Que el bloque popular tenga una sola candidatura presidencial es una circunstancia muy importante, pero no es todo. Hay que desarrollar una campaña intensa para ganar a las masas. Son ocho los binomios que participarán en las elecciones presidenciales del 20 de agosto, pero eso no significa que los trabajadores y el pueblo tienen ocho alternativas: solo tiene una, el binomio Yaku Pérez – Nory Pineda, presentada por la alianza «Claro que se puede», conformada por Unidad Popular (listas 2), Partido Socialista (listas 17), Democracia Sí (listas 20), Somos Agua y que cuenta con el apoyo de otras organizaciones y fuerzas políticas.
El campo de las fuerzas democráticas y de izquierda, el campo popular, ha presentado una sola opción presidencial (Pérez – Pineda) y candidaturas unitarias en todo el país para la Asamblea Nacional, listas 2 – 17 – 20. No hay un precedente de una situación similar desde que el país retornó al régimen constitucional al finalizar la década de 1970, porque en las pocas ocasiones que del bloque popular se ha destacado una sola candidatura presidencial, para la legislatura se ha producido dispersión.
La prensa tradicional también presenta al correísmo como una candidatura de izquierda, pero no lo es. Correa y su banda representan los intereses económicos y políticos de una facción burguesa, que es la que más se benefició durante la década en la que fueron gobierno, representan también los intereses del capital extranjero, particularmente chino. Al finalizar la década correísta, todas las estadísticas oficiales dieron cuenta de cómo crecieron los ingresos de la banca, cómo crecieron y surgieron nuevos grupos empresariales poderosos; la gestión del correísmo —en el ámbito institucional— estuvo orientada a modernizar y fortalecer el Estado capitalista, para un mejor ejercicio del control político-social por parte de la burguesía y para facilitar la acumulación capitalista. También crearon un entramado jurídico para facilitar la corrupción, el robo de los recursos del Estado y garantizar la impunidad. No se puede ser de izquierda, ni representar a los trabajadores y al pueblo cuando se beneficia a la burguesía, al capital financiero imperialista y cuando se fortalece el Estado burgués.
El resto de candidaturas son más fácilmente identificadas con la derecha política, con los grupos empresariales, lo que da cuenta de un fraccionamiento de este sector. Pero no por ello significa que de manera automática se producirá una identificación del pueblo con el proyecto «Claro que se puede». La capacidad de la burguesía para engañar al pueblo es grande, las limitaciones políticas del pueblo también son evidentes, combinadas crean el caldo de cultivo del que se proyectan candidatos burgueses como supuestos redentores del pueblo. Que el bloque popular tenga una sola candidatura presidencial es una circunstancia muy importante, pero no es todo. Hay que desarrollar una campaña intensa para ganar a las masas, hay que recorrer el país con este tipo demensaje: hay que pelear voto a voto, para lograr el triunfo definitivo en bien del pueblo.