BARCELONA/ESP.- A lo largo de la historia, se ha relegado al olvido a muchas mujeres cuyas ideas y enseñanzas fueron fundamentales para el desarrollo del pensamiento occidental. Entre ellas destaca Aspasia de Mileto, una mujer cuya inteligencia, elocuencia y capacidad para el debate dejaron una huella imborrable en la Atenas Clásica. No obstante, como muchas otras filósofas, su legado fue deliberadamente minimizado e incluso borrado de los libros de historia. En este Día Internacional de la Mujer, es esencial rescatar su figura y reconocer su invaluable aporte al conocimiento y la educación.
Una mujer excepcional en la Atenas Clásica
Aspasia nació en Mileto, una próspera ciudad jonia, alrededor del año 470 a.C. En una época en la que las mujeres atenienses estaban confinadas al ámbito doméstico y apenas tenían acceso a la educación, Aspasia desafió estos límites. Se trasladó a Atenas, donde no tardó en convertirse en una figura clave en los círculos intelectuales y políticos de la ciudad.
Fue una de las mujeres más notables de la Grecia Clásica. Llegó a la capital con apenas veinte años y permaneció en la polis hasta el final de sus días. Gracias a la excepcional educación que había recibido—algo inusual para las mujeres de su tiempo—, destacó, sobre todo, por su intelecto. Junto con Pericles, el influyente líder ateniense con quien sostuvo una relación personal, convirtieron su hogar en un punto de encuentro para filósofos, políticos y artistas, y su influencia trascendió el ámbito personal, llegando a marcar la historia del pensamiento.
Aspasia y Sócrates: Maestra y discípulo
Aspasia fue una oradora extraordinaria y una experta en retórica. Enseñó el arte del discurso a algunos de los políticos y filósofos más destacados de su época. A poco de llegar a Atenas, instruyó en diversas materias a Sócrates, entre ellas la retórica, el arte del debate y la concepción del amor. Platón, en su diálogo "Menéxeno", menciona que Sócrates admiraba su capacidad oratoria y que aprendió de ella, lo que sugiere que Aspasia pudo haber influido en la evolución del método socrático basado en la dialéctica y el cuestionamiento crítico.
A pesar de su brillantez intelectual, Aspasia fue objeto de críticas y difamaciones, impulsadas por los prejuicios de una sociedad que no concebía que una mujer tuviera un papel relevante en la vida pública y filosófica. Su independencia y su relación con Pericles la convirtieron en blanco de ataques, y su legado fue opacado con el tiempo.
La invisibilización de las mujeres en la historia
Con el auge del cristianismo en los siglos posteriores, la idea de que las mujeres fueran líderes y maestras resultó inaceptable para las estructuras patriarcales emergentes. Como parte de un proceso sistemático, muchas filósofas y pensadoras fueron eliminadas de los relatos oficiales. Este fenómeno, documentado por historiadoras como Mary Ellen Waithe en "A History of Women Philosophers", evidencia cómo el conocimiento producido por mujeres fue omitido o minimizado en los textos académicos. Aspasia, junto con otras mujeres notables como Hipatia de Alejandría y Diotima de Mantinea, fue víctima de esta invisibilización.
Un legado que resiste al olvido
A pesar de la escasez de fuentes directas sobre su vida y obra, la figura de Aspasia sigue siendo un símbolo de la lucha por el reconocimiento de las mujeres en la filosofía y la educación. Su historia nos recuerda que, a lo largo de los siglos, muchas mujeres fueron silenciadas, pero sus ideas han perdurado, influyendo en generaciones posteriores.
En este Día Internacional de la Mujer, Aspasia de Mileto representa la necesidad de seguir reivindicando la participación femenina en el pensamiento y la reflexión. Su legado nos invita a cuestionar las narrativas históricas dominantes y a dar voz a aquellas mujeres que, como ella, desafiaron las normas de su tiempo para abrir caminos hacia un conocimiento más inclusivo y equitativo.
Bárbara Balbo.
PRENSAMÉRICA ESPAÑA.