¿Tienes plena seguridad de que en tu árbol genealógico no tienes ningún familiar de una nacionalidad que ciertas agrupaciones de ideologías extremistas puedan repudiar y, en consecuencia, hostigar? ¿Podrías afirmar con absoluta certeza que tu familia y amistades estarían a salvo con leyes que censuraran y condenaran con penas de cárcel (si no con torturas y desapariciones) las diferentes opiniones en relación con los derechos humanos y las libertades individuales?

Estos son solo algunos de los riesgos que podrías enfrentar si la ultraderecha gana las elecciones europeas, y para comprender completamente las implicaciones de estas corrientes políticas, basta con adentrarse un poco en la historia.   

¿Qué se vota en estas elecciones? 

El próximo 9 de junio se llevarán a cabo las próximas elecciones al Parlamento Europeo. Se trata de los comicios que se celebran cada cinco años, para elegir a los y las representantes de la única asamblea parlamentaria multinacional del mundo elegida por sufragio directo.

Los diputados y diputadas de este Parlamento representan los intereses de la ciudadanía de la Unión Europea a nivel continental. Dicha representación puede dar forma y decidir sobre la nueva legislación de la Unión, abordando importantes temas políticos, económicos y sociales, así como defendiendo los derechos y valores que se han establecido hasta la actualidad. 

A día de hoy, estos criterios se basan en el respeto a los derechos humanos, la libertad, la democracia, la igualdad y el Estado de Derecho. La visión de una Europa progresista, cooperativa y pacífica ha sido esencial para evitar conflictos con mayor repercusión de la que han tenido los existentes, y fomentar la estabilidad en el continente desde la Segunda Guerra Mundial. El bienestar social ha sido promovido por políticas que incluyen sistemas de salud y educación universales, como también la protección laboral y los derechos de las personas trabajadoras, mejorando significativamente la calidad de vida y estableciendo un estándar más elevado y equitativo.

Aunque aún queda mucho por hacer y pulir en cuanto a la garantía de derechos civiles, los partidos de izquierda han luchado para impulsar la igualdad de género, los derechos LGBTQ+ y la abolición de la pena de muerte. Estos avances han fortalecido las libertades individuales y la diversidad, lo que parece molestar a un grupo minoritario que se siente amenazado en sus privilegios, motivo por el cual están presentando una resistencia activa y de ataque a cualquier costo.

Es por ello que participar en estas elecciones es crucial, ya que los resultados pueden influir en todos los aspectos de la vida en la Unión Europea.

Para llegar al poder, la ultradererecha se movilizará y votará

En los últimos años, Europa ha presenciado un aumento significativo en el apoyo a partidos de ultraderecha. Actualmente, hay cinco países donde esta ideología gobierna: Italia, Hungría, Polonia, República Checa y Finlandia; y hay una creciente tendencia en otros países como España, Francia, Alemania y Bélgica, en donde estas agrupaciones se están abriendo paso en las instituciones. 

El avance de la ultraderecha en Europa plantea varios riesgos considerables que podrían revertir décadas de progreso, dado que abogan por políticas que fomentan el sentimiento de odio y desconfianza hacia todo lo diferente a sus convicciones. Asimismo, el enfoque excluyente basado en la xenofobia y el nacionalismo, genera que se promuevan políticas antiinmigración y nacionalistas que pueden dividir a las sociedades y debilitar la cooperación internacional.

Por otra parte, algunos partidos ultraderechistas cuestionan los derechos humanos y la diversidad cultural, lo que podría socavar las libertades fundamentales y poner en peligro los principios de igualdad y justicia.

La importancia de votar

Ante este panorama, es vital que el pueblo europeo participe activamente en las elecciones. El voto no es solo un derecho, sino una responsabilidad de la ciudadanía para proteger los valores y los logros obtenidos hasta hoy. Cada voto cuenta para frenar el avance de ideologías extremistas y continuar evolucionando y creciendo en justicia social. Si no protegemos nuestras libertades, nuestras voces no solo serán silenciadas, serán perseguidas, amenazadas, discriminadas y violentadas, por lo que la participación activa en este proceso electoral es esencial para no volver a vivir con miedo ante la impunidad. 

Bárbara Balbo