Publicaciones de Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda (27)

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Piropear es un arte / por Mirtea Acuña

Piropear es un arte.

Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda

El piropo es un arte cuyo propósito es agradar, en algunos casos es acoso, pero la diferencia es diametral, el acoso involucra ofensa. El arte de piropear, viene de tiempos antiguos y significa el cortejo mediante la palabra que alude a la sana pasión del amor. Piropo del griego “pyro” designar las piedras finas como el rubí y el granate, que por ser rojas simbolizan el corazón y los romanos acostumbraban obsequiarlas a la amada, acompañadas con palabras halagüeñas; el piropo es una alegoría del corazón que busca las palabras de lisonja adecuadas al delicado cortejo; en consecuencia,  es preciso cuidar las formas y los vocablos correctos, para que no se confunda con el acoso, que no es piropo sino flagrante ordinariez.  Un piropo demuestra afecto, respeto y admiración, el acoso se podría denominar anti-piropo, al ser un insulto que degrada a quien lo dice. Desde la teoría de los actos de habla se impone el uso apropiado del lenguaje, ya que el mensaje de la palabra envuelve la acción que se pretende realizar,  pues  decir algo es hacer algo; además, como arte, el piropo exige un repertorio de palaras educadas, amables, dignas para expresar afecto o admiración.

 Joan Corominas (1905 – 1997) observa que el piropo es obra de la retórica y el marqués de Santillana (1398 – 1458) se refiere al piropo como las flores que formaban un ramillete de palabras para regalar a una dama; para Calderón de la Barca (1600-1681) el piropo es una joya hecha voz y Quevedo (1580 – 1645) escribió que es un relámpago de nieve entre rubíes que son una lisonja para la mirada, un pórtico enriquecido  por el hechizo de claveles… el piropo es la ostra que contiene perlas.  Sin duda, el arte de piropear requiere de figuras retóricas del pensamiento que concretizan en los vocablos, la abstracción de una hermosa idea, una joya. Los viejos diccionarios registran piropo como piedra fina y agregan el significado de lisonja, un piropo es una flor, pues las palabras bellas  son como flores que se obsequian y en 1918, aparece el verbo piropear. El origen del piropo es culto y utiliza las figuras del lenguaje, para manifestar admiración y no sólo a una mujer, también es un elemento de la diplomacia para agradecer las atenciones y vaya que puede ser útil para salir de momentos embarazosos, pues un buen piropo requiere de conocimiento y entelequia, no cualquiera sabe piropear y al reducirlo a la dimensión sexual enuncia un acto que violenta o discrimina, por tanto, se comprende la enorme distancia que separa la palabra que insulta e incómoda de la que admira y deleita.  Semánticamente, el piropo conserva el sentido de un cumplido, sea culto, ingenioso, romántico, ingenuo, divertido, fatuo, cursi o humorísticos y entonces, se aplaude la originalidad de un recurso; teniendo en cuenta que siempre, un piropo mantiene la esencia del halago, una figura retórica que es un fino regalo para el oído. El piropo es un arte, una joya, en tanto no pierda su esencia de regalo verbal.

 

 

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Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda.

Esta era de la posverdad o de la oleada continua de la desinformación que deforma u oculta la verdad, ayer al anochecer trajo a nuestra memoria un viejo relato que la ejemplifica y si me permiten les compartiré. En tiempo de los abuelos, estando muy enfermo don Policarpo, en torno a su lecho se reunieron en junta urgente los más acreditados médicos de la ciudad, reconocidos por sus probados conocimientos en la ciencia galénica; después de auscultar, meditar y consultarse mutuamente, emitieron el diagnostico, que se resume en una palabra: desahuciado y le dijeron a doña Lucecita, la esposa de don Policarpo, que esperara un desenlace funesto, ella inclinó la cabeza y Saturnina, la muchacha que del rancho había acudido para apoyarla en las tareas domésticas, abrió la boca como para decir algo y la cerró sin emitir sonido alguno. Más tarde, doña Lucecita le dijo al médico de cabecera, don Gonzalo, que su comadre le había recomendado darle un tecito de carrizo y quizá se recuperaría el enfermo, él movió la cabeza en signo negativo, pero respondió que se lo diera con la pistera, pues el hombre ya no podía levantar cabeza y murmuró para sí – Mmm, qué daño podrá hacerle ya. Eso fue ayer, hoy casi al mediodía, un visitante se apersonó y tocó a la puerta de la casa, Saturnina corrió a abrir y muy correcta le dijo que pasara a la sala, pero le hizo saber, que quizá esperaría en valde, pues no creía que lo pudiesen recibir dada la situación.

Sin atolondrarse, Saturnina aseguró al visitante que ella oyó muy bien, cuando los médicos lo habían ensuciado, y esperaban un enlace con Fuste, la muchacha dejó muy claro que ella no conocía al tal o la tal Fuste, ni con quien sería el enlace, pero bien podía asegurarle que según sus piensos, no sería con el patroncito, porque ya no podía ni comer por sus medios y su patroncita le daba sus alimentos con pistola, y también le hacía beber un tecito de carrizo verde, pero en el rancho decían que el curativo era el carrizo seco… en tales desinformaciones andaba Saturnina, cuando llegó el Dr. don Gonzalo; de inmediato, Saturnina dejó al visitante en la sala y llevó al médico a la recamara de don Policarpo que, en esos instantes, entregaba su alma al Creador. Doña Lucecita exclamó entre suspiros - ¡Ni, con el tecito de carrizo! Don Gonzalo asintió y sólo dijo -Ya vimos que el carrizo no es medicinal. Saturnina corrió a notificar al visitante, que don Policarpo había fallecido, aunque, como dijese el doctor, el carrizo era muy buen medicamento. Así ocurre en esta era que vivimos que, con el auxilio de las redes sociales en la internet, se desinforma; lo mismo que del primero al segundo párrafo, a través de Saturnina, quien bajo la dirección paciente se doña Lucecita, había aprendido los rudimentos de lectoescritura y con ese saber menos que elemental se la reputaba de sabia en el rancho, donde, al llevar noticias de la ciudad, su voz tenía validez de oráculo.

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¿Posverdad, desinformación? De desahuciado a ensuciado

Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda

Esta era de la posverdad o de la oleada continua de la desinformación que deforma u oculta la verdad, ayer al anochecer trajo a nuestra memoria un viejo relato que la ejemplifica y si me permiten les compartiré. En tiempo de los abuelos, estando muy enfermo don Policarpo, en torno a su lecho se reunieron en junta urgente los más acreditados médicos de la ciudad, reconocidos por sus probados conocimientos en la ciencia galénica; después de auscultar, meditar y consultarse mutuamente, emitieron el diagnostico, que se resume en una palabra: desahuciado y le dijeron a doña Lucecita, la esposa de don Policarpo, que esperara un desenlace funesto, ella inclinó la cabeza y Saturnina, la muchacha que del rancho había acudido para apoyarla en las tareas domésticas, abrió la boca como para decir algo y la cerró sin emitir sonido alguno. Más tarde, doña Lucecita le dijo al médico de cabecera, don Gonzalo, que su comadre le había recomendado darle un tecito de carrizo y quizá se recuperaría el enfermo, él movió la cabeza en signo negativo, pero respondió que se lo diera con la pistera, pues el hombre ya no podía levantar cabeza y murmuró para sí – Mmm, qué daño podrá hacerle ya. Eso fue ayer, hoy casi al mediodía, un visitante se apersono y tocó a la puerta de la casa, Saturnina corrió a abrir y muy correcta le dijo que pasara a la sala, pero le hizo saber, que quizá esperaría en valde, pues no creía que lo pudiesen recibir dada la situación.

Sin atolondrarse, Saturnina aseguró al visitante que ella oyó muy bien, cuando los médicos lo habían ensuciado, y esperaban un enlace con Fuste, la muchacha dejó muy claro que ella no conocía al tal o la tal Fuste, ni con quien sería el enlace,  pero bien podía asegurarle que según sus piensos, no sería con el patroncito, porque ya no podía ni comer por sus medios y su patroncita le daba sus alimentos con pistola, y también le hacía beber un tecito de carrizo verde, pero en el rancho decían que el curativo era el carrizo seco… en tales desinformaciones andaba Saturnina, cuando llegó el Dr. don Gonzalo;  de inmediato, Saturnina dejó al visitante en la sala y llevó al médico a la recamara de don Policarpo que, en esos instantes, entregaba su alma al creador. Doña Lucecita exclamó entre suspiros - ¡Ni, con el tecito de carrizo!  Don Gonzalo asintió y solo dijo – Ya vimos que el carrizo no es medicinal.  Saturnina corrió a notificar al visitante, que don Policarpo había fallecido, aunque, como dijese el doctor, el carrizo era muy buen medicamento. Así ocurre en esta era que vivimos que, con el auxilio de las redes sociales en la internet, se desinforma; lo mismo que del primero al segundo párrafo, a través de Saturnina, quien bajo la dirección paciente se doña Lucecita, había aprendido los rudimentos de lectoescritura y con ese saber menos que elemental se la reputaba de sabia en el rancho, donde, al llevar noticias de la ciudad, su voz tenía validez de oráculo.

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Ángel o Bruja , una madre / Mirtea Acuña

Ángel o bruja, una madre. 

Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda.

 

Ángel, protege al infante,

del amor la fuerza posee,

sin mengua por el temor,

que su alma materna siente

por la vida del menor.

Demonio, del sacrificio

capaz, por mínimo servicio

o a sus hijos un beneficio.

Bruja, la madre se transforma,

capaz de con un beso curar

en la rodilla el raspón

o con dedo suave tocar

y aliviar todo el dolor.

