La Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (MOE/OEA) presentó un informe preliminar en el que se detallan varias irregularidades registradas durante el cierre y escrutinio de los comicios generales celebrados en Ecuador, tanto en territorio nacional como en el extranjero.
Uno de los principales problemas detectados fue el uso de una tinta que, al doblar las papeletas, se transfería entre las opciones políticas debido a la simetría del diseño. Esta situación generó confusión entre los miembros de las juntas receptoras del voto (JRV) y provocó la anulación de sufragios en varios casos.
La Misión también observó que el 95% de las JRV contaban con presencia de delegados del movimiento RC-RETO y el 93% con delegados de ADN. Sin embargo, se evidenciaron inconsistencias en el proceso de escrutinio, como el desconocimiento del orden de los pasos establecidos, la falta de verificación de las firmas en las actas (anverso y reverso) y restricciones en el uso de dispositivos electrónicos tanto a delegados políticos (16% de las mesas observadas) como a observadores nacionales (7%).
A pesar de estas fallas, la OEA destacó el papel de los Coordinadores de Recinto, quienes orientaron a las JRV, y la participación activa de los delegados políticos en el control del proceso. Asimismo, la transmisión de resultados se desarrolló con rapidez y dentro de los protocolos establecidos en los recintos observados.
Durante la noche del 17 de abril, a las 20:00, la candidata de RC-RETO, Luisa González, expresó públicamente su desconocimiento de los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y solicitó un recuento de votos. No obstante, el CNE informó a las 20:15 que, con el 90.38% de actas procesadas, la tendencia era irreversible, dando como ganador al candidato de ADN, Daniel Noboa, con el 55.93% frente al 44.07% de González.
En la etapa post-electoral, para las 9:00 del día siguiente, varias provincias ya habían concluido con el escrutinio y los recuentos necesarios. Mientras tanto, otras jurisdicciones continuaban recibiendo paquetes electorales y organizando los Centros de Procesamiento Electoral (CPE) para avanzar con los respectivos procesos. La OEA continuará dando seguimiento al desarrollo de esta etapa y a cualquier reclamo que se derive del proceso electoral.