Con un mensaje directo a la población de Colima, México, Juan Ceja Flores, integrante de la Comisión Ejecutiva Estatal del Partido del Trabajo, se une a la exigencia por la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, en su declaración ante los medios de la localidad al afirmar: El PT respalda con firmeza, la reducción de la jornada laboral en el país, porque este partido es un aliado firme de quienes día a día, sostienen la economía desde sus puestos de trabajo. Resulta significativo ver en la actualidad como renacen estas demandas laborales que, durante siglos han provocado largas luchas políticas de hombres y mujeres por igual, quienes trabajaban en condiciones deplorables. Recientemente, por el 8 de marzo se recordaron las acciones de las trabajadoras de varios países en la búsqueda de la igualdad y la no discriminación.
Aquellas obreras textiles en plena revolución industrial de 1857, protestaron en las calles de Nueva York, para exigir reducción de la jornada laboral, aumento de sus sueldos pues recibían menos de la mitad que los hombres y el fin del trabajo infantil. Fueron brutalmente reprimidas por la Policía. Años después en 1886, se conocen de otras organizaciones del movimiento obrero inglés, que pelearon por disminución de la jornada laboral en las huelgas de Chicago.
No obstante en 1908, las mujeres obreras se declararon en huelga contra las malísimas condiciones laborales a que estaban sometidas, y fue allí, donde 129 trabajadoras textiles, murieron calcinadas en la fábrica Cotton Textile Factory, en un incendio provocado por sus dueños. Nuevamente, se tomaron las calles de Nueva York para disminuir el horario laboral.
La historia permite vestir con argumentos contundentes las viejas demandas que se renuevan para debate legislativo actual, porque desde su surgimiento, el sistema capitalista trastocó estructuralmente el conjunto de las relaciones humanas y las nociones sobre el tiempo y el trabajo, al introducir la novedad de las máquinas en la industria. Todo está escrito, sin olvidar que estos datos no contemplan al sector informal, donde no existen límites de horas y se carece de prestaciones imprescindibles.
Hoy por hoy, en Nuestra América, solamente tienen aprobada las 40 horas semanales como jornada laboral en los países de Ecuador, Chile, Colombia, Bahamas, Trinidad y Tobago para mejorar la calidad de vida de quienes trabajan y elevar la productividad, mientras que Argentina, Brasil, México y Venezuela, debaten iniciativas legislativas para su reducción.
Esa implementación y cumplimiento pueden variar entre naciones y resulta curioso en este debate, la resistencia entre países donde todavía mantienen jornadas de 44 y 48 horas promedio, como Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Cuba, México, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Algunos países, como Costa Rica, tienen un sistema de jornada mixta, con límites para las horas diarias y semanales.
La Organización Internacional del Trabajo OIT, reconoce que la jornada de 40 horas semanales, no necesariamente se traduce en una disminución de la productividad, como está demostrado en los países más productivos a nivel mundial entre ellos: Noruega, Irlanda, Luxemburgo y Suiza. Países como Dinamarca, Alemania y Países Bajos. https://www.record.com.mx/
Muchos otros argumentos demuestran la vigencia de las palabras de Carlos Marx 1818-1883, filósofo alemán quien afirmaba sobre la extensión de la jornada laboral que, será “el producto de una guerra civil prolongada y más o menos encubierta entre la clase capitalista y la clase obrera” https://www.laizquierdadiario.com/
En resumen, en México, se informó oficialmente que la medida se implementará paulatinamente hasta 2030, pero como la jornada de 40 horas, es un objetivo de calidad de vida, se saluda que el Partido del Trabajo, respalde con firmeza, la reducción de la jornada laboral en el país. La lucha continua.
@LetraClara