Ángel, vela por las noches

junto al lecho, su enfermedad.

Bruja, prepara los emplastos,

Sinapismos, bebedizos…

que curan su mal en verdad. 

Sacerdotisa que a Dios

Implora y sabe, la va a atender..

¡Como un buen padre que Él es!

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Cosas del lenguaje: Presidenta   Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda

Del verbo gobernar, gobernadora.

Siguiendo esto, de servir es sirvienta,

de parir no se objeta parturienta,

ni de profesar, decir profesora.

 

No es palabra falsa, ni es creadora,

de presidir, nombrar presidenta.

Entonces, ¿por qué tanto les molesta?

Sí es mujer, ¿es por ende usurpadora?

 

Lengua por excelencia masculina,

de homo, hombre, claro es el Homenaje.

Mas ¡de capital la capitalina!

 

Testifica, de testa, por derecho

la femina, ¡démosle Femenaje!

Sin rechazar o menguar su destino.

 

Nota: Presidenta esta registrado en el DRAE y es acorde a la regla gramatical.

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Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda

"En las profundidades del invierno aprendí que dentro de mí  hay un verano invencible". Albert Camus

Celebrar el Solsticio de invierno significa una elegía al triunfo de la luz sobre la oscuridad. Metafísica y filosóficamente es analogía del renacer a una nueva vida y considerando que somos creación divina y formamos parte de la Naturaleza aceptamos que el cambio y el conflicto son parte de la vida; de ahí que el Solsticio nos recuerde que somos parte de la totalidad, que estamos inmersos en los ciclos de la Naturaleza y somos parte de la sustancia universal.

El Solsticio de Invierno es a la vez, símbolo de la muerte y del renacimiento, ya que, en el memento mori, germina la semilla del espíritu, misma que florecerá en el equinoccio de primavera y culminará en el esplendor del solsticio de verano. Luz y Oscuridad coexisten, pues en medio de las tinieblas aparece la luz invencible; un principio astroteológico del cual surgen reflexiones en torno a las conductas morales y de los rituales, vinculados a una atenta observación de la naturaleza y de los astros.

Así, del principio analógico deriva un sistema no desvinculado de las ciencias, que concibe al microcosmos del Ser humano y la Naturaleza como espejos del macrocosmos. En esta analogía, el Sol es símbolo del “sí mismo divino“  en la conciencia del ser  humano y su trayectoria un símil de las peripecias que atravesamos en la vida, incluyendo el descenso al inframundo, que marca el triunfo de la luz y la prueba de la inmortalidad de la vida, en constante regeneración (Tomás de Vio, cardenal Cayetano. De Nominun Analogia). Entonces, cual pequeños  Sol-humano, arquetípicamente, recorremos durante nuestra vida las permutaciones del Sol-astro.

Este hito, del Solsticio de invierno, es el tiempo de reposo, de recogimiento, de conservación de la energía, de espera al triunfo de la Luz, para aprestarnos al renacimiento y siguiendo el pensamiento analógico, no obviamos que las estaciones corren distintos caminos en los hemisferios Norte y Sur, lo cual implica que en el aspecto espiritual, cada persona lleva su propio ritmo, aunque en conjunto como seres humanos, signifique el logro de la inmortalidad.

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Epidemias, de Satanás al Virus / por Mirtea Acuña

Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda

Cuando la humanidad es aterrada por una epidemia o pandemia, busca su origen en una explicación natural o sobrenatural y va de la creencia en el castigo a la ciencia en busca de una explicación del mal que esta sufriendo. Las epidemias han afectado a todos los grupos en las distintas sociedades a lo largo de los milenios y al sufrir los individuos que forman parte de una comunidad, la enfermedad conlleva un conflicto entre lo público y lo privado, pues la enfermedad al ser de índole trasmisible vincula la persona con el colectivo e involucra lo político.  

En el pasado y no muy lejano, consideraba a la enfermedad la consecuencia de una vida desordenada y culturalmente colocaba al individuo en una situación que podría ser merecedora de sanción, más aún cuando era fuente del contagio, como la lepra, bíblicamente aislados del grupo; por tanto, una epidemia justificaba la intervención de los poderes religiosos o civiles en la vida privada, sobre todo al suponer que, al propagarse la enfermedad, el mal se extendía sobre la tierra y se posesionaba del alma de las personas y, como durante la Peste Negra, el imaginario se situaba en el final de los tiempos y la condena al infierno, en un mundo apocalíptico, siendo causa de profundo desasosiego y la búsqueda de la religión o la superstición para escapar del profundo averno.

Las epidemias se acompañan de un cortejo, del desempleo, el empobrecimiento y la violencia entre otros, incluyendo la criminalización de conductas habituales y además, ante la necesidad del control de los desplazamientos, se clausuran ciertos festejos religiosos, las escuelas y los lugares de afluencia pública en las cuales se sustentan buena parte de las relaciones sociales, que son imprescindibles para la cohesión y el orden social (Rodríguez, 1991). De ahí la importancia de la asistencia gubernamental, que bien puede adquirir un elevado costo y poner en situación difícil las finanzas públicas y privadas.

Por su parte, las clases sacerdotales se empeñan en la reforma moral comunitaria y la piedad colectiva y en tiempos de pandemias los dioses y luego los santos protectores contra las enfermedades se multiplican. Recordemos a Santo Santiago, quien suplió el culto a Apolo, él sobrevivió a las flechas y por ende protege contra las saetas de la ira divina; se observa una alusión al pasaje de la Ilíada, cuando Apolo desencadena la plaga contra los aqueos y a Santiago se le representaba como un hermoso joven, atlético y desnudo, recibiendo una lluvia de flechas, lo cual supone una alegoría de Apolo en la iconografía cristiana (Bermejo, 1935); luego, el conservadurismo impuso una representación del santo como un anciano, alejándolo del deleite estético. 

A lo largo de la historia dioses y diosas, santos y santas, han sido vistos como intercesores por los padecimientos humanos y se ha percibido a la enfermedad como una relación pecado/castigo, pero también como prueba divina para aquilatar los méritos tanto de los individuos como del colectivos, propiciando convertir la enfermedad y la lucha contra las enfermedades en una forma de heroicidad, que es una ruta para alcanzar los ideales y que estudiamos en la Ética de Aristóteles; el honor de servir al necesitado, como un concepto operativo de la sociedad a través de las virtudes y quienes perecen en la lucha contra las enfermedades, desde la óptica religiosa, se les compara con los mártires y en ese punto, la enfermedad deja de ser objeto de censura para transformarse en terreno de fortificación del alma y una corona de heroicidad.

Avanzando Cronos, al irse descubriendo los agentes patógenos, parecía venir un cambio de visión de las epidemias, al ser eliminado Satanás como causante de enfermedades por la teoría microbiana y exculpando a la persona del pecado y a la enfermedad como castigo divino y sin embargo, todavía hay quien busca víctimas propiciatorias ante la ira divina. A finales del siglo XIX, el matemático José de Echegaray escribió un soneto, al que títuló:

El Diablo y el bacillus

Buscando de la peste en lo pasado, el negro germen y la impura ciencia, 

entre redomas de unto y pestilencia encontrse a Luzbel acurrucado.

Hoy la vieja visión se ha transformado y vemos, de un cristal por la potencia,

del virus en la turbia transparencia, un infuso ruin pasar a nado.

¡Sigue la procesión! ¡Sigue la tanda! El Diablo muere y el microbio pica… 

Con la ponzoña que a la sangre manda. Y sin embargo, al fin todo se explica. 

¿Qué es la lente? La ciencia que se agranda. ¿Qué es el microbio? El Diablo que se achica.

Bibliografía

M. V. Amasuno, Cronología de la peste en la Corona de Castilla durante la segunda mitad del siglo XIV, en Studia Historica. Historia Medieval, N°12, 1994.

R. Bermejo Mesa, Edición y traducción castellanas de veinticinco inscripciones sepulcrales hebraicas pertenecientes al cementerio judío de Toledo (siglos XIII al XV), C. Bermejo, Madrid, 1995.

L. Beltrán Moya. Historia de las epidemias… (1348-1919), La Esfera de los Libros, España, 2006.

Rodríguez Sánchez, «Economía y sociedad en los siglos XVI y XVII», en: Manual de Historia de España, vol. 3, Historia 16, Madrid, 1991.

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¿En que Estado - Nación  vivimos…?

 Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda

Ante lo que ocurre en nuestra región, Latinoamérica, unida por tantos vínculos culturales y separada por otros, porque la conforman países que como conceptualizó a México don Luis González y González, son “multinaciones”; esa diversidad étnico-cultural es una riqueza indiscutible, pero una preocupación insoslayable  es que, cada vez más, en los gobiernos de nuestros países actúan individuos que en general, parecen carecer de visión de Estado. Esta percepción no es exagerada, aunque así la escucharán algunos, y tal vez con justa razón; sin embargo, los hechos, tristemente, en muchos aspectos la confirman.

 Esta afirmación pesimista es producto de un cuestionamiento que intentaré explicar, por lo mismo, debo empezar por tomar una definición de Estado, así con mayúscula por ser el nombre propio de un organismo legalmente instituido como una persona jurídica formada por una comunidad política, asentada en un territorio determinado y organizada soberanamente en un gobierno propio con decisión y acción.

El Estado es una obra humana constituida para atender fines sociales, por ende atañen a un colectivo humano, es decir, a los Habitantes, una estructura básica del Estado, en cuanto son miembros de una sociedad que se organizan para formar una comunidad política; las otras dos estructuras son el Territorio y la forma de Gobierno que el colectivo decide y está sujeto a un ordenamiento jurídico.  Vale decir que una Nación está constituida por una población y un gobierno, mas podría estar en situación de no poseer un territorio, cual fue el caso de Israel, existía la nación judía, pero carecía de territorio hasta 1948.

