En un emotivo y muy significativo acto, la Oficina de Información Pastoral Evangélica del Ecuador (Ofipeec) destacó la importancia del movimiento evangélico en Ecuador, rememorando su llegada y los significativos aportes realizados a lo largo de los años.
Para el efecto, Ofipeecrealizó un programa especial en la Iglesia Jesús Rey de Reyes en la ciudad de Guayaquil, siendo el pastor William Salazar Piloso, director de Ofipeec, quien hizo la reseña histórica sobre la entrada del evangelio al Ecuador de la Iglesia Unión Misionera a Guayaquil el 7 de julio de 1896 y el impacto duradero que ha tenido este movimiento en la comunidad cristiana de todo el País.
En el acto, se reflexionó sobre la continuidad de este legado en el contexto actual y la importancia de seguir exportando la transformación espiritual desde Ecuador hacia el mundo. El pastor Salazar indicó que el 7 de julio de 1896 se marcó un hito en la historia religiosa de Ecuador con la llegada, desde Kansas City (Estados Unidos) del vapor Alianza de la Iglesia Unión Misionera a Guayaquil, liderada por los misioneros Jorge Fisher, J.A. Strain y F.W. Farnoll.
Este movimiento fue portador de una carta de presentación firmada por Luis Felipe Carbo, ministro plenipotenciario del Ecuador en Estados Unidos, y dirigida al general Eloy Alfaro, cuyo gobierno dio paso a la libertad de culto en el país, generando un mensaje de esperanza y renovación espiritual que resonó profundamente en la sociedad ecuatoriana de la época.
LA EXPANSIÓN DEL MOVIMIENTO
Al recordar el tiempo transcurrido desde su establecimiento en Guayaquil, la influencia de la Iglesia Unión Misionera se expandió rápidamente. Así, entre 1902 y 1987, se consolidó la presencia de la Iglesia Evangélica Ecuatoriana Alianza Cristiana Misionera, cuyas sedes emblemáticas estuvieron ubicadas, la primera, en Av. Quito y 1° de mayo y, la segunda, en Rumichaca y Capitán Nájera. Estos templos no solo se convirtieron en centros de adoración, sino también en núcleos de actividad misionera y evangelística.
El enfoque misionero fue una característica distintiva de estas iglesias, las cuales establecieron congregaciones no solo en el País, sino en todo el continente americano. Los misioneros ecuatorianos comenzaron a ser reconocidos no solo por su devoción y fe, sino también por su capacidad de llevar el mensaje del evangelio más allá de las fronteras nacionales.
En la década de 1950, el movimiento evangélico en Ecuador se diversificó con la llegada de los bautistas y, posteriormente, en 1956, con la Iglesia del Evangelio Cuadrangular. Esta última en particular, fue testigo de un poderoso avivamiento en 1960, durante una cruzada de un mes en el Estadio Ramón Unamuno en Guayaquil, liderada por los misioneros mexicanos Roberto Aguirre y Roberto Espinoza. Este evento marcó un momento de gran crecimiento espiritual, con un número impresionante de conversiones que requirieron un aumento significativo en el número de obreros y líderes espirituales.
PROGRAMA DEL EVENTO
El maestro de ceremonia del evento estuvo a cargo del Secretario de Ofipeec, obispo Mario Alberto Pincay Salvatierra. Las palabras de bienvenida las pronunció la Ps. Maribel Salvatierra, esposa del pastor William Rodríguez, anfitrión de la iglesia Jesús Rey de Reyes. La oración de apertura la hizo el obispo Luis Fernando Villamar Padilla, Vicepresidente de Ofipeec. Por otra parte, la lectura bíblica la realizó la Magíster Mariana Alvarado Fariño, directora nacional de Prensamérica Ecuador y vicepresidenta del Colegio de Periodistas del Guayas.
Las alabanzas estuvieron a cargo del Ministerio Musical GR, de la academia de música Garage Records. La ofrenda fue presidida por el vocal de Ofipeec, Ramón Valenzuela Reátegui. La reflexión bíblica estuvo a cargo del obispo Álvaro Bajaña Cepeda, vocal de Ofipeec, y el agradecimiento y despedida lo efectuó el obispo Luis Riera Jiménez, también vocal de Ofipeec.