La Asamblea Nacional botó al tacho dos proyectos de ley importantes: uno que buscaba hacer cambios en el Seguro Social y otro que pretendía asegurar que los municipios y prefecturas reciban su dinero a tiempo. Ambas propuestas ya habían sido rechazadas el año pasado por el presidente Daniel Noboa, y ahora los asambleístas no consiguieron los votos necesarios para insistir en que se conviertan en ley.
¿Qué pasó con el Seguro Social?
El primer proyecto quería cambiar varias reglas del IESS y del banco que maneja su plata, el Biess. Pero, según muchos legisladores, la propuesta podía poner en peligro las pensiones, los créditos y el futuro del seguro social, que ya está en crisis. Uno de los que votó en contra fue el asambleísta Eckner Recalde, quien dijo que el Biess no necesita que venga nadie de afuera a decirle qué hacer, “el banco no necesita consultores extranjeros, necesita autonomía para seguir invirtiendo bien”, comentó.
La propuesta también buscaba que la Superintendencia de Compañías pueda decidir sobre los negocios financieros del Biess, pero eso fue calificado como ilegal e inconstitucional por algunos legisladores, que recordaron que eso le corresponde a otro organismo del Estado.
¿Y qué pasó con la plata para los municipios?
El segundo proyecto intentaba asegurar que los municipios, prefecturas y juntas parroquiales reciban directamente y sin demoras su parte del presupuesto nacional. La idea era que el Banco Central del Ecuador tenga cuentas especiales para depositar esa plata todos los meses, sin que dependa del gobierno de turno. También proponía cambiar varias leyes para que ese dinero se entregue automáticamente en los primeros cinco días de cada mes. Pero tampoco se aprobó. Solo 67 legisladores votaron a favor, cuando se necesitaban 101 votos. Así que la reforma se cayó.
Lucía Pozo, una de las impulsoras del proyecto, dijo que aunque la idea es buena, el mecanismo que se planteaba iba en contra de las reglas actuales de cómo se maneja el dinero del Estado. Por eso, muchos optaron por no apoyarla. En cambio, el legislador Alfredo Serrano reclamó que ese dinero no es del Gobierno, sino de los gobiernos locales, y que debe entregarse sin excusas, como lo dice la Constitución.
¿Y ahora qué?
Por ahora, todo sigue igual: ni el Seguro Social tendrá los cambios que se propusieron, ni los municipios podrán contar con un sistema más rápido y directo para recibir su dinero. Mientras tanto, los problemas siguen: el IESS continúa con deudas y falta de fondos, y varios gobiernos locales se quejan de que la plata no les llega a tiempo para hacer obras o pagar sueldos.
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