 Ahora bien, para actuar con visión de Estado, es preciso que la toma de decisiones sea con una planeación prospectiva, referida a la ciencia que estudia las causas y sus efecto, de aquellas que aceleran la evolución o involución de una sociedad, previendo distintos escenarios y situaciones; una toma de decisiones que se conjugarán con la empatía y sin desprecio por la seguridad de la población.  Tal visión de estado involucra pensar en el futuro, pero no de corto plazo, de un periodo limitado en el poder, ni siquiera de una vida humana, sino del provenir de nuestros descendientes. La prospectiva es una herramienta clave de la visión de un estadista y en consecuencia, una persona que no tiene visión de estado, es común que actúe en base a engaños y hasta se le podría calificar de mentirosa compulsiva y de ahí las falacias manipuladoras, aunada a la incapacidad para cumplir las leyes o de tratar de manejarlas o dirigirlas en beneficio propio.

 Actitudes de ese tipo no hablan de un estadista que se preocupa por el desarrollo sustentable del territorio y el impulso a la formación integral de la población; son individuos que en llegando al poder olvidan, lamentablemente, que la experiencia de una persona y su capacidad de resolver problemas son limitadas y es necesario superar con humildad ese escollo, desafortunadamente insalvable para quienes asumen que el poder los convierte en dioses infalibles.

 Un político debe tener la capacidad de decidir trabajar por el bien público, de toda la población, y no dirigir su esfuerzo en poner a todos a trabajar por su bien privado, esa es la actitud del idiota, retomando el término desde su etimología griega: idiota de  ἰδιώτης, de  ἴδιος – idios, interesado en uno mismo, en lo privado y personal.

Alejándonos en el tiempo, para sustentar la idea de visión de Estado, citemos a  Platón en República (Πολιτεία, 370 a.C.)  su obra de filosofía política donde analiza la posibilidad del Estado ideal, dialécticamente fundado en la Idea del Bien como causa de todo ser y para ello, Platón exige que en la constitución y organización de un Estado haya sabiduría en los gobernantes y consentimiento de los gobernados, lo que exige una normatividad en doble sentido, donde se logre una convergencia de intereses públicos y privados.

Entonces, esta Idea del Estado, se entiende como el principio de la legalidad de un gobierno, desde luego, existen diferencias cualitativas y cuantitativas entre este planteamiento platónico y los Estados en la actualidad; sin embargo, son de tomarse en cuenta, ya que los principios siguen vigentes y serían aplicables para sanar de la enfermedad, esa de vivir pensando como idios, padecida por muchos gobernantes en los Estados de nuestra hermosa región Latinoamericana. Sabiendo, que el principio de la salud es conocer la enfermedad es necesario estudiar al enfermo -gobiernos y gobernados- y considerar el remedio más apropiado; para lograrlo habrá que empezar por la exposición de la realidad varia y cambiante, observar las causas de la enfermedad y sus efectos, sólo así lograremos avanzar hacia la mejora de las organizaciones políticas. 

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Día del Periodismo Mexicano / Mirtea Acuña

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Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda

El 4 de enero se festeja el Día del Periodismo Mexicano, comprende a los y las profesionales de la comunicación por lo que incluye la Libertad de Expresión. Desde 1926 se celebra en honor de Manuel Caballero, quien falleció en esa fecha en la Ciudad de México y por ser considerado el iniciador del reporterismo en México. Ser periodista no se refiere a una persona que se entera de una noticia y luego la trasmite; el periodismo es una actividad que va más allá de una simple nota, requiere de indagación y estudio, ya que es preciso entender la noticia, saber de la exactitud de los datos y de su trascendencia, antes de poder comunicar a la comunidad. Pero al hacer esto, se exponen a diferentes peligros, pues, aunque se trasmitan hechos reales, como bien se dice, la verdad no peca, pero incomoda; actualmente el periodismo se considera una actividad de alto riesgo. por_esta_razon_se_celebra_el_dia_del_periodista_en_mexico_5.jpg?profile=RESIZE_400x

No obstante, las y los reporteros continúan su labor, por esto, bien vale reflexionar en la importancia de esta profesión que exige ética y valentía; sabemos que muchos hombres y mujeres han entregado su tranquilidad y hasta su vida en aras de la comunicación con arrojo y responsabilidad.

Ser periodista exige honestidad y objetividad, ya que es preciso evitar las ideas preconcebidas y los prejuicios personales, así como las posiciones ideológicas. Asimismo, la responsabilidad de comunicar conlleva también una tarea pedagógica, porque entre otras noticias, se dan a conocer las transformaciones, no sólo del diario acontecer, sino de aquellas que implican formas de vida, de tecnología, de amenazas a la sociedad o al medioambiente, en fin, todo aquello que es del interés social. Al periodismo le es inherente la acción de visibilizar la conciencia social, al manifestar tanto lo que hace sufrir a la sociedad, como lo que la hace gozar, en consecuencia, es fundamental el respeto por la actividad periodística, que exige la obligación de cuidar que no exista ligereza en las notas, que no sean inexactas, ni tergiversadas. Feliz día del periodista, que nunca es posdatada la felicitación, dado que es una actividad cotidiana y de las 24 horas del día.

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Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda

El racismo se fundamenta en la pureza de una sangre y la superioridad de una sobre las demás, sin embargo, la genética prueba que, desde su origen, la humanidad se ha mestizado una y otra vez; todo indica que hubo una hibridación entre neandertales y sapiens  dos especies diferentes del género Homo (hombre o humano),  al que se le calcula una antigüedad de 2.5 millones de años y ahora nos interesan: el Homo nanderthalensis, al parecer extinto hace unos 30 mil años y la del Homo sapiens (Carlos Lineo, 1758), ancestro directo de la especie humana actual, el Homo sapiens sapiens, que ha heredado genes de ambas especies y que en la situación de pandemia que vivimos ha sido objeto de estudios.

Sin obviar que toda investigación es temporal, pues cada nuevo descubrimiento afecta de un modo u otro el conocimiento y la teoría desarrollada; dicho lo anterior, se entiende que lo expresado hoy, mañana puede ser ampliado o modificado; sin embargo, en lo que concierne al mestizaje ancestral, surge un tema de interés actual: la relación entre la genética e infecciones virales.

La incógnita de cómo apareció la humanidad sobre la faz de la tierra y cómo ha evolucionado, se trata de resolver mediante el rastreo del ADN en los grupos migratorios prehistóricos más antiguos, así se ha establecido la relación de parentesco entre las especies homínidas de neandertal y sapiens, necesaria ante la alternativa de la extinción o la adaptación a las circunstancias. La cuna del Homo sapiens está en África, hace unos 315.000 años y desde allí se desplazó, en movimientos migratorios por todo el planeta, migraciones que definen a la especie humana como multi-regional, distinta a otras especies que se establecen en regiones específicas, porque el humano se adapta prácticamente a todos los hábitats. Los restos de antepasados remotos y los fósiles encontrados han demostrado que los neandertales y los sapiens compartieron territorio y se relacionaron durante un lento proceso que fue afectando el genoma y se dio una activación de los genes que se trasmitieron; al comparar el genoma neandertal y de humanos actuales, es evidente que ocurrió una hibridación entre ambas especies.

Entre otras observaciones, se encontró que genes neandertales protegieron a los sapiens frente a ciertos virus, lo cual ha generado el interés por saber qué ventajas y desventajas heredamos, digamos, cuál fue el armamento genético para combatir virus durante el intercambio de patógenos y defensas que se dio cuando el Homo sapiens salió de África y se encontró con el Homo nanderthalensis que se habían adaptado a zonas geográficas euroasiáticas, muy distintas a las que había enfrentado en África el Homo sapiens. El sistema inmune neandertal había evolucionado para defenderse contra ciertas bacterias y virus patógenos y también su genética había desarrollado adaptaciones a climas muy fríos; luego, el mestizaje entre ambas especies propició que el Homo sapiens adquiriera defensas genéticas de los neandertales, como es el caso de la función termogénica del tejido adiposo, un tipo de gasa corporal que genera calor al exponerse al frío, que aumenta el gasto energético, así como la eliminación de la glucosa.

Los estudios han identificado 153 genes presentes en ambas especies, durante la comparación de 4.500 genes de humanos modernos vinculados a las interacciones víricas con genes neandertales; sin olvidar que los virus cambian muchísimo.

En relación con el virus Sars-CoV-2, los resultados de varios estudios revelan que unos genes podrían incrementar la probabilidad de padecer formas graves de COVID-19. Las investigaciones relacionaron un grupo de genes del cromosoma 3 con un mayor riesgo de hospitalización e insuficiencia respiratoria; analizaron genomas de neandertales y de otros homínidos antiguos que aportaron variantes genéticas  presentes en los  humanos modernos y encontraron que un conjunto de genes (haplotipo), heredados de los neandertales, cuando se cruzaron hace unos 60.000 años con los sapiens, como los que regulan el tejido adiposo, pueden influir para que el humano actual sea más propenso a necesitar ventilación artificial, al enfermar por el coronavirus Sars-CoV-2; también al estudiar la genética de individuos de ascendencia bangladeshí en el Reino Unido, observaron que  tienen aproximadamente dos veces más riesgo de morir a causa de covid-19 que la población general.

