Sin proyecto de Patria, no hay posibilidad de futuro. Su retórica es “anti” y plagada de significantes vacíos. Lo único claro es un afán privatizador y de enriquecimiento de grupo. Esto tiene un nombre: PLUTOCRACIA. La derecha no tiene programa. Su único consenso es odiar al correismo. Aunque el país se siga hundiendo más y más.
Hubiese sido totalmente diferente escuchar una propuesta de derecha desarrollista:
“Ecuador potencia del conocimiento. Retornarán un millón de los ecuatorianos que migraron. Su talento y su capital pondrán a producir el país. Las universidades e institutos se articularán a los gremios industriales en cada provincia. Las becas se programarán en conjunto con la empresa privada y la economía popular. Desecharemos al FMI para constituir un consejo científico y tecnológico con la industria privada para guiar la política económica. Eliminaremos cinco trámites al día con digitalización e inteligencia artificial y potenciaremos el desarrollo de la pequeña y mediana empresa. Y con un crecimiento inclusivo, con el retorno de 30.000 millones de las fortunas de quienes están aquí invitados a esta ceremonia, vamos a generar la expansión económica más grande de la historia del Ecuador. Y con el crecimiento, el desarrollo, el empleo y las mejoras salariales sostenidas, le quitaremos la base social a la economía del crimen organizado…”.
Los influencer$ de derecha hoy en el poder no tienen programa. Quise escuchar luces, quise desesperadamente encontrar esperanzas y pistas. Pero no. No hay esperanza para mi Patria. No mientras la oligarquía no tenga un programa de país. La sangre seguirá corriendo y los cerebros seguirán migrando. No hay esperanza mientras ellos solo piensen en lucrar del resto y compensar con un Instagram caritativo. Es la izquierda la que tiene programa. Se llama progresismo 2.0 del buen vivir.