ARMANDO ARÉVALO HERNÁNDEZ / DOCTOR EN CIENCIAS.
Cuándo fui estudiante de ciencias, me hicieron comprar un libro de Mario Bunge "La Ciencia, su Método y Filosofía", que nos hicieron leer como principiantes de ciencias (no es el único libro que publicó), él acaba de morir el año 2020, de Covid 19, con una edad de 101 años, ya que nació en 1919 en La Florida, Argentina, este artículo lo escribo en su memoria.
Este libro que me hicieron leer en el primer semestre de ciencias, consta de cuatro capítulos: ¿Qué es la ciencia?, ¿Cuál es el método de la ciencia?, ¿Qué significa “ley científica”? y “Filosofar científicamente”. En cada uno de ellos aflora el pensamiento de Bunge con excepcional profundidad. Tengo preferencia por el primer capítulo en el que esclarece en forma magistral lo que es, en verdad, la ciencia, y por el último, en él traza las líneas maestras sobre cómo filosofar científicamente y cómo encarar la ciencia filosóficamente, pero lo más importante de todo es que hoy con varios años de experiencia científica, veo que su libro viene a encarar los problemas más importantes no solo de la filosofía de la ciencias, sino de la sociologia de las ciencias, como lo vamos a ver en este mismo artículo.
Bunge haciendo un análisis sobre la filosofía de las ciencias en la actualidad, plantea que no basta con filosofar acerca de la ciencias y sus problemas, pues como dice el filósofo moderno Will Durant "en estos tiempos, hay bastantes personas que saben mucho de muy poco (se les llama especialistas) y pocas personas que saben mucho bastantes temas (les llaman mente diversas, antes recibían el nombre de filósofos). Durant dice, "el nivel de ciencia al que hemos llegado, obliga a los profesionistas a especializarse y entre más especializados estén, más credibilidad tendrán en su profesión, de ahí que se vean impelidos a hacer maestrías y doctorados en su área de especialización. Si vemos en la Grecia antigua, los fiolósofos sabían de muchos temas con esto tenían para echar a andar sus neuronas y su cerebro y crear todo un sistema filosófico, eso sí, lleno de errores pero también con algunos aciertos, es el caso de Aristóteles, sólo por mencionar uno de esos filósofos griegos de mente diversa o filosofía diversa, si así le queremos llamar, pero ese tipo de filósofos ya desaparecieron, porque ahora son equipos interdiciplinarios los que hacen la nueva filosofía de las ciencias, de la "NUEVA ERA".
Más sin embargo el problema fundamental que plantea no solo es sobre la filosofía de las ciencias, sino que también plantea una sociología de las ciencias, ¿qué implica esta frase, aparentemente tan simple? Su implicación es muy grande, porque primeramente se hacen preguntas como las siguientes ¿los nuevos descubrimientos científicos cómo afectan al desarrollo de la sociedad? ¿Este nuevo desarrollo afecta a la evolución y crecimiento de la ciencias? Si lo vemos friamente se da una dialéctica entre ambas preguntas y no cabe duda que esa dialéctica es la respuesta, porque con el primer descubrimiento o avance científico se vino un avance social, modificándose esta en su actuar, que a la vez preparó para más descubrimientos científicos y así se va dando un avance en ambos términos (sociedad y ciencia), a tal grado se ha dado esta dialéctica que bien podríamos afirmar que la sociedades modernas se han hecho codependientes de los avances científicos actuales (hace 70 años no ocupabamos internet, electricidad, energía atómica y un sin fin de inventos científicos que ahora los vemos sumamente necesarios, porque nos hemos hecho codependientes de ellos.
Hemos llegado a tales niveles que el humano de hoy juega a ser Dios, manipulando el ADN de animales y también el humano, por eso su Santidad el Papa Juan Pablo II, se refirió a los genetistas como prosélitos del diablo y no tuvo empacho en decir, "todo aquel genetista que manipule el ADN humano (la dignidad humana hereditaria), queda Ipso Factum, excomulgado del seno de la Santa Madre Iglesia Católica", estas frases las vertió cuando se estaba dando la famosa clonación de la oveja Dolly, porque bien sabían que si lo lograban con una oveja, lo podrían hacer con el humano y eso es lo que la iglesia católica quería evitar, la clonación humana, porque eso atentaría contra principios religiosos, como la existencia del alma, pues al hacer un clon humano, la primera pregunta que se tendría que contestar es, ¿el clon, tiene alma? Máxime cuando es hecho en laboratorio, en forma antinatural pues son niños de probeta, en caso de que se clonara a la humanidad.