En Europa, una de cada seis personas es portadora de la variante de riesgo y casi la mitad en Asia del sur, mientras que en África y Asia oriental es casi inexistente. La prevalencia del haplotipo de riesgo entre las distintas poblaciones ha motivado la necesidad de investigar “lo antes posible”, la influencia genética, sin olvidar otros factores como la edad, el sexo y trastornos preexistentes como la obesidad, la diabetes y la insuficiencia cardíaca.

Retornando al mestizaje, la fecha en la que se produjo entre humanos la hibridación (término usuado por tratarse de especies distintas) data posiblemente de hace unos 100 mil años y tuvo lugar en el Oriente Próximo y Europa, de ahí se supone que grupos ya mestizados se diseminaron por el mundo en oleadas migratorias, unas llegaron a América.

Fuentes: CSIC-Universitat Pompeu Fabra. Instituto de biología evolutiva de Barcelona. Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva. Instituto Karolinska. Universidad de Stanford. EEUU.  Green Richard E., Krause Briggs. et. al. "A draft sequence of th Neandertal genome". Science. No. 328, mayo de 3020:710–22.

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Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda

Se oye blasfemar de Dios y de Cristo y mezclarlos a sucias expresiones, pero de la Virgen no se oye blasfemar (Miguel de Unamuno), ¿cómo?, si es la madre.

Sí el presente es la puerta de cierre y de apertura hacia el pasado y el futuro (Paul Virilio), entonces abrámosla para acercarnos a las celebraciones de la maternidad en la antigüedad y podríamos afirmar que los ritos actuales para celebrar a la madre proceden de una serie de transformaciones, producto de las simbiosis o sincretismos indispensables o simplemente necesarios para adaptar el pasado al presente y abrir la puerta a ese futuro que a veces oarece que se nos viene encima. Al tener una visión más amplia, caemos en la sorpresa de la no singularidad, aquí y acullá los seres humanos comparten más de lo que les separa; mas, “Suele ser habitual insistir en la originalidad y hasta unicidad de las tradiciones populares que les lleva a acentuar las diferencias, y a veces negar las semejanzas con las manifestaciones de lugares muy cercanos” o hasta remotos (Abad. 2006:93, 94).

Respecto a la divinidad de la madre, desde las madres prehistóricas la encontramos presente, la fiesta de la Candelaria en febrero lo evidencia; sus orígenes son antiquísimos y se vinculan con las religiones precristianas, denominadas paganas. En Roma, el 15 de febrero, se invocaba a una deidad pastoral protectora de la fertilidad, sus festejos se celebraban en una cueva, las Lupercales, por haberse incorporado paulatinamente a la figura del Fauno Lupercus; el festival culminaba con el februatio, que consistía en la limpieza de la ciudad de la influencia de los demonios, para ello se cortaban tiras de la piel de los animales sacrificados, las februa, con las que los sacerdotes semidesnudos, golpeaban a los individuos que acudían al monte Palatino, creyendo que al ser azotado por las februa -tiras de cuero- de los luperci equivalía a un acto de purificación, pues al hacerlo se invocaba y alababa la deidad sabina Februo, sobrenombre de Juno Februalis: La que purifica.

Estas ceremonias fueron prohibidas por el papa Gelasio I, quien las responsabilizó de ser la causa de enfermedades, cuando era lo contrario, pues se rogaba por aminorar su efecto; no obstante, se cristianizó la festividad; de este modo, las Lupercalias se convirtieron en una procesión de candelas pidiendo, entre cánticos y letanías la misma protección contra la muerte y la fertilidad que procuraba Juno, la madre de los dioses, ahora elevadas a la madre del dios cristiano y por las candelas se llamó fiesta de la Candelaria y la madre siguio presente.

Las celebraciones rituales en mitad del invierno, constituyen una evocación esperanzadora de la primavera, un símbolo de la vida que renace y, de esa forma, la Candelaria es reminiscencia de las diosas madres de la fertilidad, como fueron Tanit, Isis, Demeter, Prosepina o Brigit, entre otras que han tenido un significado especial como deidades de la fertilidad agropecuaria, al revivir el ciclo fecundo y donde el fuego de las candelas juega un papel especial, tanto que aún se cree, que si la candela se apaga es que la Virgen llora, son sus lágrimas y en consecuencia el invierno se prolongará y si permanece encendida será un año de dicha, por ello las candelas se guardan para volver a prenderlas, como protección de las inclemencias meteorológicas.

Los festejos en febrero, coincidentes con el de la Candelaria, representación de luz es un elemento de fuerza, sin olvidar que el año mexica comenzaba el 12 de febrero, día del nacimiento del Sol, pero que el cambio calendárico que el papa Gregorio XIII aplicó en 1582, del calendario Juliano por el Gregoriano, implicó perder 10 días y el 12 de febrero es actualmente el 2 de febrero. También, en estas y otras creencias precristianas, vemos que los rituales, como los de la Candelaria, son producto de una simbiosis de ritos paganos, judaicos y cristianos, vale recordar que el 2 de febrero se conmemora la presentación de María en el Templo, porque en tiempos de Jesús, acorde al rito judío, la mujer que había dado a luz a un niño debía purificarse 40 días después del parto, a fin de participar en la vida del templo. 

En la Virgen María, hay dos representaciones, en las que se encarnan las diosas madres lunares; la Candelaria evoca el renacer de la naturaleza, cuyas celebraciones se realizaban durante la última luna de invierno; su antítesis eran los festejos de la última luna de verano, ahora de La Asunción, el 15 de agosto, ante la proximidad del otoño. En ambas, Candelaria y Asunción se da un sincretismo de las tradiciones primitivas, donde las diosas madres, de naturaleza lunar, gestaban un hijo de naturaleza solar; pero el hijo se vincula a la madre, en la divinidad lunar que es al mismo tiempo celeste y etónica. La diosa madre lunar femenina, en los ritos de la antigüedad representaba la eterna vinculación entre la tierra y el cosmos, orientándose hacia la luz; ésta, llevada al pensamiento cristiano, representa la madre modelo y se transforma en puente entre lo terrenal y lo divino.

Bibliograrfía citada: Abad González Luisa. El patrimonio cultural como factor de desarrollo: estudios multidisciplinares. Universidad de Castilla – La Mancha. Cuenca. 2006.

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Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda

La pandemia y la entrada a clases, entre otras actividades, han proporcionado al Internet o la Red, un lugar sobresaliente y esta normalidad que se apellida nueva, ha obligado a sustituir el pizarrón por la Tablet y el aula por un rincón de la casa, elegido al gusto individual con cierta negligencia; igual, de la salas de conferencias emigramos a sitios particulares, pero en este caso no tan al descuido, la mayoría busca un fondo adecuado y el más seleccionado es un librero y ciertamente, los libros envían un mensaje y además son indispensables, aun cuando mucha gente, sobre todo joven, migra a los ciberlibros. 

 La cuestión es comunicarnos, pero en cada normalidad, muchas cosas cambian y se adecúan a la norma, a la nueva regla. Las raíces léxicas de normalidad son: norma = escuadra, la regla del carpintero o el albañil con la que verifica que las esquinas cuadren en ángulo recto, de no cuadrar, son anormales; los dos sufjios indican: –alis, relación y –dad, cualidad,  así que, la normalidad, nueva o vieja es la cualidad relativa a la regla que establece acción, modo y grado, referido al estado natural, es el canon o modelo al que se ajusta, sea por su naturaleza o por los preceptos establecidos­.

 En razón de estos preceptos, asociamos lo normal a lo que admitimos como habitual o común y a lo anormal con lo infrecuente, raro o que no sigue nuestra lógica, no corresponde o no es correcto, de acuerdo con lo que estamos acostumbrados; es posible, que eso que vemos como ordinario, por lo usual, en realidad sea anormal y entonces nos preguntamos ¿cuáles conductas son costumbre simplemente, pero incorrectas y cuáles debemos modificar? 

La normalidad, desde el enfoque de la comunicación reviste una importancia mayúscula, ya que la trasmisión del pensamiento es un fenómeno social que se ajusta a un entramado de valores aceptados o refutados y en consecuencia, lo que escuchamos de la “nueva normalidad”, no es otra cosa que su correspondencia a la temporalidad actual y para evitar confusiones, no le llamamos anormal a la vieja normalidad y a esta la calificamos de nueva, pero acaso, ¿vivir esta pandemia es la regla, lo normal, lo común?

 La respuesta es negativa, sin embargo, al reflexionar en los cambios del entramado que constituye el “nuevo sistema” de valores y modos de comunicación, requiere, igual que ha ocurrido en el pasado, que la normalidad se ajuste a un contexto e históricamente, este se delimita cronológicamente. 

 Normal es también un término estadístico y la normalidad es tanto cuantitativa como cualitativa, según el grado, porcentajes u otros parámetros influyentes, como son las características de los elementos históricos culturales, leyes, objetivos de una sociedad; así como aquellos que le son comunes; anotando, que común del latín communis, alude precisamente a lo que es frecuente y es admitido por todos los miembros de una comunidad.

En psicología, normal es la  persona que no revela una diferencia notable respecto a su comunidad, pero, al existir diferencias entre los individuos, el concepto de normal implica una subjetividad en sí mismo. Sin embargo, social y psicológicamente, a una persona normal se le identifica por una conducta sana, porque no reniega de su realidad, sabe enfrentarla y hasta transformarla, ¿hasta dónde seremos capaces?

Un recorrido por la historia, nos mostraría cómo cada una de las más diferentes sociedades, establecieron las reglas de sus respectivas normalidades, mismas que en su momento debían ser respetadas por todos y cada uno los individuos que las constituyen y a quienes las incumplen, se les considera anormales, mínimo o máximo, delincuentes.  

