Los que reclamamos desde hace tiempo la instauración de una renta básica universal como una necesidad de la época que vivimos, la vemos cada vez mas imprescindible para avanzar hacia una sociedad igualitaria.
En tiempo real estamos informados a cerca del coronavirus, de como se extiende, alcanzamos la visión del planeta, podemos ver las cifras en todos los paises y ya no hay otro problema ni otra enfermedad que se precie de ser difundida por los medios. También, facilitado por el confinamiento, podemos reflexionar y en esta breve nota dibujaré alguna pincelada.
Este virus pone de manifiesto muchas cosas y daría para escribir extensamente, pero voy a ser breve y lo primero que se me ocurre es una reflexión sobre la política económica de recortes en derechos sociales, a saber, una sanidad publica y de calidad para todos. La política de recortes nos ha llevado al colapso en esta situación de enfermedad que se multiplica día a día y los profesionales no dan a basto. Aplaudimos hoy al personal sanitario, los ciudadanos de a pié desde nuestros balcones, agradeciendo de corazón. Los políticos en sus comunicados a la prensa, pero estos últimos no los aplaudían cuando médicos y enfermeras reclamaban mas inversiones en la sandad pública, más personal en los centros de atención primaria, o en los pabellones obsoletos de salud mental, por ejemplo. Ahora estamos viviendo las consecuencias.
Una segunda reflexión que me viene a la mente es la referida al confinamiento y sus diferentes experiencias. Cierto es que cada uno lo vive a su manera, según su individualidad, pero a rasgos generales hay dos formas de vivirlo. Lo material marca la diferencia en este caso. En primer lugar, si tienes casa no es lo mismo que si no la tienes, o estás pendiente de un desahucio. Si tienes tus recibos de suministros básicos asegurados con un respaldo en el banco es muy distinto a si no sabes si vas a poder pagar la luz o el agua el mes que viene. Si este coronavirus te ha pillado buscando trabajo, ahora sabes que por unos meses ya no vas a poder encontrarlo. Y si por ser joven o por otra circunstancia no has cotizado lo suficiente, pues te quedas sin nada. Si eres autónomo y llevas tu economía prácticamente al día, la incertidumbre te impide tener misma tranquilidad que el que tiene su salario todos los meses.
Los que reclamamos desde hace tiempo la instauración de una renta básica universal como una necesidad de la época que vivimos, la vemos cada vez mas necesaria para avanzar hacia una sociedad igualitaria, donde, al menos, se cumplan los derechos humanos.
La situación que se ha creado de pandemia pone de manifiesto que no habrá progreso si no es de todos y para todos, y que el estado debe garantizar un ingreso minimo vital universal.
Aunque las ayudas condicionadas son mejor que su ausencia, no basta con ayudar a los “mas vulnerables”, porque al que ayudas hoy, le recortas mañana y la persona que deja de ser vulnerable por 3 o 6 meses, vuelve a serlo al cabo de ese tiempo, pero…. ¿qué es esto?.¿Qué forma de tratar a las personas? Te lo doy, te lo quito, porque eres un “gasto social”…. no señor, ocuparse del bienestar de todos y cada uno los ciudadanos no es gastar, es apostar por la gente, es invertir en bienestar, en felicidad, en creatividad y libertad.
Si el virus puede llegar a contagiar a todos, las ayudas por parte del estado no pueden dejar a nadie fuera.
Una renta básica universal e incondicional, es decir, para todos, sin condiciones, para que podamos de verdad y con tranquilidad quedarnos en nuestra casa, cuatentena y mas, pero con un mínimo garantizado. Al menos el tiempo que dure este estado de alarma, este colapso de la economía, este cierre de fronteras, este parón general.
Esta Renta Básica, que algunos tenían en sus programas y abandonaron, es ahora el momento de reflotarla, de reclamarla desde los balcones, en los chats, en las conversaciones por whatsap. Estamos confinados, pero comunicados.
Exijamos a los gobiernos que hagan algo por las personas y no solo por el dinero y las grandes empresas. No hace mucho se rescató a la banca en este país. Es hora de hacer algo por la gente, de rescatar a las personas.
Publicado por Victoria Barceló Nogales en malagaldia