El sicariato y la delincuencia se tomaron las calles del país en 2021, convirtiéndose en uno de los años con mayor inseguridad en la historia.
Hechos violentos conmovieron a los ecuatorianos desde inicios de año, como el asesinato del reconocido actor y presentador de televisión, Efraín Ruales, ocurrido el 27 de enero en Guayaquil, tras ser disparado por sicarios mientras conducía su vehículo. La noche del 22 de octubre el país se estremecía por la muerte del velocista olímpico Álex Quiñonez, asesinado en Guayaquil cerca de su domicilio, cuando conversaba con el cantante urbano Jojairo Arcalla, también acribillado. Las muertes violentas, asaltos, robos y ataques con armas de fuego coparon los titulares de todos los días en los medios de comunicación. Ni los niños se salvaron de las balas. El 17 de octubre un menor murió en el interior de un restaurante de Guayaquil. Una bala perdida apagó su vida, en medio de un enfrentamiento entre policías y delincuentes. Las cámaras de seguridad en calles e inmuebles de todas las ciudades fueron testigos de la ola de inseguridad de la que fueron víctimas los ciudadanos. Un problema que se agudizó en el gobierno de Guillermo Lasso, quien llegó al poder el 24 de mayo.
En su intento por frenar la delincuencia, el presidente decretó el estado de excepción el 18 de octubre y dispuso la movilización de las Fuerzas Armadas en Guayas, Pichincha, El Oro, Santa Elena, Manabí, Los Ríos, Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas y Sucumbíos. El gobierno argumentó que existe conmoción por los altos índices de inseguridad. La tasa de homicidios pasó de 7,84 por cada 100.000 habitantes, en 2020, a 10,62 en octubre de 2021.
El año pasado se registraron 1.372 muertes violentas y hasta octubre de 2021 pasaron a 1.885. Hubo un incremento del 40%. De esas muertes, 1.112 fueron catalogadas como violencia criminal.
La militarización y el estado de excepción no sirvieron de mucho. Las muertes violentas y hechos delincuenciales no pararon hasta fin de año.
Las estadísticas son estremecedoras. Cada tres horas y media muere asesinada una persona en el Ecuador.
Pero no solo las muertes violentas se incrementaron. Los asaltos a personas subieron en un 27,9%, al pasar de 14.243 en 2020 a 18.221 en 2021.
Los robos de vehículos crecieron en un 55% y pasaron de 3.121 a 4.838.
La sustracción de partes de vehículos registró un alza del 35,9% al pasar de 4.363 a 5.931.
El robo de motos también se incrementó, de 4.806 a 6.266, es decir, aumentó en un 30,4%.
Los robos a domicilios registraron un crecimiento del 14,2%. En 2020 la Fiscalía recibió 5.169 denuncias, mientras que en 2021 fueron 5.904.
Los locales comerciales también fueron blanco de la delincuencia. Restaurantes, cafeterías panaderías, farmacias y hasta tiendas de barrio fueron visitados por delincuentes que desvalijaron a propietarios y clientes.
Este delito aumentó en un 17.3%, al subir de 2.919 asaltos a 3.423.
Sin políticas integrales en materia de seguridad, el gobierno está en deuda con los ecuatorianos por no cumplir con su deber de garantizar el derecho a una cultura de paz y a la seguridad integral, contemplados en el artículo 3 de la Constitución.
Pichincha Comunicaciones.