Guayaquil, Ecuador- El arte volvió a convertirse en un puente hacia la esperanza. El viernes 19 de septiembre, en el emblemático Hemiciclo de la Rotonda de Guayaquil, se llevó a cabo la tercera edición del proyecto artístico “Manos unidas por la paz”, impulsado por el Movimiento Arte por la paz Ecuador, bajo el liderazgo del maestro Paul Coronel Flor y un grupo de artistas voluntarios.
El evento, auspiciado por Fundación Malecón 2000, la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas, ODAE Embajadoras de la paz, Fundación Nace cultura y la Revista Educación, reunió desde las 9h00 hasta las 18h00 a cientos de ciudadanos y visitantes extranjeros en una jornada que unió arte, participación ciudadana y un mensaje universal: la paz es un derecho de todos.
La dinámica fue tan sencilla como poderosa: niños, adolescentes y adultos plasmaron la huella de sus manos pintadas con los colores de la bandera ecuatoriana sobre una gran tela blanca, símbolo de paz. Después de dejar su marca, cada participante escribió pensamientos, deseos y emociones sobre un país con seguridad y armonía.
El objetivo es ambicioso: alcanzar las 2.000 palmas estampadas y con ello inscribir a Ecuador en el Récord Guinness por la tela más larga del mundo pintada con manos humanas. Hasta el cierre de la jornada ya se habían contabilizado 1.462 manos, y con la respuesta ciudadana se espera haber alcanzado la meta.
Más allá del récord, el espíritu del proyecto es claro: fomentar principios y valores humanos, generar conciencia colectiva y recordar que, como expresaron los organizadores, “sin justicia no hay paz, y sin paz no hay prosperidad”.
Este movimiento artístico, que ya se replica en países como España, Colombia, Venezuela, Chile, Uruguay y Argentina, es una expresión democrática y pacífica que conecta culturas y fronteras en vísperas del 21 de septiembre, Día Internacional de la Paz.
Una vez más, el arte demuestra que las manos, cuando se unen, pueden cambiar la historia.
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