PABLO BARATINI DESDE VALPARAÍSO CHILE
Por: Miguel Ángel Martínez Romero.
MRGM de la Gran Logia de Antiguos Masones del Estado de Colima / El brindis del Gr\ M\ de la Gr\ Log\ se dedica al Gobierno de nuestra nación.
A lo largo de la Historia, el ejercicio del poder ha sufrido una serie de modificaciones, influenciado por la evolución de la civilización. Desde el Comunismo Primitivo, en el que las decisiones se tomaban en consejos tribales, hasta las actuales formas de gobierno, la Humanidad ha transitado por diferentes formas de ejercer la autoridad.
La monarquía, el gobierno de un solo individuo, que pasó de aplicar la ley del más fuerte a ser una forma de “designio divino”, con sucesión hereditaria del poder. Su forma extrema y corrupta, la autarquía, permitió la concentración de grandes poderes en un solo individuo.
La aristocracia, o gobierno de unos cuantos (favorita de Aristóteles), propugnaba el poder para quienes consideraba más preparados, con base en la meritocracia. Su corrupción es la oligarquía, o sea, el gobierno de quienes con su poder o dinero podrían acceder al mando.
La democracia, se basa en que el poder político emana del pueblo, ya sea en la participación directa en la toma de decisiones o mediante la elección de representantes. Su forma corrupta es la demagogia, que consiste en una estrategia para conseguir el poder político por medio de apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas de las personas, para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica, la desinformación, la agnotología y la propaganda política.
La experiencia nos ha enseñado, a despecho de la respetable opinión del insigne filósofo peripatético, que no hay mejor forma de gobierno que la democracia participativa, directa o indirecta, o sea, el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo (frase de Abraham Lincoln, abrazada por los gobiernos democráticos).
Por esa razón, los liberales, siempre respetuosos de la ley, estamos obligados a hacer causa común con un gobierno legítimamente electo, y que trabaje por el bien común, haciendo a un lado nuestra filias y fobias políticas y anteponiendo el amor por nuestro país a la lealtad a determinada tendencia política. Recordemos que si le va bien al gobierno de la República, nos deberá ir bien a todos.
Por lo anterior, ruego a todos ponerse de pie, y con su copa sobre el corazón, elevar un brindis por la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, para que su gobierno, en lo interno, logre mejorar las condiciones económicas, políticas y sociales de los mexicanos, y en la política exterior, se cimente con firmeza la soberanía de un pueblo que, pese a haber sido invadido, mutilado en su territorio, y vejado en sus legítimos derechos, se yergue con la dignidad del águila que dirige su vuelo hacia el Sol.
¡FUEGO! ¡MÁS FUEGO! ¡POR EL MÁS SUBLIME DE LOS FUEGOS!
ES CUANTO.
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