“El Poeta inmortal”.
GUAYAQUIL-PRENSAMÉRICA ECUADOR CGN NOTICIAS.- El 10 de junio del presente año se cumple el centenario de la muerte del poeta innolvidable Medardo Ángel Silva, uno de las más grandes figuras de las letras hispanoamericanas. Guayaquil ofrece este homenaje al joven escritor Medardo Ángel Silva, quien dejó imágenes hermosas de la ciudad de comienzos del siglo XX y una vasta producción literaria de altísimo valor, motivo por el cual ese día se visitará la tumba del laureado poeta, donde estarán presentes colegios de la ciudad de Guayaquil. Además, estará presente la Orquesta de Cámara del Colegio República de Francia que dirige Patricia López.
Antes de la romería habrá un pequeño acto que se iniciará con palabras del arquitecto Parsival Castro, además se leerá el poema “Mi Ciudad”, del libro Trompetas de oro, a cargo de Karina Gálvez, también el poema “Malecón Nocturno”, por el Dr. Fernando Macero, también estará la Soprano Astrid Achí y luego habrá el grupo de danza que estará a cargo de la artista Gloria Febres Cordero y luego se dejará una ofrenda floral en la tumba del poeta.
ALGO DE HISTORIA
Medardo Ángel Silva Rodas nació en Guayaquil un 8 de junio de 1898 su padre fue Enrique Silva Valdez y su madre la Sra. Mariana Rodas Moreira. A muy temprana edad quedo huérfano de padre, vivió en un chalet pequeñito y de madero junto a su madre. Sus estudios primarios los realizó en la Escuela Filantrópica. Cerca de su casa estaba el Cementerio General de Guayaquil, por lo que creció viendo el lento paso de los carruajes fúnebres y el cortejo de los deudos, de allí la fijación que el poeta expresaría más tarde hacia la muerte.
DEJÓ EL COLEGIO
Sus estudios secundarios los realizo en el Colegio Vicente Rocafuerte, pero por faltas de recursos tuvo que abandonarlos cuando cursaba el cuarto año. Luego de dejar el colegio entro a trabajar en una imprenta, además intentó publicar sus primeros poemas, los cuales fueron rechazados al principio por los diarios de Quito y Guayaquil.
PUBLICACIÓN DE POEMAS
Con el paso del tiempo sus poemas comenzaron hacer publicados en pequeñas revistas literarias y de esta manera poco a poco fue creciendo como escritor.
Su condición de autodidacta lo llevó a ejercer como maestro de escuela a pesar de no haber terminado el colegio. Silva llegó a leer francés, lo que le facilitó el contacto con la poesía de los simbolistas franceses Paul Verlaine, Arthur Rimbaud y Charles Baudelaire, a quienes consideró como sus más grandes referentes. El modernismo de Rubén Darío y el misticismo de Amado Nervo también influenciaron en su poesía. En 1915 sus poesías ya eran aceptadas en todos los diarios del país, tanto así que su nombre ya era considerado en los círculos poéticos y literarios de Guayaquil.
TRABAJÓ EN DIARIO EL TELÉGRAFO
Medardo Ángel Silva también trabajo en el diario de mayor circulación nacional El Telégrafo, donde logro publicar por entregas su novela (María Jesús).
La columna que escribía llevaba por nombre “Al Pasar”, escrito en lenguaje sencillo, de fácil comprensión y estilo depurado y estaba firmado con el seudónimo Jean D Agreve que correspondía al título de una novela escrita en francés por el novelista Eugene María Melchior de Vogue.
Por ausencia del director de la página “Los jueves literarios” don Manuel Eduardo Castillo viajó a Chile en funciones diplomáticas, Medardo Ángel Silva asumió la dirección.
Sus compañeros reconocían en el talentoso periodista, escritor e inspirado poeta, su habitual sencillez, su sonrisa a flor de labio, su vestir elegante, ordenado y pulcro, se notaba su timidez y temor de reunirse en público en plazas públicas y gran concurrencia de gente debido a sus complejos y traumas.
ÚNICO LIBRO DE POESÍA
A pesar de los problemas económicos, en 1918 logro publicar su primer y único libro de poesías titulado “El Árbol del Bien y del Mal”. Haciendo un esfuerzo económico solo logro imprimir 100 copias de su libro.
SU AMOR IMPOSIBLE
El amor imposible del poeta fue Rosa Amada Villegas Morán, quien tenía 15 años de edad y él estaba próximo a cumplir 21 años, por la buena relación de la familia, hicieron encender la hoguera de la pasión en el escritor y poeta, pero en ella no, quien no correspondía a los mensajes de amor, ni siquiera lo quería acompañar por las calles de la ciudad. El poeta era muy admirado y solicitado por las jóvenes de la época, que eran de elite social alta, pero no le interesaba, por eso se sentía molesto por ser despreciado por la mujer a quien amaba y a veces recurría a sus dotes de poeta y componía lindos versos para ella.
MUERTE DE MEDARDO ÁNGEL SILVA
La muerte de Medardo Ángel Silva, uno de los más grandes poetas líricos de nuestra patria sigue siendo un misterio sin esclarecer.
A las 20h00 del 10 de junio de 1919 el poeta visitó a su enamorada en su casa familiar, que estaba cerca de él y se reunió con ella y se puso a dibujar caricaturas y recitar versos del algún poeta que le gustaba, luego tomo un vaso de agua e indico que se retiraba. Luego de 15 minutos volvió y le dijo a la madre de su enamorada que quería hablar con ella a sola y ella dijo que no había problema pero que lleve unalampara porque la sala estaba oscura.
Ya en la sala Medardo se sentó en un sillón mientras que la chica en una silla y mirándolas a los ojos les dijo que se acerque más y que le atienda cinco minutos.
Ella se paro de la silla y cuando se disponía acercarse a él escucho una detonación de revolver que portaba el escritor, asustada volvió la cara a su enamorado que yacía en el suelo muerto.
Entre el alboroto mucha gente subió y luego fueron a informarle a la madre del poeta quien cogió con algunos vecinos el cuerpo de su hijo para luego llevarlo a enterrar
Murió dos días después de haber cumplido 21 años (10 de junio de 1919), se pegó un tiro en la cabeza por amor a su novia que le había dejado, el deceso fue declarado como un suicidio.
CONMOCIÓN NACIONAL
Los titulares que traían los periódicos en aquella época para informar del trágico final del poeta Medardo Ángel Silva, conmocionaron al país, especialmente en Diario El Telégrafo, en el cual colaboraba el fallecido periodista Silva. Varios medios de comunicación se aprovecharon de la popularidad para mantener atentos a sus lectores, con un manifiesto afán sensacionalista, lleno de morbo.