Hoy, se sabe que la clonación ha tenido éxito en diversas especies, por lo que sería mucho muy fácil clonar humanos y si no se hace es por las implicaciones éticas, morales, políticas y sociales, mas que la famosa excomunión de su Santidad, porque la mayoría de los científicos están fuera del contexto religioso de alguna iglesia (no se dejan manipular por líderes religiosos, que no saben nada de ciencias). En este ejemplo, vemos claramente como un avance científico (como la clonación), tiene implicación sociológica y viceversa, el sentir social trata de normar o regular el avance de la ciencia, en este caso, el Papa Juan Pablo, trató de regular la clonación humana, más sin embargo, por no ser él una autoridad científica, sino solamente un líder religioso para sus feligreses (pero no todo el mundo es católico), lo más seguro que no sea esta amenaza de excomunión la que ha parado la clonación humana, sino reglas de índole social, pero no religiosas.
Escribí sobre los peligros que implica usar las sustancias cloradas, basándome en los más recientes estudios de la ciencia y los científicos al respecto, incluso en los resultados de mi tesis de doctorado, trabaje investigando sobre los Compuestos Órgano Clorados y su toxícidad. En el artículo reporto lo que la EPA y la FDA de Estados Unidos, los máximos organismos mundiales en clasificar la toxocidad y peligrosidad de las sustancias, consideran al dióxido de cloro como dañino a la salud humana, por lo que varios organismos de salud en diversos países lo han prohíbido, me llevé la sorpresa de que varias personas me escribieron defendiéndo al dióxido de cloro, ya que lo están consumiendo, acusándome de que yo estaba de parte de las grandes empresas famaceuticas que buscan el lucro. Estos defensores del dióxido de cloro, en su gran mayoría (por no decir el 99%), no son científicos, ni tienen conocimiento de lo que es la investigación científica, pero afirman que varios médicos y químicos avalan el uso de esta sustancia, claro, porque esas personas que la avalan, no son expertos en investigación científica, sino que un médico se dedica a recetar, lo que las farmaceuticas le recomiendan y se supone que esos medicamentos ya pasaron por un protocolo de investigación. Aquí cabe hacer la pregunta, la investigación científica sobre las sustancias cloradas, afectará socialmente a tomar conciencia en quienes de manera indiscriminada se autoenvenenan al consumir una sustancia que está considerada por los organismos internacionales de sanidad como dañinas a la salud humana? o ¿la desinformación reinante sobre estas sustancias será la que imperará en el ánimo de la sociedad que consume el dióxido de cloro?, como me dijo una lectora, "mis hermanas lo consumen y les enseñé tu artículo, su respuesta fue que no dejaran de consumirlo, pues prefieren morir de los daños colaterales que a la larga provoca el uso de esta sustancia a morir del Covid 19. Claramente vemos que estamos ante una de las problemáticas que plantea Mario Bunge, ¿ciencia afecta a la sociedad? ¿El sentir de la sociedad afecta a la ciencia? ahorita estamos en esta encrucijada, ¿ciencia o desinformación científica para la sociedad? Lo bueno, que existe libertad para escoger uno u otro camino, con sus respectivas consecuencias, en cada uno de los caminos que se eliga, terminemos este artículo diciendo que efectivamente, la sociología de la ciencia se ha dado desde el primer invento o descubrimiento científico, hasta la actualidad, así lo demuestra la problemática que se ha vivido, con esto del Covid 19, las vacunas, el uso del dióxido de cloro, y los problemas económicos derivado de las acciones que han tomado los gobiernos del mundo, para contrarrestar los miles de muertes que se han venido dando, más sin embargo los amantes de las teorías conspirativas, dicen que están muriendo cientos de muerte por haberse vacunado, también afirman que el virus fue creado artificialmente también con fines de exterminio, estos afirman que la agenda 20-30, va dirigida a acabar con la mitad de la humanidad, por ende la ciencia la encaminan a tal fin, es lo que argumentan.
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