Argentina dió el presente en el País vecino Uruguay, participando del lanzamiento de temporada con "La paella gigante, todo un símbolo de Piriápolis"
Alrededor de 4.000 porciones se sirvieron de este plato típico en esa ciudad balnearia, que ofició como lanzamiento de la temporada de verano.
Como cada año, Piriápolis se convirtió nuevamente en el foco de atención y se vistió de fiesta presentando uno de sus platos más típicos: la paella gigante, que este año celebró su 21 edición con un gran show montado en la parte del nuevo de puerto de la ciudad y ante una multitud, que se volcó masivamente, no solo para disfrutar de la paella sino también de la feria gastronómica, que se desarrolló por segundo año consecutivo. Se estima que más de 15.000 personas entre uruguayos y extranjeros llegaron para disfrutar de este clásico, que permite degustar esa exquisitez.
El tradicional evento gastronómico, que este año cumplió 21 años, se desarrolló este fin de semana junto a la Feria Gastronómica, y contó con una intensa grilla de espectáculos musicales sobre la explanada del renovado puerto de la ciudad. Este evento, que funciona como el lanzamiento oficial de temporada del balneario, junto a la feria gastronómica permite difundir el atractivo gastronómico del destino, dentro del entorno natural, histórico y místico de Piriápolis.
Desde temprano, los ayudantes empiezan a preparar todo para la paella gigante, sin dudas la estrella del evento, mientras un mar de gente va dando vueltas por las cercanías, donde están ubicados las diferentes carpas y puestos de la feria gastronómica, que desde el año pasado se hace en forma simultánea con la paella gigante. Y en el escenario principal, colocado a unos 150 metros de la paellera, artistas y bandas locales son el acompañamiento ideal para disfrutar de una noche cálida y plagado de buenos momentos. Entre los artistas se destacó la presencia de Patricio Giménez -hermano de Susana Giménez-.
Alrededor de las 20:30 fue el momento de la ceremonia del encendido de los ocho mecheros de gas que tiene la paellera de 7 metros de diámetro, que soporta los 2500 kilos de diversos productos que contiene la paella, mientras una retroexcavadora espera a un costado entrar en actividad para ir volcándolos. todo un ritual que concita la atención de propios y extraños. De los locales, que hacen largas colas y con varios recipientes en la mano, y de los visitantes de afuera.
"Es un evento muy personal de la sociedad de Piriápolis, que el pueblo abrazó como propio. Yo era intendente hace 20 años cuando se inició esto de la Paella y nunca nos imaginamos que iba a terminar transformándose en un evento de estas características. La gente lo hizo suyo y se fue convirtiendo en una tradición para esta ciudad previo a la temporada", admitió Enrique Antía, intendente de Maldonado durante el evento.
Por su parte Fernando Barbachanch, uno de los chefs más reconocido de la ciudad brindó los detalles de la paella. "Esto se logra con la fuerza de la gente y un equipo renovado, porque ese también es uno de los secretos, porque se ha renovado el equipo con gente joven y por eso también ha hecho que se extienda en el tiempo".
"Somos un equipo de cinco o seis, que a su vez tenemos nuestros ayudantes que hace tres días que están trabajando para cortar todo y freezarlo, porque los productos tienen que conservar la cadena de frío, porque son más de 4.000 raciones, lo que implica que hay que cuidar a más de 4.000 personas", enfatizó que fue uno de los chefs que estuvo en la primera edición que se hizo en 1998.
Minutos antes de las 22, la cocción llegó a su fin, aparecieron las fotos de rigor con las autoridades y la sonrisa de satisfacción de los chefs por haber llegado al final de una extensa jornada con un rédito inmejorable: una paella fantástica, que justificó la larga cola de varias cuadras que formó la gente en la zona del puerto para probar y llevarse esa exquisitez en la que abundaron los mariscos y cuyas casi 4.000 porciones fueron servidas al público por personal y voluntarios del Hemocentro.
Como todos los años, este evento es a beneficio de una entidad benéfica, y este año eso recayó sobre el Hemocentro Regional de Maldonado (Centro Regional de Medicina Transfusional), por lo que con la compra del ticket de 250 pesos uruguayos (alrededor de 420 pesos argentinos) el público no sólo participaba por el sorteo de una motocicleta, sino que colaboraba con el banco de sangre local.
"El Hemocentro hace un trabajo muy importante mentalizando a la población en la importancia de la donación de sangre. Y con equipamiento de última generación ha logrado ser pionera en el país y hay que apoyarla", justificó Barbachanch.
Por su parte, Leandro Reyna, presidente de la Agencia de Promoción turística de Piriápolis (Aprotur), señaló que "es un evento que ya lo tenemos muy aceitado, que prácticamente fluye solo. Tratamos de ir incorporándole cosas que puedan ser novedosas. El año pasado cambiamos el lugar y le agregamos una feria gastronómica y este año le sumamos sorteos (con la compra del ticket se sorteaba una motocicleta). Tratamos de dar un espectáculo acorde a las características de la ciudad y acorde a lo que el público espera".
El lanzamiento, y durante todo el fin de semana, contó con la presencia de diferentes espectáculos para todos los gustos entre los que se destacan la presencia de Patricio Giménez -hermano de Susana-, Sebastián Teixeira, Marasafu, Milongas Extremas y Mauricio Alfonso, entre otros.
YA ES MARCA REGISTRADA
Para elaborar la paella, cuya preparación demanda entre una hora y media y una hora cuarenta, según contó Barbachanch, se trabaja con un equipo de chefs de varios restaurantes del balneario quienes llevan cientos de litros de caldo de elaboración propia, logrando un mix de sabores que se renueva cada año.
El arroz y el resto de los ingredientes son cuidadosamente seleccionados, verduras cosechadas en una región rodeada por cerros, aceite extraído de olivares que crecen en el departamento de Maldonado, mariscos únicos colectados en 25 kilómetros de costa desde el Arroyo Solís hasta Punta Negra, hacen de la paella gigante un sabroso plato que identifica a la gastronomía local.
El espectáculo central no sólo es degustar la exquisita paella, sino también ser testigo de la magna preparación del representativo plato del destino en una paellera de seis metros de diámetro y con más de 15 chefs (entre los que la cocinan esa noche y los que trabajan en la preparación previa) actuando al unísono con impecable sincronicidad. El impacto de la retroexcavadora volcando los 350 kilos de arroz, los regadores liberando los 700 litros de caldo sobre la paellera y los chefs mezclando con rastrillos los ingredientes, son imágenes que perduran en la retina de los participantes.
Además, se disponen 200 kilos de vegetales, 300 kilos de pollo, 300 de cerdo, 600 kilos de mariscos entre calamares, camarones, berberechos, pulpa de camarones, pulpa de mejillones y otros, más condimentos. A esto se suma el gran disfrute de una atractiva batería de espectáculos culturales, que este año se extiende a tres días de fiesta, y la satisfacción de estar contribuyendo al beneficio de instituciones sociales, ya que la totalidad de lo recaudado por venta de bonos colaboración en esta fantástica puesta en escena tiene este fin.