LIMÓN COSTA RICA. - La ciudad de Limón amanecerá envuelta en un manto de sol tropical y espíritu ancestral. Este domingo 31 de agosto la tierra del Rice and beans vibrará desde el alba con el eco de tambores, la cadencia de los ukeleles y el bronce brillante de las trompetas, anunciando que el Gran Gala Parade 2025 está por comenzar. La arteria principal de la ciudad se convertirá en una pasarela viva de historia, dignidad y belleza afrocostarricense.
Se trata del eco viviente de la Declaración que en 1920 se dio en el Madison Square Garden, New York, cuando se estableció el hito fundamental que sentó las bases para la reivindicación y reconocimiento global de los derechos de los pueblos afrodescendientes. Desde entonces, esas raíces se han mantenido vivas en Costa Rica, plasmándose en celebraciones como el Día de la Persona Negra y la Cultura Afrocostarricense, y expresándose con fuerza y orgullo en eventos emblemáticos como el Gran Gala Parade de Limón.
Miles de personas se congregarán para presenciar el desfile que, por vigésima sexta ocasión, transformará a Limón en el epicentro de la cultura afrodescendiente en Costa Rica. Los trajes desbordaban plumas, lentejuelas y telas de wax africano en tonos encendidos; las comparsas, con sus giros hipnóticos y pasos ensayados con devoción, marcharánn al ritmo de calipso, reggae y soca, narrando con el cuerpo una historia que se niega a ser olvidada.
(Ricardo Hanson es uno de los masones costarricenses que participará este año en el Gran Gala Parade >>>)
El desfile, elevado en 2022 al rango de Patrimonio Cultural Inmaterial, desborda un 2025 con más fuerza que nunca. Las carrozas, verdaderas obras de arte rodantes, desfilarán con mensajes de justicia, memoria y resistencia, entre banderas ondeando con orgullo y niños ondeando pañuelos multicolores.
Invitados internacionales de Jamaica, Ghana, Haití y Panamá ,aportarán su fuego y sus raíces al festín, mientras reporteros corran entre el gentío buscando el mejor ángulo, la toma más poderosa, la voz que resumiera tanto esplendor. Las autoridades nacionales, ministros y líderes comunales, caminarán entre la gente, algunos bailando, otros saludando, todos rendidos ante el espíritu vivo de Limón.
MASONERÍA DE FRENTE
La Masonería Costarricense, fiel a su compromiso con los valores universales de libertad, igualdad y fraternidad, también se hará presente. El Gran Maestro Philippe Quesada Jassoud, preparando sus joyas e indumentaria masónica, habló con nuestro medio para comentar que «el 31 de agosto de cada año, desde 1999, constituye una fecha de profundo significado para Costa Rica: la celebración del Día de la Persona Negra y la Cultura Afrocostarricense. En la provincia de Limón se entrelazan la historia, la identidad y la diversidad cultural que enriquecen nuestra nación. En este contexto, la Masonería costarricense se une con orgullo y respeto a la conmemoración, reafirmando los lazos fraternales que nos unen con la comunidad afrodescendiente.
La presencia de los Masones en el Grand Gala Parade de Limón no es un acto protocolario más. Es la manifestación visible de un compromiso histórico y fraternal. Limón ha sido cuna de valiosas contribuciones a nuestra sociedad, y también ha brindado a la Masonería hombres libres y de buenas costumbres que, desde su identidad afrocaribeña, han fortalecido la Orden y le han dado un sello de universalidad y hermandad real», comentó la máxima autoridad de la masonería costarricense.
LOS MASONES DEL PAÍS, ENTRE ELLOS LOS DE TURRIALBA Y SAN JOSÉ, SE DARÁN CITA A ESTA IMPORTANTE FECHA NACIONAL PARA LOS COSTARRICENSES.
SIEMPRE APORTANDO
Quesada Jassoud también agradeció que cada año los organizadores de este colosal evento. les han invitado a tan prestigiosa actividad. «Como Gran Maestro, quiero destacar que los Masones somos invitados especiales a esta celebración. Lo hacemos con el corazón abierto y con nuestros símbolos visibles, en lo que constituye la única actividad pública en la que la Masonería se muestra con sus arreos y ornamentos. Muchas gracias a los organizadores, por siempre tomarnos en cuenta, pues no se trata de una exhibición superficial, sino de un gesto de cariño, entrega y respeto hacia el pueblo limonense. Es un acto en el que la Masonería se abre fraternalmente a la comunidad, compartiendo su esencia de igualdad, libertad y fraternidad».
También Philippe destacó que la labor de la masonería en nuestra sociedad no se limita a un decorado desfile cultural, es más profunda. «El aporte de la Masonería a Limón no se limita a la presencia en este desfile. Ha sido una relación construida en el tiempo, marcada por la inclusión, la participación y la valoración del ser humano por encima de cualquier diferencia. La participación de hermanos afrodescendientes en nuestras Logias ha enriquecido nuestro pensamiento, ampliado nuestros horizontes y recordado que la diversidad es una fuerza que nos une y no que nos separa.
Hoy, más que nunca, reafirmamos nuestro orgullo de estar presentes en esta conmemoración. Lo hacemos con humildad, con gratitud hacia Limón y su gente, y con la firme convicción de que la Masonería, al igual que la cultura afrodescendiente, forma parte inseparable de la riqueza de Costa Rica», indicó el jerarca.
Mujeres coronadas con turbantes y collares majestuosos caminarán al frente de sus agrupaciones, guiando generaciones enteras que, entre danzas y tambores, tejen el presente con el pasado. Las fuerzas vivas del país —escuelas, cooperativas, agrupaciones religiosas, comunidades indígenas, artistas independientes— marcharán también, haciendo de la jornada una declaración de unidad nacional.
Cuando el sol del domingo 31 agosto se funda con los últimos acordes del steel pan y el eco de los tambores hayan retumbado como latido ancestral en la piel del Caribe, el Gran Gala Parade 2025 se consolidará como latido vivo del ser costarricense en una ovación que no cesará en el alma del tico y sus invitados internacionales. Limón no despedirá un desfile: coronará más bien, una epopeya cultural, una afirmación viva de negritud, dignidad y resistencia. Las calles quedarán impregnadas de lentejuelas, sudor, perfume de coco, pólvora, música y orgullo. En los ojos de niños, ancianos, artistas y autoridades, brillará la certeza de que la historia afrodescendiente no es pasado: es fuego presente que marcha hacia el futuro, invencible.
El Gran Gala Parade no es sólo un desfile: fue una ceremonia del alma, una ofrenda a los ancestros, un rugido de historia que recorre las venas de Limón y de toda Costa Rica. Esta celebración, escrita con pasos, sonidos y colores, seguirá siendo una promesa renovada: la cultura afrodescendiente no solo se celebra, se honra. Y mientras el sol descienda cada día, Limón seguía danzando.
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