ARMANDO ARÉVALO HERNÁNDEZ / DOCTOR EN CIENCIAS
La forma en que los atenienses practicaban la democracia, era más bien una oligarquía democrática, que una verdadera democracia, pues el poder lo ejercían unos cuántos y no el pueblo en general (no tomaban en cuenta a mujeres, niños y esclavos) era una naciente democracia, con esos defectos, basada en la superioridad del hombre.
En México, tenemos intelectuales y periodistas que analizan la democracia, desde su muy particular punto de vista, así, Enrique Krause, planteó que “los intelectuales contemporáneos de él, tenían una desesperanza porque veían que no se consolidaba una democracia real en México, llevándose en la práctica una democracia simulada practicada por la dictadura perfecta que ejercía el otrora poderoso PRI”.
Aquí es donde entendemos que en una verdadera democracia, los partidos políticos juegan un papel importante, en teoría no deberían ser satélites de ningún otro partido, ni formar alianzas con el fin único de luchar por el poder mismo, sino partidos reales con misión y visión y una verdadera ideología de un proyecto de México que sus militantes desean. La Constitución de México, establece claramente que los partidos políticos son entidades de interés público, donde se integran militantes afines a un proyecto de nación, que tienen estructura y organización, para así poder participar en las elecciones, llevando a la gente de pueblo a la representación del mismo, para la toma de decisiones que se dirigen a su proyecto de nación que tienen, por medio de elecciones que en el caso de México, tenemos un individuo igual a un voto.
Los cambios que se han dado en nuestro país, obedecen precisamente a esa democracia incipiente que está caminando después de 75 años de parálisis democrática, anquilosada y pútrida, dicho en palabras mismas de Krause, “una dictadura Perfecta”
La democracia va más allá de la perspectiva electoral solamente, se entiende como un sistema que promueve y permite el respeto irrestricto de los derechos y libertades de las personas, la creación de oportunidades iguales para todos (no sólo para la clase pudiente), atacando la pobreza, así como la vigencia del estado de derecho, la formación de valores de igualdad, tolerancia y respeto mutuo a las diferencias, los cuales son fundamento básico de las relaciones sociales pacíficas, y base de la democracia (demos= pueblo), el pueblo de México es pluricultural, con diversas clases sociales.
Más sin embargo, en nuestro país existe dos proyectos mayoritarios de nación muy diferentes, le eterna lucha de conservadores contra liberales en la historia de nuestro país, lucha que en más de algún momento de nuestra historia fue fratricida, olvidando que todos somos hijos de la misma patria. Cada proyecto velando por sí y sus intereses.
En tiempos modernos de nuestro país, cuando el PAN, llegó por primera vez al poder en julio del 2,000 el pueblo esperaba un cambio real y lo que hizo Vicente Fox y luego Felipe Calderón, fue una simulación donde hundieron al país en la más cruenta guerra, con miles de muertos (principalmente en la época de Calderón). El cambio que el pueblo esperaba por medio del PAN, nunca llegó, alentando así a que millones volvieran a votar por el antiguo régimen (dándose fraude hacia AMLO, en dos ocasiones, evitándole ser Presidente Legal de México, siendo hasta la tercera vez que se le reconoció su triunfo en forma masiva, 36 millones de votos, jamás sacados por el PAN, PRI y ningún otro partido).
Así pues, volvieron a votar por el PRI, con Peña Nieto, pero el cambio nunca llegó, la corrupción era el pan de cada día (los escándalos de las toallas, de la casa blanca y otros chismes más), abonaron para que en el 2018, ganara el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), obteniendo el triunfo su líder Andrés Manuel López Obrador.
Con el triunfo de Morena, los antiguos aliados de AMLO, se convirtieron en sus opositores, así, PRD, PAN, PRI, MC, recalcitrantes como lo son, empezaron una pelea contra él y su partido, por medio de una gran campaña de desprestigio, que de no haber sido por las mañaneras, tal vez hubieran logrado su objetivo, pero no han logrado dañarlo en lo más mínimo, incluso algunas encuestas indican que su popularidad se ha ido incrementando en el país, mientras que las encuestas internacionales lo ubican como el segundo más popular presidente del mundo.
Tomando lo anterior en cuenta, el régimen democrático de México actual (bajo el régimen de AMLO), tiene las siguientes características: - Se fomenta el pluralismo. Se permite la competencia político-electoral. Se celebran elecciones auténticas. - Se respeta el principio de mayoría, se lucha contra la corrupción, más sin embargo, bien podríamos afirmar que a su movimiento (Morena), se le puede considerar el nuevo PRI, pues en sus filas militan desde dinosaurios del PRI, hasta personas que fueron muy malos políticos cuando militaban en el PRI.
Aun así, Morena, ha ido ganando en varios estados que anteriormente eran o del PRI, o del PAN, o como hoy le llaman, PRIAN, debilitándose así los partidos que otrora fueron hegemónicos. Según cálculos once millones son conservadores y fueron quienes votaron en contra de AMLO, pero perdieron contra 36 millones que votaron por él y su movimiento, si sumamos nos da una cantidad de 47 millones de la población mexicana que sí votaron, pero 73 millones se abstuvieron de votar, esto es, fue una mayoría la que no votó. Ya vimos que en Atenas, las mujeres, esclavos y extranjeros no podían votar en las asambleas, dicen los historiadores que una gran mayoría eran esclavos, que sumados a los niños, mujeres y extranjeros, daba una gran mayoría que no votaban también, pero la diferencia estriba en que en México existen todas las condiciones para que los 120 millones puedan votar, su ausencia en las urnas indica gran indiferencia política, porque se decía, “para que voy a votar si siempre gana el PRI”, esa inercia ha quedado en esa mayoría que se abstienen de ir a sufragar, pero dice un refrán mexicano “qué el que calla otorga”.
Si en las elecciones de este año 2024, se lograra que voten esa mayoría que no lo hace, entonces podríamos decir, que la democracia en México realmente se ha despertado, porque mientras exista el abstencionismo como una mayoría, no podemos afirmar que existe una real democracia en México, pues estaríamos como los atenienses, donde no permitían votar a la mayoría de la población de Atenas, las razones son diferentes pero el resultado es muy similar, no se practica una verdadera democracia. Por lógica, se sobreentiende que donde tienen que hacer su trabajo los partidos políticos es con esos 73 millones de mexicanos que no votan, sólo que la gran mayoría son sumamente pobres, producto de esa pobreza que 75 años que la dictadura perfecta produjo y que por lo mismo les da igual votar o no votar. Ya veremos en este 2024, si hubo avance en la democracia mexicana, esto es, donde un mexicano un voto, donde todos los mexicanos voten, no sólo un porcentaje, reitero, mientras sólo sea un porcentaje el que vote, sin importar quien gane ni el partido que gane, no habrá una verdadera democracia, además de que tiene que tener cuidado que ningún partido en elección haga trampa, común en México, por eso la trasparencia clara y la presencia de observadores internacionales coadyuvarán a una mejor democracia mexicana.
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