Leyendo nuevamente el poema Los Nadies, de Eduardo Galeano, vino a mi mente la imagen de Estela Ceballos, ella es argentina y ha dedicado gran parte de su vida a preocuparse y ocuparse de estos 'nadies', les presento en esta entrevista a una extraordinaria mujer, que hace suyo el dolor y vive con ellos las carencias, tratando de visibilizar las problemáticas que los aquejan.
1.- Cuéntanos, ¿quién es Estela Ceballos, sus gustos, sus pasiones?
Soy una mujer que ama la vida, la humanidad, las relaciones humanas, que quiere ser “profeta en su tierra” y, mi tierra es mi familia y amigos. No concibo la vida sin pasión, la vivo con intensidad, no me pasa por la esquina, me atraviesa, soy la mayor de seis hermanos, hija de obreros, nací en Capital Federal del pintoresco barrio de la Boca Buenos Aires. Pasé parte de mi infancia en un conventillo con una familia (trigeneracional /madre- hija- abuela) siempre inquieta intelectualmente y muy emocional, disfrutando de la vida, resiliente nata, que soñaba con ser grande, madre y escritora. Siempre comprometida con la justicia social, la solidaridad y el arte, que es el camino más seguro de llegar a una felicidad superadora. Soy una mujer que ama el arte de lo imposible, o sea, la política como herramienta de transformación y parir derechos para los invisibilizados que siempre pierden.
2.- Tus escritos, tu poesía, ¿a quiénes van dirigidos?
Mis libros están dirigidos a la masa, a la gente común, siempre tratando de hacer pensar o ayudar a leer la realidad desde un lugar diferente. Creo que la poesía no puede faltar por más dura que sea esa realidad. Sinceramente, algo hay que dejar en un lector que pueda sentirse medianamente identificado con esa lectura. No creo que se trate nada más que escribir como un fin en sí mismo, sea por ego o por figurar saliendo de la media común. En mi caso personal escribo para otro, para compartir por sobre todas las cosas, me gusta salir de la comodidad y escribir para exponer ante la mirada del otro. Escribo como homenaje a mis maestros/as que tuve la suerte y la oportunidad de tener. Siempre digo que no es lo mismo nacer en una casa con biblioteca que sin biblioteca. Yo nací en una casa sin libros ni instrumentos musicales, o sea, que me costó mucho todo, pero la vida me pagó con creces por elegir el camino de la literatura.
3.- Tienes un extenso currículo, de todo lo que has escrito o hecho, ¿qué es lo que más te llena el alma?
Lo que más me da felicidad es, llevarme bien con la gente que amo, mediar en los conflictos de mis pacientes y algo que, en mi profesión de Terapeuta Sistémica en Familia, me daba mucha satisfacción en 30 años, poder dar un alta y que esa familia se vaya contenta y no angustiada o muy desesperanzada de la vida como cuando vino a terapia. Desde muy joven, tuve la oportunidad de visitar a un leprosario, fue una experiencia vital, el amor que recibí de esos pobres corazones aislados en colonias comunitarias. También, trabajar 18 años con gente adultos y niños/ niñas con capacidad diferente, pero… gracias al afecto, se conseguían muchos logros que parecían impensados. Otra actividad muy gratificante es pintar y hacer radio como una herramienta comunal para difundir la cultura y que se conozca el trabajo de muchos ilustres desconocidos.
4.- ¿Crees que el escritor debe ser y estar comprometido con su tiempo?
Si claro, creo fehacientemente que un escritor, no sólo debe comprometerse con su contexto histórico presente, también, con un pasado no resuelto. Como por ejemplo, los desaparecidos. Todos somos ciudadanos civiles, en mi caso para mi todo es político, creo que la palabra es un arma muy poderosa y no fue casual que a muchos poetas los mataron por su arte amenazante a los sistemas poderosos. Un escritor comunica y es hasta formador de opinión pueden digitar campañas políticas. La cultura es una llave que puede abrir cualquier puerta y hay que asumir los riesgos, en mi caso, podrán encasillarme, o puede que saque a muchos escritores de su zona de confort, pero sin espíritu crítico o mirando para el otro lado son meramente cómplices, no me imagino un Federico García Lorca cobarde o un Oscar Wilde a sabiendas que pedían sus cabezas sin dejar de mostrar su arte. Con tantas injusticias cometidas con sectores vulnerables de las poblaciones, con hechos calcados en nuestra patria grande. Siempre elegiré dormir en paz y si debo de morir, que sea del lado de los débiles, de los perseguidos, de los invisibilizados.
