A partir del 1 de julio de 2019 los costarricenses pondrán en practica la nueva Ley de Fortalecimiento de las finanzas públicas, que consiste en el cambio del impuesto general de ventas a impuesto de valor agregado.
Este cambio ha sido pospuesto por casi 20 años, siendo así una de las ultimas economías en aplicarlo, este cambio pretende que el gobierno consiga más recursos para hacerle frente a sus obligaciones, sin embargo, está rodeado de muchas dudas y falta de información.
Durante más de dos décadas los gobiernos en Costa Rica han intentado hacer reformas fiscales, logrando solamente tres reformas importantes desde 1978.
Así lo menciona Fernando Rodríguez Garro, exministro de Hacienda “1982: Reforma de la Ley del Impuesto General sobre las ventas. 1988: Reforma General de la Ley del Impuesto sobre la Renta y 1995: Reforma al Código Tributario”.
Algunos de los cambios que se han generado en el tiempo fueron en 1995, con la reforma de la Ley del Impuesto General de ventas se logró pasar de un 10% a un 15%, pero 18 meses después se bajó a 13%, como se mantiene hasta hoy; en 2003 aumentó el impuesto de renta.
Sin embargo, hacer cambios tributarios no soluciona el problema sino se disminuyen los gastos y se hace un estado eficiente, Costa Rica cuenta con 22 ministerios y 18 instituciones autónomas, entre otras instituciones, para un total de 84 instituciones públicas, las cuales hacen labores repetitivas, entorpecen el buen funcionamiento de la economía por el alto grado de burocracia y tramitología.
La incertidumbre que envuelve a los costarricenses está provocando locales vacíos en San José como hace mucho tiempo no se ve, unos 1.400 locales, esto es entre el 8 y 10 por ciento y un aumento de la economía informal.
El nuevo impuesto esta gravando servicios en los que antes no se pagaban impuestos, como gimnasio, servicios profesionales, salud, etc, sin embargo, hay que tomar en cuenta que el IVA es un impuesto progresivo, lo que quiere decir que pagarán más los que más tienen.
Como bien lo dice la Teoría Económica, al haber aumento en los impuestos y disminución en el Gasto Público, estaríamos contrayendo la economía, una economía ya contraída y con una tasa de desempleo del 11,3%; sin embargo, el gobierno por su parte ya aplicó cambios para que la economía no se contraiga, el Banco Central de Costa Rica disminuyó el encaje mínimo legal de un 15% a un 12%, bajó la tasa política monetaria, esto está provocando que los bancos comerciales bajen sus tasas de interés y traten de colocar sus excedentes en la parte productiva del país, como agricultura y Pymes, entre otras.
Economista. Lcda. Silvia Rojas Marchena.