No recuerdo exactamente cuando conocí a Mireya Machí, de eso hace ya algunos años, de ella, llamaba mi atención su serenidad, la firmeza de sus convicciones, su aparente fragilidad que se olvida inmediatamente al escucharla hablar. En esta oportunidad quiero presentarles la entrevista a esta mujer con apariencia de adolescente, que huele a tierra dulce, a aguas cristalinas en cauces profundos, podría decir, además, que es un volcán peregrino que encontró su refugio en la poesía.
ENTREVISTA A MIREYA MACHÍ
1.- Tus primeros títulos, que parten en España, ¿tienen que ver con Violencia Intrafamiliar?, cuéntanos cómo llegas a esta temática en tus escritos
Antes de aquel primer libro llamado 'El machismo no es el problema, manual sobre violencia de pareja', yo ya escribía algo de poesía, pero en ningún momento me había planteado publicar un libro, ni mucho menos dedicarme a la literatura como oficio, dada mi dificultad para leer, por mi déficit atencional. Sin embargo, a mis 20 años me pasó una experiencia que dio la vuelta a mi vida como un calcetín. Me enamoré de un hombre celoso patológico, agresivo, y cometí la mayor locura de mi existencia: irme a vivir con él a sabiendas de que era un maltratador. La historia y los porqués de aquello son largos de explicar, pero puedo decirte que estaba relacionado con mi 'Complejo de Mesías', un síndrome que padecemos muchas mujeres, de querer salvar al otro y que, afortunadamente, se supera, pues esta aventurera ya no quiere salvar a nadie, sólo hacerse cargo de su vida, convertirla en su mejor obra de arte y si eso le sirve a alguien de inspiración, fantástico y si no, perfecto igual. El caso es que aquella experiencia me dio una comprensión asombrosa acerca de la personalidad maltratadora, algo que no podía guardarme para mí. Y al asistir a un Encuentro Internacional sobre Violencia de Género, dándome cuenta de las desorientadas directrices con que abordaban este fenómeno, comprendí que mi información podría complementar, enriquecer y hacer mucho más eficaces las medidas que hasta ese momento se estaban implementando en el mundo para salvar vidas en ese ámbito. Fue una llamada al estilo de la que le hizo a Peter Parker su tío antes de morir, consciente de los poderes que tenía como Spiderman: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Y yo sentí también que tenía un gran poder: una interpretación distinta del fenómeno que abría alentadores caminos para visualizarle un fin. Eso me hizo escribir mi primer libro, a ratos, mientras trabajaba en la ferretería familiar. Un libro que en 2010 fue publicado por una editorial especializada en Psicología y que fue prologado con generosa profundidad y entusiasmo por un abogado y escritor muy reconocido en España, ganador incluso de un Premio Planeta, como es Lorenzo Silva. Verme capaz de escribir un trabajo tan complejo con la seriedad y contundencia que conseguí imprimirle, me hizo confiar más en mi potencial como escritora. Así que en 2013, justo antes de viajar a Chile, me animé a publicar mi primer libro de poesía, “Secretos invertidos”.
2.- ¿Qué te trae a Chile?
- A menudo respondo esa pregunta con la respuesta corta: “por exceso de trabajo, un empleo que me daba dinero, pero me quitaba la vida”. En la respuesta larga explico que la muerte de mi madre tuvo mucho que ver. Ella anhelaba jubilarse para sacarse el estrés del negocio y empezar a vivir la vida. Así lo hizo: se jubiló y delegó sus responsabilidades en mí, para empezar a viajar con mi padre, como era su sueño. Sin embargo, a los 66 años le detectaron un cáncer y en 8 meses murió. Eso me dejó un mensaje muy potente que incluso creí escucharlo en la voz de mi madre desencarnada: “Hija, vive ahora, no esperes a jubilarte para ser feliz”. Al año siguiente tomé la decisión: no tenía hijos, ni pareja, ni deudas, ni apegos tremendos, ni tampoco miedo. En cambio, tenía salud y el talento suficiente para salir adelante. Así que lo hice, lo dejé todo, me coordiné con una familia amiga que me recibiría en San Fernando y empecé mi bendita aventura chilena.
3.- ¿Cómo llegas a escribir poesía?
- Por la necesidad de expresar emociones complejas de una forma breve y catártica, al menos para mí, desechando la narrativa por la flojera que me daba escribir algo más largo. Las clases de literatura en bachiller hicieron el resto: me dieron la herramienta. Y mi profesor de entonces, Octavio Solaz, me dio la pauta de lo que era verdaderamente poético. Su consejo lo agradezco siempre, porque me salvó de ser una juntaletras cualquiera, para ofrecer algo más sustancioso, una suma de continente y contenido.
