Freddy Eduardo Viejo González
Presidente Nacional de la Red de Embajadores IDHECU
Ese no es solo un grito, es el eco de una herida abierta. Es el clamor de un pueblo que ha llorado a sus hijos, que ha sufrido la violencia, la indiferencia y el abandono. Pero también es la voz viva de una comunidad que se resiste a rendirse, que se organiza y se levanta. Hoy, como Presidente Nacional de la Red de Embajadores del Instituto de Derechos Humanos por la Democracia, la Paz y la No Violencia del Ecuador —la Real IDHECU— ejerzo un acompañamiento activo, consciente y comprometido con las familias, con la ciudadanía de este cantón valiente y con las causas justas. Estamos aquí como sociedad civil organizada, no para atacar, sino para exigir. No estamos contra el gobierno local ni nacional, pero sí les exigimos, con fundamento legal y moral, que cumplan con su deber constitucional. Porque proteger la vida, garantizar derechos y construir paz no es una opción: es una obligación.
Demandamos políticas públicas oportunas, eficaces y eficientes, construidas con el pueblo, desde el territorio, con enfoque humano y sin burocracia estéril. No podemos permitir que Playas siga perdiendo a su gente por la violencia, la falta de empleo o la desesperanza. Hoy, esta llave que recibimos no es símbolo de poder, sino de servicio. Representa el compromiso de seguir alzando la voz, de no callar ante la injusticia, de hacer que el dolor se transforme en acción y que la memoria de los que partieron sea una fuerza viva que impulse el cambio.
Desde IDHECU, reafirmamos nuestro respaldo a la ciudadanía organizada de Playas y nuestra exigencia a las autoridades:
¡Cumplan con su deber!
¡Den respuestas reales!
¡Garantícenle a este pueblo el derecho a vivir en paz!
Por playas y por todo el Ecuador,
¡Justicia!
¡Dignidad!
¡Y compromiso real con los derechos humanos!
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