Este 26 y 27 de noviembre se rinde la PSU. Para muchos jóvenes, significa una tremenda presión, muchos padres observan a sus hijos estresados y cansados. Para algunos la PSU es el paso para ser la primera generación universitaria en su familia, para otros es jugarse la entrada a una carrera universitaria o técnica. Pero todos concordamos que es un hito muy importante en la vida de todos los jóvenes, que, si bien no determina el futuro ni la felicidad, si puede condicionar las circunstancias en que se desarrollará la vocación y su futuro.
La Prueba de Selección Universitaria (PSU) es una prueba estandarizada, implementada en Chile desde el año 2003 para el proceso de admisión a la educación superior. Es preparada por el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (DEMRE) de la Universidad de Chile. La PSU es utilizada por las universidades chilenas pertenecientes a las instituciones llamadas “tradicionales”, y por ciertas universidades privadas adscritas. La PSU en sí es un conjunto de cuatro pruebas que se rinden en dos días. De estas cuatro pruebas, dos son obligatorias: Lenguaje y Matemática; Las dos restantes son optativas, pero es obligatoria al menos la elección de una: Historia y Ciencias Sociales y Ciencias. Esta prueba tiene un módulo común de Biología, Física y Química (orientado en el currículum nacional de los dos primeros años de educación media) y tres módulos electivos de los que se elige uno (Biología, Física o Química - referido al currículum los 3º y 4º años de educación media). La PSU consta de 80 preguntas y el estudiante dispone de 2 horas y 40 minutos para responderla. Para la determinación de la puntuación final de la PSU se convierten los puntos a una escala arbitraria, pero que sigue una distribución normal. Las puntuaciones finales tienen un valor entre 150 a 850 puntos. Aunque formalmente era una prueba transitoria antes de la implementación del nuevo Sistema de Ingreso a la Educación Superior (SIES), hasta la fecha este último no se ha aplicado, siendo la PSU en la práctica reemplazante de la Prueba de Aptitud Académica (PAA), que se usó en Chile entre 1966 y 2002.
Ya solo quedan casi dos meses para que finalice el presente año y miles de jóvenes deben tomar la decisión más importante de su vida. Preguntas como: ¿Qué voy a hacer con mi vida? ¿Qué carrera estudiare? dos preguntas que deben estar como un caleidoscopio en la cabeza de nuestros jóvenes. A esa tan corta edad. No es para nada fácil determinar qué se quiere hacer a futuro, y la profesión que se elija serán las herramientas que acompañen a los jóvenes toda su vida.
El experto en educación, Dr.© Miguel Ángel Rojas Pizarro, recomienda a los padres que en conjunto con sus hijos o pupilos deben informarse sobre la oferta académica que las universidades, los Institutos técnicos Profesionales y los Centros de Formación Técnica o postular a las FFAA. Para la postulación 2018, el Sistema Único de Admisión (SUA), que conforman 36 universidades a lo largo de todo el país con esta variada oferta, es fundamental investigar de manera minuciosa para elegir correctamente. A su vez es importante señalar, No guiarse solo con el puntaje de la PSU para decidir el futuro vocacional, ya que es un proceso largo de mucha reflexión y autoconocimiento propio.
¿Cómo acompañar a los jóvenes en este proceso de manera que se transforme en una experiencia positiva? Aunque es difícil eliminar el estrés, tenemos que señalar que el miedo y stress, no son conceptos malos en sí mismo, es una respuesta fisiológica a ciertos estímulos que nuestro sistema límbico nos coloca, en lo que se llama modo “alerta: huir o atacar”. ¿Como vencer el miedo, si nunca conocí el miedo? Hay que mirar el miedo como una etapa dentro de un aprendizaje, donde el miedo se convierta un motor que movilice mis intereses y gracias a él, pueda conseguir mis metas, venciendo todos los obstáculos y superando así todo miedo, es clave que los jóvenes se den cuenta de lo que cuestan las cosas en la vida, todo camino es difícil pero siempre con esfuerzo y sacrificio se llega a buen puerto y al final puedan gritarle a la vida “Soy Capaz de todo”.
