El periodismo ecuatoriano está de luto
HACE POCAS HORAS FALLECIÓ EL LCDO. ANTONIO MOLINA CASTRO, UN GRANDE DE LA COMUNICACIÓN Y EL HOMBRE QUE ENALTECIÓ EL PERIODISMO.
Con mucho pesar, comunico a la comunidad periodística guayaquileña, el sensible fallecimiento de quien en vida fue Lic. Antonio Molina Castro, acaecido hace pocos minutos en su domicilio. Molina fue un grande de la comunicación, la pluma que enalteció el periodismo, el hombre que estuvo comprometido con los altos intereses de la patria, el que denunció desde sus inicios, hace 60 años, la terrible corrupción en los gobiernos que hundieron al Ecuador en la desgracia, sobre todo en el área de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, donde al final, fue protagonista de hechos que denigran al trabajador activo y jubilado.
Antonio Molina fue un tribuno de la verdad, ya no podrá compartir sus editoriales. El paciente 12.564 para las estadísticas del IESS, que, en uno de sus últimos reportajes, con el título ¡AVE IESS, LOS QUE VAMOS A MORIR TE SALUDAN!, presagiando su destino final, acudió a su encuentro con el Todopoderoso, después de vivir un calvario que empezó el año anterior, en la consulta externa del IESS, luego en el hospital Los Ceibos y al final en el Teodoro Maldonado Carbo, esperando una promesa que jamás se concretó, el traslado a SOLCA.
Ya no leeremos sus editoriales con los seudónimos de: La Patria Boba, La Abuela Micaela, Juan Pablo Marat, El Pana Martín, Martín Santorio, los más chicos de su familia, no recibirán al Tío Pan, y extrañarán su presencia, así como también sus pocos amigos leales, notaremos su falta.
Se fue, creyendo que gente perversa y mal intencionada movió sus influencias negativas, para que no se le brinde las atenciones del caso y el traslado al hospital especializado de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer, que reclamó públicamente, a través de este servidor, que estuvo a su lado hasta sus últimos momentos.
¿Venganza por sus publicaciones o mala práctica médica?, eso solo lo sabe Dios Todopoderoso. Molina tenía previsto escribir todo lo que sucedió en su paso por los centros de salud de esta grande y maravillosa estructura de cemento y hierro, que es pura fachada, porque no cuenta con insumos, medicinas y médicos especializados para salvar vidas, sino que sirven para lucrar el millonario presupuesto, sin importarle el ser humano.
Desde este Portal, que fue una tribuna abierta para sus interesantes publicaciones, expresamos nuestras condolencias a sus hijos Glenda Susana, Lenin Antonio, Lester Xavier Molina Zerna, y Antonio Xavier, Eduardo José y Alexandra Lissette Molina Flores, hijos e hijas políticas, sobrinos, nietos y demás familiares.
De manera especial a su hermana Dra. Teresa América Molina Castro. Descanse en paz, querido compadre, maestro, amigo y colega. Aquí una reseña de su fructífera vida.
SUS INICIOS EN EL TELÉGRAFO
Molina, con formación académica en Ciencias Sociales y Sociología en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil, se inició en los más modestas posiciones periodísticas en el antiguo diario El Telégrafo, como corrector de pruebas y corrector de estilo, para luego ser redactor de planta y ejercer la Jefatura de Información, dirigiendo el equipo de reporteros de ese medio de comunicación –entonces independiente, hoy público—desde donde pasó a desempeñarse como Jefe de Noticias de diario Meridiano (1983), combinando esas actividades con las de Jefe de Redacción de La Segunda de Meridiano, un vespertino que hizo época en el periodismo guayaquileño hasta pocos años atrás que dejó de circular convertido ya en semanario, de amplio espectro noticioso y de análisis de la realidad nacional, así como también de La Tercera, Meridiano y El Tiempo de Quito.
Antes de la aparición de Meridiano (15 de agosto de 1983) Molina cumplió tareas periodísticas en diario El Tiempo de Quito, como corresponsal en Guayaquil, hasta su desaparición. Ha escrito publicaciones nacionales y especializadas de Estados Unidos y México dedicadas a la política, la cultura y el turismo. También fue corresponsal en Guayaquil de la agencia norteamericana de noticias Associated Press y se desempeñó como Corrector y dibujante en la Imprenta de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, de cuya institución más tarde fue miembro, en la Sección Medios de Comunicación.
Dentro del Grupo Editorial Meridiano, Antonio Molina manejó publicaciones semanales como Noti – Daule y Noti – Cantones, dedicados a servir a las poblaciones dauleñas y a la de los cantones de la provincia del Guayas, antes de ser desmembrados los cantones peninsulares de Salinas, La Libertad y Santa Elena.
MÚLTIPLES RECONOCIMIENTOS
Ha recibido múltiples reconocimientos de instituciones públicas y privadas, destacándose el Premio Nacional al Mejor Reportaje de prensa, que años atrás otorgaba la Unión Nacional de Periodistas del Ecuador; y ha recibido sendos pergaminos otorgados por el Congreso y del Gobierno Nacional a través del antiguo Ministerio del Trabajo, en diferentes períodos.
Molina ha dedicado buena parte de su existencia a producir periódicos alternativos (El Mundo, del Norte de Manabí y de la Península de Santa Elena, Prensa Libre y recientemente EL Pelucón), en los que expuso sus puntos de vista sobre la realidad social, política y económica del país, a parte de los mensajes y opiniones que vierte semanalmente en Meridiano sobre asuntos de interés colectivo.
Concomitantemente a su actividad específica de comunicador social, fue un activo gremialista en el periodismo guayaquileño junto a Carlos Cisneros Cuadrado, César Santana Bedoya y Bernardo Morales Garcés, con quienes integró un grupo de trabajo y de acción que logró el primer salario mínimo para los periodistas del Guayas, expedido por el Gobierno de la República, y una ciudadela al sur de Guayaquil, denominada Ciudadela del periodista que albergó a cien periodistas de prensa, radio y televisión, fotógrafos y camarógrafos y operadores de audio de algunas radioemisoras.
LA LEY DE PROFESIONALIZACIÓN
Bregó por muchos años por la profesionalización del periodista ecuatoriano hasta que se logró expedir la Ley del Ejercicio Profesional del Periodista (expedida el 18 de septiembre de 1975 por decreto supremo 799-B del general Guillermo Rodríguez Lara) que creó la Federación Nacional de Periodistas como único órgano rector del periodismo profesional y los Colegios provinciales de periodistas.
LOS JINETES DE LA NARCOCRACIA
Hace más de una década, Antonio Molina sorprendió al país con la publicación de un controvertido libro titulado “Los Jinetes de la Narcocracia”, en que reveló sus investigaciones periodísticas – que le consumieron 10 años de arduo y pesquisable trabajo—sobre los nexos de los políticos criollos con las mafias internacionales dedicadas a la producción y tráfico de drogas. Esa publicación, que está agotada, aún es polémica política, social y económica por el impacto que tuvo en la sociedad ecuatoriana de una década atrás.
También cumplió labores en el sector público en el Banco Nacional de Fomento como jefe de Relaciones Públicas y como Secretario Nacional de Información Pública, en el Litoral, adscrita a la Presidencia de la República.
Su velación se realizó en una de las salas del Cementerio Parque de la paz, de La Alborada, el 29 de julio, después de las 11h00.
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