Crónica a quemarropa: Clínica de la leve demencia, cuando la locura tiene rostro y nombre
RÍO CUARTO DE ALAJUELA COSTA RICA – En un pueblo que guarda sus secretos entre la niebla y los cipreses del cementerio, un hombre se alzó desde la sombra y habló con la voz de los que no suelen tener voz. Su nombre es Maynor Sánchez Alvarado, y su historia no nació entre bibliotecas, sino entre tumbas. Allí, en el camposanto de Río Cuarto, donde dormía junto a su amada Kembly, ambos perdidos en el laberinto de la adicción, comenzó a gestarse la fuerza de una palabra que hoy se ha vuelto literatura de resistencia. Clínica de la leve demencia, su más reciente libro, presentado ante un público conmovido y expectante, es una obra que no concede respiro. Es la continuación de su exitosa novela La universitaria que no quería vivir —aquella que estremeció a Costa Rica en 2024—, pero ahora, el autor va más hondo, más adentro, más cerca de la herida.
En este nuevo volumen, Maynor desnuda con precisión quirúrgica el oscuro engranaje de muchas clínicas de adicciones del país. Esos lugares donde los hombres y mujeres que llegan pidiendo auxilio son transformados en esclavos: trabajan de sol a sol, sin salario, sin esperanza, bajo la mirada impasible de quienes lucran con el sufrimiento humano. El autor no habla por referencia: habla porque estuvo ahí, porque lo vivió, porque aún le arden en la memoria las voces y los rostros de los que quedaron atrás. Durante el evento de lanzamiento en Río Cuarto, la emoción era palpable. Vecinos, familiares, amigos y lectores llenaron el salón comunal. Cada palabra, cada lectura, cada silencio tenía un peso. El pueblo entero —ese mismo que alguna vez lo vio vagar entre la muerte y el delirio— hoy lo aplaudía de pie. No solo a un escritor, sino a un sobreviviente.
“Yo dormí en los nichos del cementerio, con Kembly. Allí soñábamos con un amanecer que no llegaba”, confesó el autor en una entrevista exclusiva para Prensamérica Internacional©, medio que ha dado cobertura especial a su trayectoria y a esta presentación histórica. “De esos días de oscuridad nacieron mis libros. Si no fuera por el dolor, no habría historia que contar”.
Las cámaras de Prensamérica© registraron los aplausos, las lágrimas discretas y las palabras firmes de Sánchez Alvarado, quien habló con un temple sereno, sin victimismo, con la entereza de quien se levantó desde el polvo. Detrás de su voz, su obra se yergue como una denuncia, pero también como un abrazo. Clínica de la leve demencia no sólo es literatura: es memoria viva, es testimonio, es fuego que incomoda y sana. Es la mirada sin filtros hacia una realidad que existe en Costa Rica y en cada rincón del mundo donde la miseria humana se disfraza de caridad.
Aquella noche en Río Cuarto no fue una simple presentación de libro. Fue un acto de justicia poética. Un pueblo que antes lo miró con miedo o compasión, hoy lo celebra con orgullo. Y mientras los aplausos resonaban bajo el techo del salón comunal, se sentía algo más grande que la literatura: la redención. Porque hay hombres que regresan del infierno para contarlo. Y cuando lo hacen con la fuerza con que escribe Maynor Sánchez Alvarado, el silencio ya no es posible. Trabajo periodístico de Roberto González Short y Carmen Solís Hernández.