4.- De tu obra rescato 'Donde sucede la magia', sólo porque hay algo en este poemario que lo diferencia de los demás, cuéntanos de este trabajo en conjunto con otros artistas
- Precisamente, ese libro tiene la magia de cómo surgió, pues la idea fue parida en una reunión del legendario grupo “Los Inútiles” con motivo del homenaje anual que le celebran a Óscar Castro y donde fui invitada a compartir mi segundo poema premiado a la ciudad de Rancagua. Tras aquello, uno de los miembros más antiguos del grupo, Germán Ruz Baeza, me dijo que si me decidía a realizar una obra ilustrada, él se ofrecía a participar como ilustrador. Y ahí partió todo. Se me ocurrió lanzar la invitación en mi Facebook a fin de repartir la tarea entre otros ilustradores y para mi sorpresa aparecieron 16, los que tan generosamente entregaron su arte y su tiempo a este proyecto. La magia de esta obra, sin embargo, no acaba ahí, pues decidí incluir la crónica de un viaje que hice a Perú, sola y a dedo, desafiando los miedos de mucha gente (ejem) para demostrarme a mí misma esa ley que se deduce de los últimos descubrimientos de la física cuántica, los relacionados con el efecto observador: que “lo que crees, lo creas”. Yo sabía intuitivamente y por ciertas experiencias que fuera de la zona de confort es donde sucede la magia, pero aquel viaje era la prueba de fuego, la práctica que confirmaría esa desconcertante teoría de que atraes los eventos, positivos o negativos en los que pones tu atención, emoción y creencia. La confirmación que me entregó este experimento fue aplastante y por supuesto, el relato de tan increíble viaje tenía que aparecer en el libro. No obstante, desde una perspectiva más íntima, encuentro este libro muy especial porque es el único ordenado linealmente en el tiempo, transparentando mi evolución como poeta y como mujer, conteniendo los mejores 40 poemas de mis etapas española y chilena empezando desde los 17 años. Además, es el único que reúne los premios más importantes que he obtenido. En definitiva, y sobre todo por el valioso aporte de tantos y tan relevantes ilustradores, lo considero una joya, pues quedan pocos ejemplares a la venta y no tendrá otra edición.
5.- ¿Cuál es la diferencia que tiene tu trabajo literario en España con lo que has publicado en Chile?
- Siento que tiene una sustancial diferencia: en España, si bien había en mí una innegable pulsión de vida que brota por las esquinas y recodos de muchos de mis poemas, el cuerpo temático general proyectaba tristeza, dolor o desajuste. La poeta española vivía en una permanente búsqueda de “algo más”. Sin embargo, la poeta chilena que me habita, no busca, pues ya encontró. Fuera de los corsés de un sistema excesivamente previsible, disciplinado y cuadriculado, hallé que había infinidad de potenciales por explorar dentro de mí y que este país era el campo de pruebas perfecto para palpar mis límites y diseñar la vida que quiero. Todo ello se ve en mi poesía chilena, donde aquella pulsión de vida explotó, se expandió y se manifestó. Quizá todavía desde cierta timidez y sorpresa, asombrada por los matices que una vida sin reglas aporta a mi creatividad. Siento que en la medida en que me voy conociendo en esta pampa de posibilidades, mi poesía va tomando nuevas formas, intensidades y algo así como “autoridad propia”, alejándome cada vez más de la tentación de cuestionarla.
6.- ¿Cómo ve Mireya Machí, a la mujer chilena?
- ¿Sábes? Para mí no hay algo así como 'La Mujer chilena', 'La Mujer española', o 'La Mujer azerbayana', me cuesta encajar a nadie en un estereotipo o etiqueta predefinido, sabiendo lo diferentes que somos todos aún dentro de cada familia. Pero si me fuerzo a responder desde ahí, veo a la mujer chilena muy similar a la española, en el sentido de no detectar diferencias achacables a las circunstancias socioeconómicas, culturales o geográficas de ambos países. El sistema educativo que sufrimos y han dictado las mismas élites para la mayor parte del mundo, nos ha homogeneizado, algo que ha intensificado la globalización de la información. La mujer chilena, al final, tiene los mismos miedos, complejos y desafíos que cualquier otra mujer, muchos de ellos inducidos por los medios de comunicación. Sin embargo, al haber pasado yo de un pueblo chico y más bien rural en España, a una ciudad como Rancagua y otras comunas que siempre han sido más grandes que la ciudad de 11.000 habitantes que me vio nacer, mi primera impresión fue la de unas mujeres muy abiertas de mente, muy fuertes y muy conectadas consigo mismas, al menos en los entornos alternativos en que empecé a moverme. En general, las sensaciones que me despertaron las chilenas fueron mucho más reconfortantes y estimulantes de lo que habría podido imaginar.
7.- ¿Cómo te definirías hoy?
- Como dice mi Web: Poeta motivacional y escritora no encasillable, vivo mi multidimensionalidad en la medida que la carne lo permite, entregando palabras con magma que quiebren la indiferencia. Añadiría algunos conceptos que, en todo caso, revelan las limitaciones de la palabra para reducir en ellas la complejidad del mundo interno de una persona: amante del ser humano, co-creadora de realidades, orientadora holística, optimista patológica, ex víctima, ex salvadora, predicadora arrepentida, aprendiz del claroscuro, amiga del silencio, caminante y nómade.
8.- ¿Algún mensaje o algo que quieras comentar?
- Desde la nula humildad que caracteriza a mi rubro, diría que un poeta es un mago, no sólo si hace literatura, también siendo creador de música, pintura, escultura, arquitectura o cine. Ellos y ellas sintetizan lo más jugoso de emociones invisibles y amorfas, positivas o negativas, las reconfiguran de un modo creativo y materializan una obra cuya belleza transmuta en luz la oscuridad y cuya síntesis genera nuevas emociones que detonarán la inspiración para nuevas obras. Además, la poesía es el oficio del futuro, porque es orgánica, sanadora, holística y sostenible. Ella, como monarca indiscutible del cerebro derecho, permite la confluencia del lado creativo, resolutivo, emprendedor, inconformista y abstracto de nuestra mente, pues requiere de ellos para conformar un poema eficaz. Por eso, mientras podamos leer o crear poesía en sus múltiples formas, habrá un reducto de libertad en nuestro interior capaz de germinar revoluciones.
Pueden encontrar a Mireya en: www.mireya.machi.es / mireyamachi@gmail.com