5.- Gran parte de tu vida la has dedicado al trabajo con los pueblos originarios, cuéntanos sobre tu contacto y vivencias con ellos.
Los pueblos originarios son una bisagra en mi vida, eso lo deseaba de niña, sólo que pensaba que estar ayudando a nativos era sólo algo que se veía en las películas, jamás les he temido, en los libros siempre nos mostraron que eran -salvajes/ vagos- mucha gente aún lo cree. Jamás movieron un dedo por saber, por interesarse cómo viven, saber lo que padecieron por más de 500 años. Los pueblos originarios no entran en las estadísticas. Todo lo que no se ve pareciera que no existe. Llegué a ellos hace más de 20 años, mi llegada fue una suerte de aceptación y construimos un vínculo de confianza y afecto. En realidad, me consideraron parte de su comunidad, me bautizaron en una comunidad Wichi, después del bautismo ya me consideraban Mataca. Mi nombre fue, Zulú Humm (mujer fuerte en idioma Wichi), ellos consideraban que dejar todo atrás, mi familia, todo, para ir a cuidarlos a ellos era una mujer muy dura. Viví en la comunidad, luego regresé, pero, viajaba esporádicamente, escribí la historia de un cacique Indalecio Calermo con su compañera Simona Ruarte y su comunidad La Mora, diez años más tarde me casé en la comunidad, el primer casamiento de criollos. Eso escribía una página que hacía historia y generaba un casamiento de culturas, de fraternidad y de perdonar a los criollos el daño causado fue un acto de grandeza de ellos.
6.- Tengo entendido que editaste uno o varios libros dedicados a mostrar la sensibilidad y cultura de estos pueblos.
Mi quinto libro “Salta con ojos Wichi” terminado en 2016; el cacique ya estaba muy enfermo por diabetes, Chagas, desnutrición y ciego, el libro cuenta su triste historia, era hijo de una violación del ejercito gringo. En su nacimiento, fueron gemelos, a los que mandaron matar, pero su abuelo pudo salvar a uno y se salvó Indalecio. A los doce años, cuando murió su abuelo lo echan, pero a los 18 vuelve y arma su propia comunidad, La Mora en Tartagal Salta y se convierte en un gran líder militante y llega a ser cacique general de 69 comunidades a las que gobernaba. Tuvo nueve hijos de los cuales murieron tres. Hoy en proceso hay dos libros más. Uno de los pueblos Kolla originario, Mario Vilca Condorí, el soldado más joven muerto en combate con 16 años muerto en combate en el ARA Gral Belgrano. El otro libro, dedicado a una mujer originaria, Ava Guaraní, Reina del carnaval de tres generaciones, de la danza ancestral el “Pim Pim”. Angélica Miranda residía en Orán, Salta, luchadora por el territorio, perseguida, apresada y torturada por su lucha. Fallecida en marzo del 2021.
7.- ¿Cómo mujer latinoamericana, cómo ves el papel que juega la mujer en los pueblos originarios?
La mujer aborigen lamentablemente tiene muy poca participación, su cultura está atravesada por la religión, el sometimiento con muy pocos derechos y posibilidades a la hora de tener oportunidades. Son (muchas niñas madre) una realidad muy triste porque hacen un salto del ciclo vital y de niñas pasan a ser madres. Por supuesto que no están preparadas ni física ni mentalmente, son niñas madres, muchas de doce años y nadie las protege. Ni siquiera tienen derecho a planificar la familia. Estas mujeres sufren más discriminaciones por ser mujeres originarias, por ser negras, y por ser pobres. Muchas viven sometidas al padre, hermanos, religión, pareja, abuelo. Un gran padecimiento de estas mujeres es que muchas veces son inducidas a consumir drogas y ahí pierden hasta la vida, las utilizan de mula (contrabando de cocaína o marihuana, hojas de coca) ya que está muy cerca la frontera con Bolivia y Paraguay. También caen en el alcoholismo u otras adicciones de sus hijos. La experiencia con las comunidades sin duda, crea una nueva conciencia de humanidad, a su abandono, el estigma e indiferencia.
