POR EVARISTO VELASCO / DIRECTOR ESTATAL PRENSAMÉRICA.
 
AGUASCALIENTES MÉXICO.- Ya se instaló con toda propiedad el mes de noviembre, entre las costumbres ancestrales de mi patria, resalta el llamado Día de Muertos, como una de las costumbres más arraigadas en el desarrollo de las costumbres o filosofías tal vez más profundamente arraigadas en México. Desde el sur Chiapas, la península de Yucatán, Guerrero, Tabasco; en el altiplano, como Querétaro, Hidalgo, Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas; o en la costa del Atlántico: Veracruz y Tamaulipas; o en la costa del Pacífico: Michoacán, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Sonora o en el norte: Durando, Chihuahua, Nuevo León, e incluso en la Baja California; pero más en el Valle de México: Edo. De México, Puebla, Ciudad de México, Morelos; y por donde quiera, desde la última semana de octubre se comienza a preparar en todos los hogares y en los lugares públicos oficiales o no, altares de muertos dedicados a los difuntos de esos lugares en especial, pero en general para todos los que ya se nos adelantaron en el camino sin retorno.
Pero donde más se distinguen estos altares es directamente en los panteones y sepulcros en donde se establecen dichos altares; con flores de cempaxóchitl (flor de muertos), en donde se colocan los alimentos que le gustaron al difunto, así como sus bebidas, postres, cigarros y demás que al difunto le gustaban.
La idea es que en la noche del 2 de noviembre, los difuntos pueden abrir un portal por el cual visitan a sus seres queridos, y vienen a convivir con ellos una noche al año, recibiendo con mucho beneplácito, sus consejos, su alegría y sus preferencias. Ellos recibirán el cariño y apoyo de sus familiares y amigos, para que en el otro mundo cuenten con el recuerdo grato de sus amigos y familiares y pueda su espíritu continuar su viaje al inframundo; pero al mismo tiempo continúen aumentando su amor en la familia.
Es una forma de encontrar en la muerte un solo paso de la vida misma, sabiendo que todos los que nacen algún día morirán, pero que en su paso por el mundo de los vivos, sembraron amor, cariño, amistades. La muerte no es algo a lo que los mexicanos le tengamos miedo, sino otra forma de vida; pero ya sin dolores, ni padecimientos que los humanos tenemos en vida.
A continuación, les presento la forma en que los maestros y las autoridades de mi patria chica (Aguascalientes), buscan la perpetuación de nuestras costumbres milenarias, Especialmente como lo hacen en el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de Aguascalientes, a través de sus Colegios esparcidos por todo el Estado.
            
 
 
Histats.com © 2005-201