El experto en educación el Dr.© Miguel Ángel Rojas Pizarro recomienda en razón a lo anterior, el rol de los padres y profesores es generar un vínculo y ser empático con lo que efectivamente están viviendo los jóvenes. Tampoco sería bueno aumentar ese estrés, ya sea criticándolos por lo poco que se esforzaron durante el año o persiguiéndolos todos los días para que estudien sin parar, solo motivados por el miedo a no alcanzar el puntaje.
Tomar esta decisión de vida, nunca es fácil, de modo que, si los jóvenes no tienen muy claro su futuro académico, en este artículo se busca de manera breve poder entregar algunas herramientas a los padres:
Primero es necesario inculcar en él alumno una actitud activa: a veces los jóvenes piensan que de forma divina se iluminarán y sabrán que carrera elegir. Eso nunca sucederá, los padres deben fomentar al tema, buscar, preguntar, e indagar acerca de las carreras que les interesen. Pero toda esta búsqueda debe nacer de los jóvenes, los padres solo deben apoyar. Ellos deben visita las universidades, ellos deben entrar a las clases, hablar con los estudiantes y profesionales de estas carreras. Es fundamental que los padres motiven a realizar estas tareas señalas y no los padres realizarla por ellos, por el hecho que generaríamos una generación de jóvenes intitules que no serán capaces de hacer nada por si solos y nunca serán independientes. Dentro de las competencias parentales es saber educar para dejar partir algún día a nuestros hijos, para que puedan desenvolverse solos por la vida.
Es fundamental invitar a los jóvenes que se pregunten por un momento en qué quieren ser y no en qué quieren estudiar. Es más importante que los jóvenes sepan qué quieren hacer durante toda su vida laboral, tener claro en dónde les gustaría trabajar, que preocuparse por lo que tienen que aprender o que ramos tienen que aprobar en la universidad para lograrlo.
¿Trabajarías gratis? Un indicador de que se ha elegido bien la carrera de estudio es invitando a los jóvenes a pensar, si estaría, dispuestos a ejercer su profesión incluso gratis. Si se busca trabajar solo por dinero, probablemente no le apasionara la elección de la carrera y seguramente en un futuro estará inconforme con su trabajo.
Sugiero visitar la página web portal MiFuturo.cl, del Ministerio de Educación, sitio que entrega ciertas recomendaciones para ayudar a los padres junto a los estudiantes a poder tomar la decisión correcta.
Por último, también hay un factor psicofisiológico que es fundamental considerar, al igual como decía el Filósofo griego Platón “Mens sāna in corpore sānō” (Mente Sana Cuerpo Sano). Aunque pasar noches en vela estudiando podría parecer la única opción antes de un examen final, el cuerpo necesita descansar. Además de ayudar a combatir el estrés, tu cerebro estará en mejores condiciones de procesar y recordar la información. Procura tener buena cantidad de horas de descanso en la noche.
Es importante realizar ejercicios de relajación dos veces al día, entre las múltiples alternativas, el Profesor Rojas Pizarro recomienda: Recostarse en una cama o silla cómodo, cerrar los ojos y relajar cada músculo del cuerpo, desde por los pies, hacia arriba, hasta la cabeza. Permanecer unos minutos en este estado antes de abrir los ojos, hacer una respiración profunda y retomar el estudio.
Deseo finalizar con esta frase de vida la cual resume de manera magistral todo lo que he señalado aquí:
“Cuando yo tenía 5 años, mi madre me decía que la felicidad era la clave de la vida. Cuando fui a la escuela, me preguntaron que quería ser cuando yo fuera grande. Yo respondí “feliz”. Me dijeron que yo no entendí la pregunta y yo les respondí, que ustedes no entendían la vida.
John Lennon.
Dr.(c) Miguel Angel Rojas Pizarro.
Magister en Educación.
Magister en Currículo y Evaluación.
Profesor de Historia y Cs. Políticas.
Estudiante de Psicología
@marojas007