Como se explica, se justifica que los comerciantes de los modulos de la Bahía de Guayaquil, sin trabajar, sin abrir sus modulos por motivos de cuarentena les están llegando facturas de consumo eléctrico, in haberles ido a tomar siquiera la lectura respectiva, con valores que son iguales o mayores que las planillas anteriores, cuando sí se estaba laborando en una forma normal. Al parecer, estos funcionarios no contaban con estos antecedentes, que la Bahía, hasta estos instantes sigue cerrada, sin atención al público, sin consumir energía electrica, esta denuncia no puede quedarse en el aire, debe a toda costa sancionar a los responsables de quererles meterle de frente las manos a los bolsillos a la gente del pueblo en esta crísis de pandemia. Así están las cosas en nuestra querida ciudad de Guayaquil.