GUAYAQUIL ECUADOR.- Hace pocas horas, hoy martes 14 de abril de 2020 y en la tristemente célebre ciudad de Guayaquil, en Ecuador, dejó de existir uno de los íntimos amigos de Prensamérica Ecuador, tras sufrir en carne y alma el nefasto beso del Covid19 y también el frío olvido de quienes aseguraban ser sus amigos, nos referimos al artista chileno Ginés Contreras, quien ya desde hace varios meses venía sufriendo ese olvido del que hablamos.
RESEÑA ESPECIAL
Aquí compartimos nuevamente la última reseña de vida que publicamos hace pocos meses en Prensamérica, la realizó nuestro director nacional de Prensamérica Ecuador, Walter González Álvarez:
Cuando a inicios del 2013, a Ginés Contreras lo veíamos solitario y silencioso, alejado de la cátedra que había impartido cerca de 30 años en la FACSO, por culpa de un rector prepotente que de ningún modo al final le hizo pagar una justa y legal liquidación, ni fue defendido por su jefe inmediato aquel decano sumiso donde prestó sus servicios, jamás pensamos que a estas alturas de la vida y con 97 años a cuestas, Ginés Contreras iba a desaparecer para siempre de estos alrededores.
Aquel departamentito donde vivió con su adorada esposa, quien se adelantó al encuentro con Dios, fue desmantelado por los “desadaptados sociales” llevándose su más preciado tesoro, cuadros, pinturas y las cenizas de aquella mujer a quien amó hasta después de muerta, gente perversa que han de haber botado en cualquier parte, este cofre sagrado para su dueño. Nunca imaginamos que este famoso pintor que se refugió en Ecuador tras el asesinato de su amigo Salvador Allende, estaría sus últimos días en un hospicio, solo, sin amigos, colegas y abandonado a su suerte.
DESPEDIDA EN FACSO
Fue ese año, cuando el compañero en la docencia Ricardo López González, decidió brindarle en vida un sencillo homenaje de despedida pero lleno de calor humano, a quien se ganó el aprecio y consideración de quienes somos sus verdaderos amigos y compañeros.
Nunca estuvieron las autoridades de aquel entonces, como siempre estuvimos los que teníamos que estar, aquellos que eran los llamados a defender los derechos de docentes o cualquier servidor, jamás hicieron algo, no les interesaba, los fieles defensores habían fallecido.
Algo parecido le sucedió al autor de esta nota, cuando nadie lo defendió y lo pusieron a “órdenes del rector” por una falta que nunca cometió, pero que todos callaron. Ahí me di cuenta que no hay amigos solo compañeros oportunistas de aquellos que esperan que se muera uno para agarrar la “partida” para sus familiares, así no tengan nada de experiencia.
Siempre me unió una sincera amistad con Ginés Contreras, era la persona que le tramitaba los contratos y las órdenes de pago para este Maestro, chileno de nacimiento pero ecuatoriano de corazón.
¿QUIÉN ERA GINÉS CONTRERAS?
Napoleón Contreras Soto, su verdadero nombre, conocido artísticamente como Ginés Contreras, nació en Nacimiento, población cercana a Los Ángeles en Concepción, República de Chile, el 5 de mayo de 1922.
Desde muy pequeño demostró su inclinación por la pintura y creatividad, seguramente por la tranquilidad y paz de esa comuna centrada en la industria de cerámicas, ladrillos y en el rubro vitivinícola, que se destaca hoy por ser uno de los centros más importantes de la actividad industrial forestal y celulosa de Chile.
La ciudad de Nacimiento de Nuestro Señor fue fundada el 24 de diciembre de 1603 y fue su inspiración como ser humano, que siempre le caracterizó, pues sus obras se referían a los indígenas de la Patagonia y sus necesidades de justicia; aquello le hizo ganar un espacio substancial en la historia de la cultura chilena.
Es recordado como uno de los pintores más destacados en la década del 60 a 70, por su gran legado dejado a su natal Chile.
IDEAL SOCIALISTA
Ginés Contreras, por su ideal socialista, tuvo que exiliarse del cruel fascismo militarista de Augusto Pinochet y por más de cuatro décadas ha vivido en esta tierra que recibe a propios y extraños con pensamiento democrático.
Llegó a Quito en 1979, con su amigo y pintor Carlos Cotacce, habiendo vivido de su arte y sus conocimientos artísticos y culturales. Se afinca en Guayaquil y realiza sus primeras exposiciones en varias galerías y museos del puerto principal y del país, recordando de manera especial a la familia Roura.
Por ese mismo año llegó a la FACSO, a petición de Carlos “Coquín” Alvarado y Alba Chávez, para que dicte la asignatura de Artes Gráficas, en la época que esta unidad académica alquilaba las instalaciones del Instituto Coello, en el centro de la ciudad.
Allí le dieron la oportunidad para que comparta sus conocimientos con los estudiantes de la carrera de comunicación social, cuando esta Facultad empezaba con gran esplendor su desarrollo físico, académico y administrativo hasta convertirse en lo que es hoy, con predios propios y como ciudadela de comunicación.
SUS AÑORANZAS
Ginés Contreras, contó a este servidor, que su mente es como una cámara fotográfica y recordaba que al ex Presidente chileno Salvador Allende, su líder en su lucha social, lo retrató innumerables ocasiones. Por eso con sus recuerdos imborrables vividos en Chile y Ecuador, caminaba ataviado humildemente con su inseparable sombrerito blanco y un bastón de chonta por los alrededores de su entrañable Facultad. Saludaba a quienes le tomaban en cuenta, quizás otros no lo hacían por la precaria situación que atravesaba, pero le llenaba más de orgullo, dignidad, valores y virtudes, que muchos no lo tienen, ni lo tendrán.
SOLO Y TRISTE
A la muerte de su amor eterno, doña Filomena Quijada, recordaba diariamente con nostalgia a su querida esposa y compañera de vida, “que ni siquiera la muerte podrá extinguir”, decía con mucha pena y con sus ojos llenos de lágrimas.
Ya en la soledad, le acompañó un perrito, a quien románticamente le llamaba “Mena”, que viendo que no aparecía su amigo de tantos años, buscó otro camino. Ginés solo, triste, decepcionado y abandonado, tomó la determinación más grande, internarse en el Hospicio Corazón de Jesús, donde le dan el cariño y afecto familiar que tanta falta le hace en el ocaso de su existencia.
Allí se encuentra, atendido por enfermeros de este establecimiento de socorro al desvalido, esperando que Dios se acuerde de él y le llame para reencontrarse con su Filomena amada. Este es nuestro homenaje al amigo y compañero a quien siempre recordaré por su sencillez, humildad y responsabilidad.