callao en 1821, fue vista como un símbolo de progreso y un medio para ejercer la libre expresión frente a los intentos de censura y opresión.
Hoy, la conmemoración invita a una reflexión crítica sobre los desafíos contemporáneos que enfrenta el periodismo en el litoral ecuatoriano. En un contexto marcado por la narcocorrupción, la violencia y la crisis de valores, la profesión periodística demanda mayor preparación, ética y responsabilidad para garantizar la verdad y el bien común. La memoria histórica de El Patriota de Guayaquil se convierte así en un llamado vigente a defender la libertad de prensa y a fortalecer la conciencia crítica de la sociedad.
La idea más poderosa de celebrar el Día del Periodista del Litoral no es sólo el recuerdo de la primera publicación surgida de un grupo de patriotas comprometidos con la causa de la libertad, es la de renovar el compromiso implícito de la función social del periodismo como pilar de la democracia y la justicia.