 No podemos obviar que la normalidad cambia a tal velocidad que sentimos que nos atropella, pues lo que hoy vemos común, al día siguiente nos plantea cuestionamientos. Incluso nos atrevemos a debatir la palabra “antemano” en la cuarta definición de normal por la RAE: 1. Dicho de una cosa: Que se halla en su estado natural. 2. Habitual u ordinario, 3. Que sirve de norma o regla, 4. Dicho de una cosa: Que por su naturaleza, forma o magnitud, se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano”;  el punto de inflexión, es que ese antemano tiene un margen tan escaso, que en la nueva normalidad, se forja en el instante mismo que se va viviendo.

La normalidad está vinculada a la conducta explícita de los sujetos y cuyas diferencias no son significativas respecto a las conductas  del resto del grupo; la normalidad es un constructo social y en consecuencia, lo que es anormal para una sociedad puede ser normal para otra, en un tiempo y territorio dados, esto se debe a que en cada cultura la normalidad fue integrando la serie de expectativas que el grupo tiene de sí mismo y que espera cumplan los individuos que lo conforman.

Aquí topamos con otra cuestión acerca de la nueva normalidad, que al parecer conlleva la de igualar a todas las sociedades, a una globalización que le proporciona una valoración con el mismo peso a ciertas conductas, que difieren de las que hoy son vistas como comunes o no, según la sociedad que se trate e incluso, hay leyes que las naturalizan y por lo mismo, puede ocasionar un choque de reacciones y comportamientos en tanto se aceptan los cambios. No obstante, la pandemia con su nueva normalidad, nos está haciendo aprender conductas de higiene, como llevar el cubrebocas, lavarnos las manos y mantener la distancia social, así como mostrar solidaridad; estamos obligados a concientizar, que a medida que comenzamos a salir de la pandemia, no debemos olvidar sus lecciones.

Esta nueva normalidad, nos exige un aprendizaje, empezando por diferenciar las costumbres o conductas necesarias de las comunes, nos exige que podamos adaptarnos al momento que vivimos y utilicemos nuestra capacidad de reflexionar y el juicio crítico para no caer en el error de considerar como normal lo que es común, creyendo que por serlo es lo correcto, aun cuando vaya en contra de nuestra propia salud y de nuestros semejantes.

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Ladran, Sancho, señal que cabalgamos

Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda.

“Procurad también que, leyendo vuestra historia, el melancólico se mueva a risa, el risueño la acreciente, el simple no se enfade, el discreto se admire de la invención, el grave no la desprecie, ni el prudente deje de alabarla”; Miguel de Cervantes y Saavedra, en el prólogo del Don Quijote de la Mancha, Primera parte.1605.

Al escuchar o decir la conocidísima oración declarativa: “Ladran, Sancho, señal que cabalgamos”, pensamos que avanzando a pesar de las críticas en contra de nuestras ideas o sin que nos disuadan los problemas con los que tropezamos y los impedimentos que se presenten. Sin embargo la frase no aparece en la novela Don Quijote de la Mancha, de don Miguel de Cervantes y Saavedra.

Mas, ¡qué importa!  La frase tiene mucho sentido en cualquier tiempo que la digamos. Pero es costumbre, para reforzarla, atribuirla a un personaje o al menos a la abuela o abuelo, como lo hace Sancho Panza, respecto a la cuestión fundamental del Ser y Tener: “…que tanto vales cuanto tienes y tanto tienes, cuanto vales. Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una abuela mía, que son el tener y el no tener; y el día de hoy, mi señor don Quijote, antes se toma el pulso al haber que al saber…” (Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, 1615).

En lo que concierne a la frase de marras, valdría comentar, que la indiferencia ante los perros que ladran, se encuentra en una coplilla de Juan Eugenio Hartzenbusch (1806 - 1880), en  “La verdad sospechosa” escribe del embustero: “…aún miente el bribón después de muerto./ Quien falte a la verdad, con eso cuente:/ dirá que hay Dios, y le dirán que miente.  Y, respecto a ladridos de los perros: ¿Por qué ladran a la Luna/ –le dijo el gallo al mastín–/ cuando ella su órbita corre/ sin hacer caso de ti? (Fábulas. Impr. Operarios, A. Cubas, Madrid, 1850).

Confiando en el parecer de expertos, su origen es un proverbio turco, muy antiguo, que sigue vigente; los perros ladran pero la gente avanza; asimismo, comentan que una expresión similar aparece en un poema de Wolfgang von Goethe,  titulado “Ladran” (Kläffer, 1808) y en libre traducción dice: Vamos en busca de fortuna y de  placeres. / Mas, siempre atrás nos ladran, / Ladran con todos sus ímpetus / los perros del establo que seguirnos quieren. / Pero su ladrido fuerte y estridente, / demuestra que cabalgamos.

¿Quién no lo sabe?  Es dificultoso ir por la vida sin avatares, imposible que todo sea  felicidad y tranquilidad, sin levantar el oleaje de los mares. Cada acción, cada opinión deja huella y al pisar el polvoriento suelo, aún muy suavemente, se levanta una opinión contraria o la acción adversa, que cual ladridos de fieros caninos advierte y entonces, a modo de viejo conjuro,  atrapados en el quijotesco mito, exclamamos: Ladran, Sancho, señal de que cabalgamos; a su pesar, avanzamos.

Caminando por los senderos del campo, atravesando ranchos y poblados e incluso al caminar por las calles citadinas, escuchamos el ladrido de los perros  indicando a los habitantes del lugar que alguien se acerca; desconocen nuestras intenciones  y ladran;  para la gente de bien, los ladridos resuenan a metáfora de las críticas difamatorias o calumniosas que denuestan; esta idea lo subraya: “Y sufriré desprecios de tontos, que son lo mismo que ladridos de gozquecillos [pequeños, falderos]  contra los mastines; y así como estos no hacen caso de aquellos, lo mismo tendré que hacer con los de igual casta” (Semanario erudito y curioso de Salamanca. No, 209, 30/08/1794).

Ladran, es cierto, los perros ladran, pero, ¿en señal de que cabalgamos o de que avanzamos?  Pues, una cosa es deambular sin propósito alguno y otra muy distinta caminar  a paso seguro, porque se busca llegar a un destino y entonces, avanzamos a pesar de los ladridos; nada nos detiene, no  tomamos en cuenta a los perros, que frustrados acabarán por silenciar su agudo e ignorado ladrar.

Nota: La obra de don Miguel de Cervantes y Saavedra se puede consultar en línea, una opción es: Linkgua digital, 2014.

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Crónica de la Pandemia / ACTUALIDAD

7050684665?profile=RESIZE_710xPor Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda 

Esta es una invitación. Los periodistas podríamos hacer una “Crónica de la pandemia”, no como expertos médicos o epidemiólogos, únicamente como periodistas, testigos de nuestro momento. Entendiendo, que la crónica es una narración cronológica de los hechos que están ocurriendo, de los asuntos de actualidad que se registran con objetividad y de la forma más detallada posible. Las crónicas más tarde, se convierten en testimonios históricos, al dejar constancia de los hechos verídicos que forman parte de un proceso; esto es, del contexto en que se vivió la Pandemia del coronavirus (SARS-CoV-2, el virus; Covid-19, la enfermedad que causa este virus).  

Respecto a esta Pandemia,  las Américas son el virtual epicentro de la pandemia de Covid-19,  con 60% de todos los casos nuevos y 64% de muertes en el mundo durante la semana del 7 al 14 de julio.  

Con la debida precaución, ya que las investigaciones médicas aún están en proceso, que se realizan con la evidencia científica disponible en su momento y se actualizan conforme surgen nuevas evidencias;  dicho esto, se ha visto que la mortalidad afecta en mayor grado a los adultos mayores, aunque han ocurrido decesos a edades más tempranas y que un factor clave es el estado de salud previo al ataque del virus, como: obesidad, diabetes, hipertensión y dislipemia (alteración en los niveles de lípidos en sangre, principalmente colesterol y triglicéridos).

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Cabe señalar que falta mucha información sobre cómo se desarrolla la infección y cómo actúa el sistema inmunitario humano, que reacciona ante la infección por el coronavirus SARS-CoV-2 con diferentes ‘armas’ y en distintas etapas; sin embargo, se sabe que según la fase del Covid-19, las respuestas son diferentes y que se debe tener en cuenta la edad y el estado de salud, ya que el sistema inmunitario pierde efectividad y puede generar reacciones exageradas.

En lo que concierne a la Crónica,  la propuesta es que sea producto de un trabajo colaborativo, con los aportes de las y los periodistas que deseen participar, narrando lo que se podría encuadrar en lo que se denomina Estudios de Caso: al serlo, se registran las experiencias de una persona, que puede ser el interesado o un familiar, amistad o conocido que ha sufrido la Covid-19 o ha convivido con pacientes. 

Estudio de caso,  para realizarlo se propone tomar en cuenta la siguiente información, en lo posible: a) Edad del paciente y estado de salud previa; su medio ambiente o habitat, es decir, una descripción sucinta del lugar o lugares donde se desenvolvía antes de enfermar y durante la enfermedad, lo cual incluye la higiene-lavado de manos, uso de mascarilla y otros, así como hábitos: fumar, alimentación, bebidas, etcétera, que podrían influir sobre la severidad de Covid-19. b) Tratamiento, cuál siguió, los medicamentos, su dosificación y si fueron por indicación médica o recomendación de alguien (amigo, familia, internet...) o ambos; así como los síntomas. c) Desenlace, fatal o recuperación. d) Experiencias del paciente y de sus allegados, e) Tipo de atención médica recibida, pública, privada u otra y la situación socio-económica previa y posterior a la enfermedad.

