PABLO BARATINI DESDE VALPARAÍSO CHILE
El 1º y 2° días del mes de Tishrei o mes de Libra, son conocido como Rosh Hashaná, o cabeza de año, representado el inicio de un nuevo año (que en el conteo representa el año 5783).
Este año, Rosh Hashaná comienza al atardecer del domingo, 25 de septiembre y termina al anochecer del martes, 27 de septiembre. Los sabios nos enseñan que en Rosh Hashaná D-ios completó la Creación, la cual terminó con la creación del hombre.
Al final, en este día, cada ser humano es juzgado por todas nuestras acciones, y todo lo que ocurrirá en nuestra vida en el año entrante está escrito. Tal y como está escrito en el Talmud: "Los ojos de D-ios los ven desde el inicio del año hasta el final. Pasan uno por uno, a todos los escudriña con sólo una mirada. Creó el corazón de todos juntos y entiende todas sus acciones".
En el libro Celestial hay tres capítulos abiertos durante este día: uno sólo para los malos, uno sólo para los completamente justos y otro para los que están en un punto intermedio. Según entendemos, los malos son inmediatamente inscritos en el Libro de la Muerte, los justos son inscritos inmediatamente en el Libro de la Vida y los que están en el medio son mantenidos en equilibrio entre Rosh Hashaná y Yom Kipur.
Si lo merecemos, y nuestra vida significará algo para quienes nos rodean y para el mundo, entonces seremos inscritos en el Libro de la Vida. En este día, no debemos arrepentirnos de las acciones del año pasado. En Rosh Hashaná, el Día del Juicio, debemos considerar cómo nos gustaría ser transformados, y comenzar a vernos y comportarnos como si ya fuésemos nuevas personas.
Tres áreas de enfoque para ayudarte a preparar tu conciencia de la forma adecuada para los dos días más importantes del año: Sé altruista Hay innumerables maneras en las que podemos mantener nuestras acciones y nuestra conciencia en un estado dador durante estas 48 horas.
Este es un momento maravilloso para esforzarnos más en nuestro voluntariado o simplemente ayudar a aquellos que sabemos que lo necesitan. En lugar de juzgar a los demás o estancarnos en nuestros propios problemas, deberíamos preguntarnos: “¿Cómo puedo ayudar?”. Busca la oportunidad para compartir. La encontrarás. Mantén la conciencia de unión, La unión es nuestra mayor herramienta contra la negatividad. No es casualidad que en estas 48 horas abunden las discusiones familiares, desacuerdos o malentendidos entre amigos. Considera estos momentos como desafíos que están probando nuestra capacidad de mantenernos con una mentalidad de unión.
Cuando recordamos esto, podemos esforzarnos en evitar que caigamos en las trampas que usualmente caemos. Estos dos días son nuestra oportunidad para demostrar que somos personas diferentes. Por tanto, el universo nos enviará oportunidades para elegir el amor en lugar del odio, la misericordia en lugar del juicio, y la unidad en lugar de la separación.
Sé feliz. No solo lo que pensamos y cómo nos comportamos determinarán nuestro año, sino también cómo nos sentimos. Sin importar lo que esté sucediendo en nuestra vida, podemos elegir la felicidad al conectarnos con la perfección subyacente que existe en todo y en la chispa de Luz que existe en todos. Cuando escogemos ver más allá de las imperfecciones y conectarnos con la bondad inherente en los demás y en todas las circunstancias, podemos experimentar una dicha mayor. Sin importar lo que suceda externamente, elige la felicidad internamente. ¡Tu año te lo agradecerá! Rosh Hashaná es un momento que afecta a toda la humanidad. No son solamente las oraciones y conexiones que hacemos las que inclinan la balanza hacia la positividad para el año entrante, sino quiénes elegimos ser y cómo decidimos comportarnos durante estas 48 horas.
Cuando tenemos nuestra conciencia en el lugar adecuado, podemos transformarnos. Y si suficientes personas se comprometen a tener una conciencia positiva durante este período, podremos cambiar el mundo.
¡Deseo de todo corazón un año de vida, amor y plenitud para todos!
Jag Sameaj Shaná Tová Umetuká
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