En el año 1973 ha quedado en la historia de la cultura y de la música chilena como una fecha negra. No solo por el asesinato del gran canta autor Victor Jara. También otra nota musical fue silenciada ese año. El asesinato del Maestro Jorge Peña Hen, músico apasionado, creador, director de orquesta, pedagogo, organizador, cuya filantropía genero una obra en la enseñanza y la difusión de la música para los niños, proyecto inédito en la historia musical y educacional de nuestro país no ha tenido comparación. A los 45 años, cuando estaba en la plenitud de sus capacidades; cuando su trabajo con niños y jóvenes daba ya hermosos frutos, la voz de Jorge Peña Hen fue hecha enmudecer para siempre a sangre y a fuego.
Jorge Washington Peña Hen, compositor y maestro, fue asesinado por los militares miembros de la Caravana de la Muerte. El 16 de octubre de 1973, a la edad de 45 años y en plena facultad de sus capacidades, con el pretexto de cumplir un último interrogatorio para salir en libertad, Jorge Peña Hen fue trasladado junto a otros prisioneros hasta el Regimiento Arica, de La Serena, donde fue flagelado por horas y luego baleado en el cráneo, el mentón y ametrallado por la espalda, por los oficiales de la "Caravana de la Muerte", liderada por el General Sergio Arellano Stark por especial encargo del dictador Pinochet.
Peña Hen era peligroso para la dictadura, él tenía un sueño que se estaba haciendo realidad, la música llegaría a todos sin distinción de clase social, esos niños podrían ir por el mundo mostrando su arte. El maestro como pedagogo creó una nueva docencia musical masiva y dinámica, con el predicamento de que la educación para la belleza musical es una necesidad ineludible en la formación integral del hombre y que a la pedagogía le corresponde entregar y desarrollar el arte en todos los niveles como para lograr un desarrollo de las comunicaciones y para lograr el aprendizaje de la belleza. Entonces, él tenía la idea de que, a lo largo de todo Chile, debiera existir escuelas de artes, que encauzaran a todas las vocaciones, las destrezas de los niños, porque incluso él decía… "Yo me preocupo de la música, pero lo mismo puede hacerse en el deporte” …, que se preocupen de todas las vocaciones y destrezas de los niños y así lograr un desarrollo cultural masivo y efectivo”
El sueño del maestro se comienza a concretar en la fundación de la Escuela Experimental de Música de La Serena en 1965, dependiente de la Universidad de Chile, a través del Conservatorio Regional, y del Ministerio de Educación. Allí nacen las primeras orquestas infantiles de Chile y Sudamérica, producto de una experiencia única en América del Sur, basada en la incorporación de la enseñanza musical con vivencia instrumental, a la etapa básica de la Educación.
En 1973 contaba con tres orquestas de niños desde la edad de nueve años, tres bandas instrumentales y numerosos conjuntos de cámara, con los que realizó giras nacionales e internacionales, motivando el interés por imitarlo en otras ciudades.
Jorge Peña Hen fue detenido en La Serena y asesinado el 16 de octubre de 1973 en el Regimiento Arica de La Serena. Su legado musical, sin embargo, perdura y se eterniza en los niños que siguen haciendo música en las escuelas que inspiró. A 25 años de su muerte fue sepultado en el parque Pedro de Valdivia de La Serena, el 12 de diciembre de 1998. Desde el otoño de 2004, sus cenizas descansan en el Valle de Elqui.
En esta conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado esta columna es un breve pero significativo homenaje dedicado a la memoria del gran músico y educador chileno, impulsor de orquestas sinfónicas, coros, un conservatorio de música y escuelas artísticas experimentales.
Le preguntaron a Jorge Peña: ¿Qué es la Música? He aquí una pregunta que parece muy fácil, pero que en realidad no lo es. Todos creen saber el significado del Reino de Apolo, y lo definen así: «La Música es el arte de los sonidos», lo que yo considero absurdo. Pero entonces, dirán muchos, ¿Qué definición podremos dar que signifique más fielmente lo que es la Música? Al pensar así, creen que la Música no es otra cosa que una simple melodía que sirve para deleitar el oído, o para bailar. Pero no piensan que sea un medio de expresión, y es, a mi juicio, el medio de expresión más grande y espiritual del hombre.
El poeta se expresa por medio del lenguaje; en sus poesías él trata de decir lo que siente; pero ¿Hay palabras para poder expresar lo que él siente en su espíritu?, ¿hay palabras para hacer sentir a otra persona lo que él siente? No. El no puedo expresar su estado de ánimo, porque busca las palabras con qué expresarse, y al hacerlo los sentimientos no le salen puros; le salen transformados, metamorfoseados. Así pues, la Literatura no pasa más allá dé expresar lo material, lo exterior, el medio ambiente que nos rodea. Beethoven en una carta que escribió a Wilhelm Gerard, dice: «El describir pertenece a la Pintura; también la poesía puede considerarse feliz en cuanto a esto, en comparación con la música. Sus dominios no son tan limitados como el mío; pero en cambio los míos se extienden más lejos en otras regiones; y no es tan fácil llegar a mi imperio».
Del autor:
Miguel Ángel Rojas, Papá. Psicólogo, Profesor de Historia y Cs. Políticas. Psicopedagogo©. Post título en Orientación Vocacional, con estudios de Doctorado y Magister en Educación y Convivencia Escolar. Académico Universitario. Coach Motivacional y Asesor. Bombero Operativo y Libre Pensador.
Columnista en el Diario El Trabajo y Tehuelche Noticias. Ha escrito variados artículos en relación con la Psicología Educacional. Autor de los libros “Voyager 1, Viaje al Corazón” Guía Práctica para Trabajar el Autoestima” y “Desperté, Crónicas de la Revolución de Octubre”.