Después, al recopilar la mayor cantidad posible de estudios de caso, se podría hacer un análisis, que con apoyo de especialistas en la materia, serviría para ver en retrospectiva el proceso histórico de esta Pandemia. Estoy a sus órdenes en los correos: mirtea@email.com, mirtea2016@gmail.com

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Día del Abogado en México / Mirtea Acuña

Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda.

En México se celebra el 12 de julio el Día del Abogado, porque con esa fecha pero del año 1553, se estableció en América la primera cátedra de Derecho; subrayando, en toda América. Abogado del latín ad vocatus, significa llamar, en la legislación romana se llamaba a quienes tenían conocimiento de leyes, para acompañar a las personas y brindarles su apoyo legal al comparecer en los tribunales.

Desde los primeros años del virreinato, se veía la importancia de fundar una universidad en México, por esto fue voluntad de la Corona, nos dice Fray Juabn de Zumnárraga, que se “mande establecer y fundar en esta gran ciudad de México una universidad… habiendo tantas en España quiso su majestad crear una...” (13 de noviembre de 1532). El 21 de septiembre de 1553, el rey Carlos I de España ordenó establecer en Nueva España un centro de estudios y por Decreto funda la Real Universidad de Nueva España, hoy México; luego Real y Pontificia Universidad, porque en 1555 el papa confirmó la fundación y privilegios.

El 25 de enero de 1553, las Facultades que dieron inicio a la educación universitaria fueron la de Cánones y la de Leyes y el 12 de julio se estableció la primera Cátedra para la enseñanza del Derecho y se dictaron las primeras Ordenanzas del Buen Gobierno de la Universidad. El Rey Carlos I de España le concedió a la Universidad mexicana los mismos privilegios, franquicias y libertades que a la de Salamanca y además, ordenó que cada año, la Real Hacienda entregaría 1.000 pesos de oro para la Universidad, como organismo detentor de los saberes y el centro de estudios para alcanzar el conocimiento. Sin duda, los abogados, profesionales expertos en leyes, contribuyen al Estado de Derecho y al Sistema de Justicia.

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Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda y Rafael Platas Ruiz

En los primeros días de junio de este año fue descubierto un petrograbado en las inmediaciones de Cofradía de Suchitlán, municipio de Comala, Colima, una piedra mapa como se denomina en el estado de Colima a las piedras talladas por nuestros antepasados y  sobre la cual escribimos en la primera parte, titulada ¿Piedras mapa? Desde principios de siglo XX, al menos, los diseños en este tipo de rocas sirvieron de referencia a quienes buscaban tumbas prehispánicas con la intención de saquearlas, porque mediante las oquedades, líneas u otros rasgos establecían relación con la geografía del lugar y podían ubicar el área de enterramiento centenario o milenario.

En el actual territorio colimense los asentamientos humanos se remontan a unos tres milenios (1500 a. C. a 1500 d. C.), lo cual dio tiempo para que surgiesen diversas expresiones culturales y cuyas evidencias, como los petrograbados, permiten entender algunos aspectos sobre la forma en que registraron su percepción del entorno natural y su visión cosmogónica. Conviene subrayar, que para fines de investigación, es muy importante ubicar el sitio exacto de cada hallazgo prenispánico.

En esta zona dominada por el eje Neovolcánico trasversal y la subprovincia de la Sierra Madre del sur, uno de los materiales más característicos son las rocas basálticas, sedimentarias, y metamórficas, por lo que constituyeron un recurso natural utilizado para herramientas y la construcción de viviendas, pero también para convertir el material pétreo en un medio de comunicación; en esas piedras, los pueblos plasmaron sus ideas, que al paso del tiempo se convirtieron en mensajes que ahora a través de su análisis vamos discerniendo.

Las gráficas son un referente arqueológico, para intentar conocer y entender la visión del entorno natural y socio cultural de quienes habitaron esta región, y tomando en cuenta que la gráfica nace de la necesidad de expresarse del ser humano, André Leroi-Gourhan ha definido la existencia de valores comunes entre los seres humanos, por lo que en la gráfica rupestre es posible seguir patrones comunes y formas parecidas para expresar la realidad; desde la aparición del hombre hasta nuestros días, las formas de expresión se basan en un sistema de creencias básicas, lo cual es parte de la tarea al descifrar los petrograbados.

Desde el inicio, las investigaciones y exploraciones sistemáticas por parte del INAH en el estado de Colima, han estado ligadas a una dinámica de protección del patrimonio mediante Rescates y Salvamentos arqueológicos. A partir del año 2004, se han observado y documentando las piedras con diseños, que son una constante en el paisaje accidentado de la región, resaltando con mayor representatividad aquellas gráficas que muestran propiamente los desgastes en forma de oquedades circulares y líneas que se unen entre sí; por otra parte, no hemos encontrado una relación directa entre la distribución de los panteones prehispánicos explorados, con los diseños que presentan las piedras cuando convergen en un mismo espacio independientemente de su temporalidad.

No podríamos decir lo mismo de la forma o el relieve que exhiben, el análisis y la observación del paisaje, en relación con los diseños, nos lleva a suponer que en ciertos casos, como son los diseños que figuran oquedades circulares y líneas, estarían representando rasgos geográficos específicos en áreas mayores; los círculos, según su tamaño y densidad, pueden definir patrones de distribución de caseríos o aldeas; y las líneas, en algunos casos, simbolizar caminos, marcas de límites territoriales, corrientes hidrológicas o accidentes topográficos.

Son algunas de las hipótesis que pueden sustentarse, la densidad poblacional que muestran los registros arqueológicos desde el preclásico medio 400 a.C. donde el derecho y reconocimiento de la propiedad debió ser un problema que tuvo que ser redimido con acuerdos y señales visibles que perduraran de una generación a otra evitando con ello conflictos; por lo que nos atrevemos a suponer, por el momento, que estos petrograbados, son las enormes piedras que utilizaron para reconocer el paisaje y testificar acuerdos, hoy en día son evidencias socioculturales de nuestro pasado remoto.

 Fuentes y bibliografía

Leroi-Gourhan André. “El lenguaje de las formas”, en Ma. del Pilar Casado (compiladora). El arte rupestre en México. Antologías, Serie Arqueología. INAH, México, 1990.

Martínez de la Rosa Julio Ignacio, director del INAH, Colima; entrevista telefónica.

Meighan Clement. “Análisis del arte rupestre en Baja California”, en Ma. del Pilar Casado (compiladora). Op, cit., 1990.

Nota: M.H. Mirtea Acuña Cepeda M.E, Universidad de Colima, mirtea@ucol.mx; Arqlgo.Rafael Platas Ruiz, Instituto Nacional de Antropología e Historia. Centro INAH, Colima, rafael.pruiz@hotmail.com.

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Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda y Rafael Platas Ruiz

Partamos de una interrogante, ¿podemos llamar piedra mapa a un petrograbado? En Colima así se denomina popularmente a las rocas en que pueblos prehispánicos tallaron las ubicaciones de posibles caseríos, áreas de enterramiento, accidentes geográficos, e incluso divisiones políticas; entonces, la respuesta es afirmativa. Mapa es un concepto entendido como una representación geográfica de la Tierra, o parte de ella y dicha representación es convencional y por lo mismo existen distintos tipos de mapas; no hablamos de cartografía, la disciplina que se encarga del trazado de los mapas geográficos.

Sin embargo, vale plantear otra cuestión, ¿hablamos de cartografía, si nos referimos a mapas tallados sobre una piedra? Como el petrograbado descubierto y registrado por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el 7 de junio del presente año y que describiremos a continuación.

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La superficie sobre la cual se observan las gráficas está orientada hacia el volcán de Fuego y presenta una conformación que exhibe un declive de norte a sur, similar a la ladera del promontorio, en la parte más alta de la piedra estaría en sentido figurado el volcán. Nos atrevemos a llamar un mapa político, si vemos que las oquedades circulares del petroglifo representan aldeas; igual podría decirse que es geológico e hidrológico, si asociamos las líneas con veras hidrológicas y escurrimientos naturales, así como otros accidentes orográficos de la zona montañosa donde se encuentra. Por otra parte, de la observación preliminar del petrograbado, los investigadores del INAH, suponen que sus diseños se asocian a la tradición 'tumbas de tir' y se podría fechar en el periodo entre los 200 años a.C. y 200 d.C.  

La piedra mide aproximadamente 1.70 m en su parte más alta y tiene una anchura irregular de entre 2.12 y 2.77 m; su espesor se calcula en unos 60 cm y su eje se localiza 20° al noreste, aproximadamente. En cuanto al terreno donde yace la roca, se reconocieron tiestos cerámicos asociados a la fase Chanal o Posclásico Colimense (1000–1500 d.C.), pero el petrograbado o piedra mapa corresponde a una ocupación anterior, cuyos vestigios han sido afectaos por el uso agrícola del terreno.

Hace milenios, el volcán de Fuego de Colima en una erupción piroclástica, arrojó rocas ígneas, lo cual explica la ubicación de otras pesadas rocas basálticas, que se encuentran a más de 14 kilómetros al sur del volcán, como la piedra a la cual nos estamos refiriendo que llegó hasta la actual Cofradía de Suchitlán y sobre la cual, los habitantes prehispánicos tallaron lo que podríamos denominar un mapa ancestral. 

