Llegaron desde la cooperativa Independencia 1, en la Trinitaria (sur), cerca de las 11:30, para evitar ‘cualquier inconveniente’, aunque su ingreso se daría recién a las 15:30, pues irían al pabellón 9.
Allí expresaron su malestar por la casi nula atención médica que reciben sus hijos, quienes guardan prisión en ese centro y padecen de tuberculosis.
Juliana manifestó que su hijo se contagió hace dos meses, cuando otros reos le compartieron comida ante la falta de alimentos preparados.
“Ni siquiera los sacan a un hospital, que les pongan sueros, vitaminas para que se recuperen un poco, no les dan atención médica. Solo tienen en el policlínico a las personas que, según ellos (autoridades), son los más graves”, contó.
Indicó que para sacar a un reo con alguna enfermedad hacia algún hospital se debe tener un permiso especial.
“Ya hicimos el escrito con el abogado, ya lo entregamos hace más de 15 días, pero no tenemos respuesta del director”, dijo.
Precisó que reos en otros pabellones muestran síntomas de tuberculosis, pese a que en el pabellón 7 están aislados varios presos con esta enfermedad.
Victoria tiene un drama similar. Ella contó que su hijo, de 20 años, ha bajado de peso debido a la tuberculosis que padece. “Él llora diciendo ‘mami, ayúdame’, pero le digo 'Mijito, ¿qué hago?, si aquí uno no puede sacarte a un hospital’. Así como él, hay bastantes presos que no son atendidos y están a su suerte hasta que la muerte los sorprenda.