Barcelona España -: Así como durante la guerra civil española de 1936, el Gobierno envió alrededor de 25.000 niñas y niños a países como Francia, Inglaterra, la Unión Soviética, México, Argentina, Venezuela y Estados Unidos, entre otros, para darles protección ante los bombardeos y la violencia de aquellos tiempos; actualmente, España recibe a "menores extranjeros no acompañados” que huyen de conflictos armados, pobreza extrema u otras circunstancias difíciles en sus países de origen, llegando sin la compañía de sus madres, padres o tutores legales, en busca de refugio y de una oportunidad de vida digna.
Por aquel entonces, este colectivo era llamado “los niños de la guerra” o los “niños de Morelia” en el caso de México, debido a que un gran numero fue acogido en esta ciudad. Hoy, en España se los denomina MENAS, acrónimo que se refiere a "Menores Extranjeros No Acompañados”, pero que, desde que fue utilizado por primera vez en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en 2009, comenzó a relacionarse con un estereotipo negativo que ha derivado en racismo, sobre todo, por la representación de algunos medios de comunicación y la retórica política que les otorgaron una imagen peligrosa y violenta, influyendo en la opinión pública y dificultando su integración y su acceso a los derechos fundamentales.
Vengan de donde vengan, lo cierto es que su llegada genera un caldeado debate público y político, y así como hay quienes argumentan que se les debe brindar acogida y protección debido a su condición de menores y su situación de vulnerabilidad, otras personas sostienen que pueden representar una carga y un peligro para los sistemas de bienestar social y seguridad europeos.
El actual conflicto armado entre Israel y Palestina, ha generado una nueva ola de desplazamientos de la población de estos países, removiendo los prejuicios sobre esta cuestión y los discursos xenófobos que generan miedo y odio, como por ejemplo, la acusación de delincuencia, terrorismo, y de llevar a cabo actos de violencia machista; discursos que por lo general se difunden en redes sociales y portales informativos que responden a una ideología de extrema derecha. Tal es así, que datos oficiales sobre estos hechos son ignorados o tergiversados, como sucede con todo lo relacionado a la violencia de género y la delincuencia en las calles.
Tanto RTVe, como el diario El País, la Ong “Movimiento contra la Intolerancia” y el Consejo General del Poder Judicial (órgano de gobierno del poder judicial en España, que elabora informes trimestrales sobre las denuncias por violencia de género), aportan cifras que demuestran que los casos de violencia machista en España, son en su mayoría cometidos por hombres de nacionalidad española. Por ejemplo, en 2020, de las 48 mujeres asesinadas, 34 lo fueron por hombres nacidos en España, lo que representa el 70,8 % del total; y en 2021, de las 47 mujeres asesinadas por violencia de género, 36 fueron víctimas de agresores del mismo país, representando el 76,6 % de los asesinatos machistas existentes ese año. En cuanto a las denuncias por violencia de género, los datos indican que en el segundo trimestre de 2021 se presentaron 40.491 denuncias, de las cuales el 66,87 % correspondieron a mujeres con nacionalidad española, y si bien, no se especifica la nacionalidad de los agresores, se especula que la mayoría eran también españoles. Estas cifras demuestran que la violencia machista no es un problema característico de menores extranjeros no acompañados, sino que se trata de un conflicto social que afecta a todas las nacionalidades y culturas.
Otros datos que desmontan las noticias falsas sobre el tema, son los aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que proporciona cifras detalladas sobre los delitos cometidos en España, desglosados por tipo de delito y nacionalidad, y que informan que en 2019 la mayor parte de los condenados fueron de nacionalidad española (74,6%), frente a un 7,3% de delitos cometidos por habitantes de nacionalidades del continente africano. Por otro lado, el “Informe sobre la evolución de los delitos de odio en España 2022”, según información brindada por las Fuerzas de Seguridad del Estado, los delitos por racismo y xenofobia fueron los más numerosos (755), y los relacionados con discriminación por razón de sexo o género, han sido los que más aumentaron respecto al año anterior (77%). Por lo tanto, es imprescindible y urgente desmontar los mitos y las mentiras que rodean a estos menores extranjeros. Ello no puede ser excusa para negarles alojamiento, comida, atención médica, apoyo psicológico y todo lo necesario para que puedan afrontar con lo más básico sus dolorosas pérdidas y traumáticas experiencias.
El racismo y cualquier forma de discriminación deben ser una prioridad mundial y abordarse mediante programas de educación emocional, promoción de la diversidad y de la inclusión, y una lucha mediática contra la desinformación y los estereotipos y prejuicios que esta genera. La sensibilización y el diálogo constructivo pueden ayudar a cambiar actitudes hostiles y promover la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas, independientemente de su origen étnico o nacionalidad. Solo así se podrá construir una sociedad más justa, más democrática y más humana.
Crédito Bárbara Balbo