Las mujeres somos múltiples, únicas, diversas y exclusivas, como seres humanos con sus diferencias biológicas e iguales que los varones ante la ley. Diferente sí. Nunca inferiores.
Su individualidad se manifiesta en acciones, condiciones y actividades que comprueban su diversidad: madre, hermana, hija, novia, amante, amiga, vecina, trabajadora, albañila, ingeniera, taxista, arquitecta, bombera, diplomática, dirigente, diputada, sindica, compañera...Se trata de esclarecer aspectos conceptuales para evitar propuestas de acciones políticas con valoraciones tergiversadas, en estos momentos históricos en el mes de la patria según las tradiciones mexicanas.
Se debate desde las polémicas posiciones políticas e ideológicas los temas de igualdad y equidad de género desde diferentes aristas siempre con tres ejes transversales: igualdad, desarrollo sostenible y no discriminación con la inclusión, para incorporar el reconocimiento de otros grupos prioritarios y vulnerables, indígenas, comunidades negras, homosexuales, personas con discapacidad, viviendo con SIDA, entre otros.
No hay que inventar el agua tibia. Se reclaman otras muchas medidas para la inclusión de personas vulnerables, hombres y mujeres en esas situaciones individuales, a fin de asegurarles su eficaz cumplimiento y eliminar los elementos estructurales y de cultura que fundamentan mantienen por prejuicios que generan violencia y discriminación.
Muy diferente es la declaración femenina sobre los derechos de la transversalidad de género como prevé CEDAW, esa Convención contra toda Discriminación a las Mujeres, que norma con carácter constitucional para los países firmantes, la incorporación y aplicación del Principio de Igualdad de Trato y de Oportunidades entre mujeres y hombres a las Políticas Públicas, de modo, que se garantice el acceso a todos los recursos y se planifiquen las políticas públicas teniendo en cuenta las desigualdades existentes para acortar las brechas y alcanzar el avance de la igualdad real con la paridad.
La reflexión merece esclarecer definiciones que reclaman conceptos precisos que aporten nuevos puntos de análisis. Todas las mujeres no son vulnerables per se, definición de RAE sobre este vocablo latino que significa ‘por sí mismo, por su naturaleza’.
Ser diferente no implica ser inferior. Ellas están inmersas en los procesos económicos, políticos, sociales y de estrategias. Las luchas sociales y feministas han alcanzado derechos para próximas etapas y se deben prever en las instancias políticas. Resulta obligación de legisladores hombres y mujeres incorporar a sus planes la agenda de genero para presupuestos y políticas públicas de todas sus actividades.
Aprovechar lo mejor de lo anterior es un principio de desarrollo. Hoy un reto de estrategia inteligente sin esquemas economicistas ajenos a la realidad social del México multicultural, donde las mujeres empoderadas, ocupan un espacio decisivo para su cumplimiento. No se puede empezar de cero cuando hay mucha experiencia acumulada por largas luchas feministas que deben convertir en realidad los programas de quienes desempeñan acciones legislativas y gubernamentales.
@Letra Clara