El petroglifo se localiza en una propiedad privada en el municipio de Cómala; en lo que concierne al estudio y análisis del diseño y patrones tallados en la roca, observamos que los grabados fueron realizados usando tres técnicas pulido, picoteo y desgaste, usadas por los talladores para representar el paisaje orográfico y geográfico de la ladera sur del volcán, surcada por barrancas, escurrimientos y ríos que bajan del promontorio geológico

La existencia de múltiples elementos similares en el estado, como por ejemplo los que se resguardan en la zona arqueológica y el parque eco-arqueológico de La Campana, situados dentro del área metropolitana de la capital, donde el personal del INAH ha contabilizado más de 100 petroglifos, nos permiten el planteamiento de una hipótesis sobre el hecho de considerar este sistema ideográfico como una forma de comunicación simbólica con códigos y pautas sociales, y no sólo simples elementos figurativos, como hasta ahora se ha venido considerando.

Algunas piedras labradas por el hombre prehispánico representan diseños que refieren a su paisaje circundante y cumplen casi las mismas funciones que los mapas modernos para el grupo que las elaboró. En el análisis vemos que la posición del mapa en piedra que nos ocupa es importante, porque en la cosmogonía mesoamericana, 'la orientación implica una concepción del Universo' (INGI/IGN, 1992:102) y los espacios tiempo y territorio eran inseparables y estaban asociados a los rumbos del universo; de estas pautas se servían para elaborar un mapa.

La presencia humana en Mesoamérica tiene una antigüedad de al menos catorce milenios y es bastante posible que se haya desarrollado una cartografía incipiente, sin embargo, no se han encontrado mapas de esa época, salvo en piedra (INGI/IGN, 1992). Así mismo, se deberá tomar en cuenta el desarrollo de los múltiples elementos gráficos que conformaron un sistema de registro, mismo que fue utilizado en los códices y para efectos cartográficos, no hubo necesidad de inventar otro sistema, ya que aparecen elementos similares, representadas en piedra, arcilla, pintura mural, cerámica u otro material, para elaborar sus mapas (INGI/IGN, 1992)

En la antropología, arqueología e historia del siglo XXI, los modelos determinan las interpretaciones que hacemos de los sucesos ocurridos en el pasado; no obstante, tenemos conciencia que las lecturas de los hechos e interpretaciones, exigen que las explicaciones se fundamenten de acuerdo al contexto en que ocurrieron y no en nuestro presente.

Fuentes:    

INEGI/IGN.  Cartografía histórica del encuentro de dos mundos. México/España. 1992.                                                                                                                                                      Martínez de la Rosa Julio Ignacio, director del INAH, Colima; entrevista telefónica.

Nota: M.H. Acuña Cepeda M.E, Universidad de Colima, mirtea@ucol.mx; Arqlgo.Rafael Platas Ruiz, Instituto Nacional de Antropología e Historia. Centro INAH, Colima, rafael.pruiz@hotmail.com.

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5262836863?profile=RESIZE_584xPor Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda

Las enfermedades de trasmisión viral o bacteriana se han presentado hace milenios y la historia demuestra que terminan. Sin embargo, es importante el estudio histórico, para conocer sobre el desarrollo del conocimiento médico, cuáles enseñanzas han dejado y que hemos aprendido respecto al modo de sobrevivir a las enfermedades; sabiendo, que aún tenemos mucho por aprender sobre todo en microbiología, esos minúsculos e imperceptibles transmisores de padecimientos.

Posiblemente, sobre la que más se ha escrito es la Peste Bubónica o Negra (1347-1351), una enfermedad milenaria, causada por la bacteria Yersinia pestis que se propaga por la picadura de las pulgas de los roedores; esto se ignoraba en el medioevo europeo. La peste no se ha erradicado, aún se encuentra en África, Asia y Sudamérica, incluso se han presentado casos en Estados Unidos; de no ser tratada de inmediato, el pronóstico es de un 50% de mortalidad, del momento en que la persona es infectada a la manifestación de los síntomas transcurren de 2 a 8 días.  

La mortalidad en la Edad Media se compara con la plaga de Justiniano, una variante de la peste bubónica que afectó al Imperio romano de Oriente y se extendió por regiones del Asia, África y Europa, del 541 al 750. En la universidad de Tubinga (2011) se estudiaron cadáveres de víctimas de la Peste Negra en Londres, en el siglo XIV y del siglo VI, en Alemania, en ambos la conclusión es que fallecieron por la misma causa, la bacteria Yersinia pestis; durante el estudio se compararon trescientas cepas de esta bacteria. En Canadá, en la universidad de McMaster (2016) reconstruyeron el genoma completo de ese  patógeno, obtenido de muestras dentales. Estos y otros estudios, indican que la plaga se originó en Asia y que ambas epidemias se debieron a cepas de la Yersinia pestis.  En los estudios, otro aspecto interesante es la influencia de los cambios climáticos; en ambos periodos, primero en 535 - 536, y luego en 1347-1351, se dio una reducción de la luz solar, en consecuencia del calor y la temperatura resultó óptima, para que la Yersinia pestis  pudiese liberar una enzima que provoca una expansión en el estómago de la pulga y en consecuencia facilita la trasmisión del patógeno.

Otro dato histórico es las medidas preventivas; en  la Edad Media, cuando casi la mitad de la población desapareció, en Ragusa, Sicilia, observaron que la enfermedad aparecía tras la llegada de los barcos, por lo que se impuso la Ley del Trentino: Los barcos, después de arribar, debían esperar 30 días antes de entrar al puerto y desembarcar; poco después sería la Ley Quarentino, la cuarentena, que otras ciudades adoptaron, con lo que se limitó el avance de la Peste Negra; aunque continuaron apareciendo brotes en otras ciudades europeas. En 1665, falleció un 25% de la población en Londres, donde, para controlar la Peste Negra, se prohibió salir a los enfermos y marcaron las puertas de sus casas con cruces rojas, cancelaron las reuniones públicas y se ordenó matar las mascotas, que eran innumerables y se pensó que propagaban la Peste. Uno de sus efectos más profundos fue la percepción sobre la manera de vivir y morir, marcando esos siglos como una etapa de transición.

No es la única epidemia que ha vivido el mundo, hubo muchas más, sin embargo, una dejó perpleja a laciencia médica fue el Sudor Inglés (Sudore anglicus o Pestis sudorosa) rara enfermedad, posiblemente viral que, según los datos, atacaba a varones jóvenes, fuertes, sanos y de buena posición económica, en tanto que bebés, niños y mujeres eran inmunes. Un muerto notable por el Sudor inglés fue Artur Tudor en 1502, esposo de Catalina de Aragón y hermano de Enrique VIII. La sintomatología es similar a la gripe pero es posible que un factor importante, fuese la sudoración excesiva, de ahí el nombre, que deshidrataba al enfermo, que al segundo o tercer día moría o mejoraba. El Sudore angelicus, se ensañó de modo particular en los ingleses, no hay registro de esta enfermedad antes de 1485 ni después de 1552; por lo que la calificaron de Plaga bíblica.

La primer pandemia fue la Viruela, una de las enfermedades más antiguas causada por el virus variola, que surgió allá por el año 10.000 a. C. y se cree que se originó en Asia, pasó a la India y luego a Egipto; donde una de sus víctimas fue Ramsés V, murió en 1157 a.C. y en sus restos se observan marcas de viruela... Con la globalización, que podemos considerar como tal desde el siglo XVI, la viruela se transforma en pandemia al llegar a las Américas, donde la población sin inmunidad genética, fue víctima del virus variola. Todavía en los primeros años del siglo XX, la viruela era un azote de la humanidad, en todo el mundo, pero en 1980, se declaró inexistente, gracias al médico Edward Jenner que descubrió el método de la vacunación

La Gripe española se considera una de las pandemias más letales, se extendió por todo el mundo en 1918, que se prolongó hasta 1957 y durante la segunda década del siglo pereció un tercio de la población mundial por su efecto. Se tomaron medidas como desinfectar y cerrar los espacios públicos; se impuso el uso obligatorio de máscaras faciales de tela, incluso se multaban el estornudo, tos, escupir, besarse o hasta por hablar en sitios públicos. 

Durante el siglo XX, los científicos desarrollaron vacunas contra muchos patógenos importantes, incluida la gripe. Respecto a la gripe española que causó la muerte de unas 50 millones de personas en el mundo, la causa, según los estudios en la Universidad de Arizona, fue causada por una cepa del virus Influenza A del subtipo H1N1, de la gripe porcina clásica y del H1N1 estacional postpandémico que circuló desde 1918 a 1957. Desde 10 o 15 antes de 1918 ya estaba circulando el virus en humanos, pero el factor decisivo fue la movilización de tropas que carecían de inmunidad previa, se estableció una cadena lógica de contagio, pero no tan fácil de explicar, según los patrones de mortalidad de la gripe en los últimos 200 años.

En el siglo XXI, enfrentamos otra pandemia. Continúan surgiendo virus o nuevas cepas, muchas tienen origen zoonótico, pero todas ponen en jaque a la tarea biomédica para investigar tratamientos contención de las enfermedades microbianas, cuya difusión es favorecida con el avance de las comunicaciones en este mundo globalizado. El Coronavirus del SARS (2002) y el Covid 19, surgieron en provincia de China y lo mismo que las anteriores enfermedades, se extendieron por el mundo; al parecer quienes padecieron el SARS, crearon cierta inmunidad al Covid, pero, sin duda, es indispensable proseguir los estudios para conocer los transmisores y los mecanismos de transmisión, de modo tal que se puedan prevenir o controlar las pandemias.