8.- Eres fundadora y presides la Asociación Cultural América Nativa, cuéntanos, por favor, sobre los planes y actividades de ACAN.
La ACAN- (Asociación Cultural América Nativa) nace en abril de 2019, es un colectivo cultural. Se trabaja por la inclusión social, la cultura y lucha por una transformación cultural, para visibilizar a los pueblos originarios de tanta marginalidad, existe invisibilidad. ACAN- es ese hijo deseado que uno busca con tanto amor y por sus venas corre sangre del indigenismo latinoamericano. Amamos la cultura como entidades de las sociedades. Trabajamos por la paz y los valores de respeto y reconocimiento al difundir todas las artes.
Un espacio de pertenencia dónde no nos sentimos censurados, se abren debates de temas sociales que ponen el acento en la cultura social y popular. Hacemos presentaciones de libros tres antologías, una impresa y dos digitales, también la biblioteca digital con lectura sin cargo. Además de hacer cinco eventos culturales, damos el servicio de edición de libros digitales, presentaciones de libros, cuadros. Cine, arquitectura, artes plásticas, literatura, música, fotografía. y con una mirada indigenista de dónde vienen nuestras raíces. Presentamos tres antologías con catorce países.
9.- Cuéntanos sobre las bibliotecas populares, ¿cómo nace la idea y cómo la llevas a cabo?
La verdad que cuando nació ACAN, no fue proyectado sino más bien estimulada por amigas, esas amigas que te quieren bien y desean el desarrollo. Un señor un día me consultó que pusieron una fundación que donaban comida, ropa, objetos, les habían dado un subsidio y querían hacer algo relacionado a la cultura, pero que ellos no tenían experiencia, por eso me consultaban, era el el señor Arnaldo Franco y la señora Luisina López, presidenta de Fundación Esperanza del Tercer Milenio. Bueno… yo le sugerí una biblioteca, ya que tenían lugar y era un barrio carenciado de la provincia de Corrientes. Les encantó la idea y yo me comprometí a juntarles libros y colaborar con ellos.
Bueno… así fue, envié libros, ellos también juntaron, y ¡cómo valoraron!, demasiado para mi gusto. Me llamaron y me dijeron que la biblioteca llevaría mi nombre, por escucharlos sin conocerlos, comprometerme y cumplir, claro que yo no estaba de acuerdo. A mi modo de ver, debe ir un escritor de su provincia que realmente los represente. Pero ellos ya lo habían gestionado y querían que fuera así. Luego cuando se enteraron en las comunidades, me empezaron a solicitar bibliotecas, así es que ya llevamos tres bibliotecas y no sé, realmente cuándo pararemos, creo que ya no paramos más. 10.- Déjanos un mensaje para las mujeres de hoy.
Mi mensaje a la mujer, no es otro que, recordarles, que todo lo que amamos viene de una mujer. Que se sientan valiosas, no deben juzgar a otras mujeres, no se dejen violentar nunca y nadie las subestima sin su consentimiento y debe ser una constante de lucha por sus derechos, también, el de otras mujeres. Está muy bueno, que logren respetarse a sí mismas. Que controlen su estima, estudiar es algo muy prometedor para lograr trabajar y tener libertad económica para no depender de otros (muchas veces el que da, condiciona) Decirles que el verdadero enemigo de nuestra cultura no es el hombre, es el patriarcado. La batalla cultural debe darse con hombres, mujeres y diversidad de género para deconstruir todo aquello que nos oprime. Hablen con sus hijos / hijas, que la violencia se sabe cómo empieza, pero nunca cómo termina. Que amen con pasión la vida que. es muy corta, única e irrepetible, a mi humilde entender, lo único que sostiene al mundo es el amor. Vivan la vida con poesía.
