¡Qué complicado se convierte nuestro análisis de la situación mundial en cuanto al consumo, venta y creación de cárteles mafiosos en torno a las drogas! Por doquier que nos movamos o en cualquier parte del mundo en que nos encontremos, seremos alguien más involucrados voluntaria o involuntariamente en las noticias en torno a este látigo de la sociedad. Y hay quienes lo defienden con miles de argumentos: que es una labor muy lucrativa, que no mira ni edad, ni sexo, ni condición social o económica, es para todo el mundo.
Que todo el asunto está en saberlo administrar y poder controlar tanto a los consumidores, como a las autoridades civiles, militares, religiosas, etc. Argumentos como el que han esgrimido muchas personalidades de todos los sectores: “SI HAY QUIEN LA CONSUMA, HABRÁ QUIEN SE LA VENDA”. Pero el verdadero flagelo, el más importante para combatir, el que casi nadie ve o mejor dicho, todos lo vemos pero no nos atrevemos a identificar en solitario, sin vinculaciones de ninguna especie, indudablemente es el ahora tan difundido cártel de los extorsionadores, quienes sin tener que vender ningún gramo de droga a nadie, simplemente llegan hasta todos los rincones de la sociedad, y se atreven a COBRAR PISO, a esquilmar a cualquier comerciante, o cualquier profesionista, exigiendo que se les entreguen tales cantidades de dinero, so pena de sufrir vejaciones y hasta la muerte.
¿Qué razón tienen estos infelices de “COBRAR” a cambio de qué? Y lo peor es ¿qué están haciendo las autoridades por combatir esta lacra? Todos los días nos damos cuenta de que apresaron o detuvieron a tantos más cuantos personajes del bajo mundo de la distribución y envenenamiento del pueblo con sus demoniacos productos, y eso está muy bien, pero… contra los malditos que te intimidan y te mantienen en un estado de psicosis porque te están obligando a entregarles tu dinero, ¿a cambio de qué? Contra estos, ¿qué se está haciendo? Y aquí de nuevo digo que, a esas lacras, ni las necesitamos, ni las queremos… Ellos ya escogieron su destino en este mundo; ellos saben que están actuando de muy mala manera en contra de la sociedad; ellos ya rebasaron los límites que marcan los derechos humanos… Por ello digo que ya saben que en cualquier momento van a perder la vida, en cuanto se encuentren con algún valiente que los pare en seco y les impida seguir delinquiendo. Pero la cárcel no es “castigo” para ellos, porque saben que estar en la cárcel es temporal y que mientras dure su “castigo”, gozarán de alimentos, atención médica, alojamiento, etc., así que lo conciben como vacaciones, de las que saldrán para seguir haciendo de las suyas.
Esos ya no son humanos, son bestias que no merecen nada más que LA MUERTE. Pero hago la diferencia bien marcada entre los que venden droga, porque hay quien la consuma, a aquellos que simplemente han decidido esquilmarnos y mantenernos en una psicosis tal que nos impida hasta el querer viajar y disfrutar de nuestro hermoso país. Por esto mismo digo y exijo a las autoridades que donde encuentren a alguien que esté realizando estas fechorías, o a los violadores, a los secuestradores, a los repartidores de droga, no los metan a la cárcel… Ahí donde los encuentren aplíquenles la ley fuga y quítenlos de sufrir, al mismo tiempo que ayudarán a los ciudadanos honrados y trabajadores, a los que sí contribuimos al engrandecimiento de la patria, a sentirnos en libertad. Si tú, amable lector, estás de acuerdo con este planteamiento, reproduce este escrito y hazlo llegar hasta donde sea posible, a fin de que los ciudadanos honrados, decentes y patrióticos vivamos en paz; sólo así lograremos ¡Qué viva México!