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Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda

La pandemia del Coronavirus ha puesto en la mira la importancia de la higiene, cuya trascendencia tiene antecedentes históricos, baste recordar la peste bubónica o Peste Negra en el siglo XIV; la gente no tenía idea de cuál era la causa e ignoraban la existencia de los microorganismos patógenos. No asombre, pero habían quiénes no se bañaban en toda su vida, llevaban la misma ropa por años y para colmo, cerraban las ventanas porque creían que Satanás introduciría su 'Éter maligno'. Culparon a los judíos de la Peste Negra, pese a que el Papa Clemente VI aseguró que no eran los responsables, a las masas se les había enseñado que los judíos mataron a Jesús El Cristo, en consecuencia lógica, creyeron que asesinaban cristianos; se dieron hechos terribles, cientos de  judíos fueron quemados vivos. La gente ignoraba que de la Peste Negra los salvó la higiene, que se practica conforme a las leyes judías.

Ahora sabemos que la higiene y con ella la desinfección es indispensable para evitar contraer enfermedades bacterianas y virales; sabemos que la minuciosidad de la limpieza es un factor clave, pero hablando de desinfección, ¿cuáles son los productos óptimos para garantizar la seguridad de personas, animales y medioambiente? Es preciso conocer la acción y la toxicidad de los productos elegidos, así como el mejor programa y los controles de vigilancia posteriores, sin olvidar las regulaciones jurídicas.

Por otra parte, existe una distinción, quizá sutil y sin embargo muy importante, entre agente de saneamiento, desinfectante, antiséptico y esterilizante; los resultados marcan la diferencia y por ello, es necesario conocer la composición y el grado de concentración de las sustancias químicas, el tiempo del producto en contacto con una superficie, el nivel de residuos aceptables y el entorno del proceso. En general, los desinfectantes, esterilizadores o antisépticos, son productos químicos biocidas, es decir, matan vida y su potencia tóxica es relativa; es indispensable leer las etiquetas y ver los símbolos que indican los grados de peligro, saber cuáles productos se pueden usar, cómo, en qué cantidades, cuándo y dónde.

Desinfección es el proceso de eliminación de microorganismos infecciosos mediante agentes químicos o físicos, es fundamental para controlar microrganismos, incluidos los virus, en la OIE se documenta el uso de los productos de saneamiento, esterilizadores y antisépticos en sanidad animal y procesos alimentrios. Esterilización, destruye los microorganismos en condiciones específicas y controladas, el tratamiento térmico antimicrobiano lo conocemos por Pasteur. Antisépticos, inhiben el desarrollo de microorganismos en los tejidos y se usan en el tratamiento de heridas y cirujía, se acostumbran los menos tóxicos y por lo mismo son los menos poderosos antimicrobianos. Desinfección, respecto a las enfermedades virales, los métodos más aceptados para su prevención consisten en limitar el contacto con los animales o vigilar su vacunación; se recomienda el uso de desinfectantes, los actuales neutralizan a la mayoría de los virus (10), que atacan a varias especies animales; un peligro de los virus es que propician la invasión de otros microorganismos 'oportunistas'.

El agua, en el proceso de limpieza y desinfección el elemento más importante, es limpiadora más que desinfectante (HACCP), pero aplicada caliente y alta presión si lo es; la fuerza de la presión no debe ser muy  elevada, porque puede crear huecos en las superficies donde se formarán microecosistemas, pero es emulsificador de grasas, desprende las partículas orgánicas y tiene acción bactericida, que se pierde al enfriarse la superficie. No se aplica a personas, las puede escaldar. Entre los desinfectantes más comunes están desde luego el jabón, en sus distintas presentaciones, también lo son el hidróxido de cálcico y le hipoclorito de sodio. El óxido de calcio o cal viva, al agregarle agua con sumo cuidado por ser peligroso, se transforma en hidróxido de calcio o lechada de cal, que tiene acción biocida contra ciertas bacterias y virus. El cloro, como hipoclorito de sodio, se usa en saneamiento de superficies o purificar el agua, es barato, tiene buen espectro antimicrobiano, pero hay que cuidar la dosificación, para evitar los riesgos de toxicidad para las personas y el medioambiente; tiene rápida acción bactericida y virulicida; no obstante, existen virus y esporas que muestran cierta resistencia a los clorados, por esto para ciertas superficies, se utiliza Cal clorada, hidróxido de calcio e hipoclorito de sodio.

Cada situación particular requiere un procedimiento de desinfección, pero en términos generales, el mejor es el más antiguo: fregar, raspar, enjabonar y enjuagar abundantemente. Luego, si es conveniente, se aplica otro tipo de desinfectante, en el mercado hay varios; entre ellos, los amonios cuaternarios, que sirven como detergentes suaves limpiadores, en la dilución correcta son biodegradables no tóxicos, muestran un buen espectro antibacteriano, antivírico y esporicida, pero puede causar dermatitis. Cualquiera que sea el producto, se deben seguir las instrucciones de dilución para asegurar la concentración más efectiva y se le deja actuar sobre las superficies el mayor tiempo posible, con el propósito de eliminar la mayoría de los microorganismos presentes. Sin embargo, el mejor es el más viejo, la higiene personal y cuando se lavan las manos, el jabón debe permanecer de 20 a 30 segundos mínimo y se deben frotar antes de enjuagarlas. 

Bárbara Tuchman. The Distant Mirror: The Calamitous 14th Century. Knopf, New York.1978:112-114.

OIE.- Principios generales de desinfección. Revista científica y técnica de la Oficina Internacional de epizootias.

HACCP, siglas en inglés. Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC) es un proceso sistemático preventivo para garantizar la inocuidad alimentaria,​ de forma lógica y objetiva.

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Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda

Para reivindicar es preciso resignificar, dada la enorme amplitud de los signos y únicamente en lo que corresponde al género, así como los conceptos simbólicos, porque cubren todos los panoramas culturales, que en las diversas sociedades se han impuesto a través de milenios. Los estudios de género contemplan a mujeres y hombres, sabiendo que la jerarquización social y política se basa en el género y que ésta se trasmite como expresión de poder, de modo que al hablar de género, aún cuando parecería aludir sólo a la mujer, es una perspectiva que permite analizar y comprender las características que definen a las mujeres y a los hombres, así como sus semejanzas y diferencias.

Significar es representar ideas, hechos, sentimientos, la palabra viene del latín Signum, signa -señal o marca y Ficāre, de facére- hacer, convertir en o producir. Significāre, siendo un verbo transitivo, exige la presencia de un Objeto -complemento- directo y necesita de una información adicional, que aporte sentido a lo que se diga; ya que se refiere a actos o hechos que transitan del Actor al Objeto y por lo mismo, atribuimos un significado por la naturaleza o cualidad que representa o expresa, sea real o simbólico; cada Signo confiere un significado, como una contraseña que abre la puerta a un concepto, que expresa una idea, hecho o sentimiento, aquel que se atribuye a un objeto, digamos la cruz. Es un concepto del latín que significa reclamar y/o recuperar lo que nos pertenece, una versión descompone el vocablo en dos prefijos Re- repetición e In - privado de,  antes de la palabra Vindicare, vindicar que se traduce vengar, en tanto se clama contra una injuria, se expone la defensa  para recuperar lo perdido con el agravio, o sea, es una re-recuperación, por lo que según otra versión proviene de Vin de vis, fuerza y de Res, rei, hecho, asunto o prueba asunta objetiva, por lo que se utiliza en Derecho Penal, al analizar los requisitos de un hecho penal, para estudiar el concepto de violencia recogida en tipos penales, como amenazas, agresiones, abuso sexual y violación.

Reivindicar implica una vindicación es decir, recuperar, redimir, resarcir, reparar, restituir  libertades y derechos, por ello, se distinguen: Vis physica: fuerza o presión física; Vis moralis: fuerza o violencia psicológica; Vis in rebus: fuerza o presión sobre los objetos y bienes; y puede realizarse por uno o varios sujetos, de forma directa o indirecta; por lo general implica intencionalidad en la conducta del que violenta para conseguir que se cumplan los fines que persigue; por lo mismo, puede manifestarse en distintos tipos de actividad: palabras, gestos, hechos físicos, amenazas, etc. Cabe señalar que hay ocasiones en que la reivindicación toma características de venganza.

Resignificar es una forma de reconstruir la subjetividad social a partir del análisis histórico de la cultura y la sociedad, mediante 'analizadores', conceptos que establecen categorías de análisis, como sería el poder, la plataforma desde la cual se legitima en el discurso y las representaciones que se trasmiten en los medios de comunicación y al significarse conforman el marco de relaciones sociales, donde el poder es un analizador clave; ya que el poder que reside en el Estado debe garantizar la reivindicación de la ciudadanía, es decir, el acceso a los derechos humanos en un ambiente democrático y libre de violencia. Para resignificar habrá  que tomar en cuenta dos aspectos al menos: Causas externas a la persona, siendo del entorno socio cultural, y Limitaciones institucionales del Estado, plasmadas en leyes y reglamentos. Por ende, es preciso resignificar las causas que influyen en la elaboración de las leyes que limitan al Estado; en otras palabras y casi trabalenguas: el Estado requiere de instituyentes que reinstituyan lo instituido, que limita a la Institución, así como a las otras instituciones sociales, como son la Familia y la Escuela, de donde derivan las causas.

En la Familia y la Escuela aprendemos que existe una dicotomía sexual, la cual se enmarca en una tradición de exclusión mutua, de lo femenino y lo masculino, cuando son complementarias; el dimorfismo sexual da identidad de mujer u hombre y desde luego, es una asimetría básica, pero  indispensable para la existencia de la especie humana. Resignificar es viajar al pasado para entender los significados y estar en posición de cambiarlos en el presente, pensando en la construcción de un futuro, esperando sea posible, en hermandad.

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