PABLO BARATINI DESDE VALPARAÍSO CHILE
- Por: María Victoria Maldonado Godínez
Agradable es el ambiente que se vive en los mercados, donde podemos disfrutar de deliciosos platillos, al mismo tiempo que compartimos la mesa con otros comensales; además, allí podemos conocer multitud de anécdotas como la que ahora les voy a narrar.
Mi amiga y yo estábamos por terminar nuestro desayuno, y así como les ocurre a quienes ya tienen mucho tiempo de no verse, platicábamos de una y mil cosas, que donde trabajas, que si ya tienes novio, que si sigues con el que andabas…. No finalizábamos un tema cuando ya habíamos pasado a otro.
Por lo que yo no me di cuenta cuando a nuestro lado se sentaron otras personas, las cuales habían ido llegando en diferentes momentos, es decir, no se conocían entre ellas, pero una señora empezó a platicar muy animadamente,
Y a decir que ella había estado en el cielo, lo cual de inmediato me interesó, así que guardé silencio y traté de no hacerle plática a mí amiga, esto con el fin de escuchar mejor.
- Pues sí, yo me morí, entonces llegué a un lugar, muy bonito, era un gran jardín, con hermosos árboles y flores muy coloridas; en el centro donde se escuchaba una música muy bonita, habían ángeles cantando, ahí se percibía un ambiente de paz y tranquilidad; pero entonces yo seguí caminando, así entré a otro lugar, el cual tenía un gran portón, entré y vi que ahí, habían mujeres con un vestuario muy atrevido, se respiraba un fuerte olor a perfume, caminaban en derredor de un gran patio fumando y viviendo de las copas que llevaban en las manos; en las orillas del patio habían hombres sentados ante las mesas, donde tomaban, jugaban y lesivamente miraban a las mujeres, dirigiéndose a ellas con palabras altisonantes. Así que yo me retiré de ahí, seguí caminando y…
Entonces llegaron con la cuenta de lo que mi amiga y yo habíamos consumido, así que pagamos y tuvimos que retirarnos, sin saber en que terminó la historia de aquella señora.
Comentarios
mmm..., SÍ QUE ME DEJÓ MAL. No lo puedo creer, definitivamente este relato merece una segunda parte, para conocer el final, y eso de que 'me morí', el el Cielo, los ángeles, esta vez sí que me han atrapado. Así no se vale, o María Victoria nos está otorgando el privilegio de escribir nosotros..., NUESTRO FINAL!!